Por dos o tres años, Gerardo González Zamorano, de 51 años, había sido jefe de grupo en Homicidios en Tijuana, y de acuerdo con sus jefes, con muy buenos resultados. A la llegada del nuevo comisionado de la Agencia Estatal de Investigación (AEI) a finales de febrero de 2024, éste decidió reubicar personal “para refrescar las áreas”.
En medio del recrudecimiento de la violencia en el Pueblo Mágico, González fue enviado al municipio de Tecate con un cargo diferente, donde posteriormente sería designado subcomandante para abatir el rezago en investigaciones de homicidios.
El grupo bajo su mando identificó y obtuvo órdenes de aprehensión contra los homicidas de Angelita Meraz León, activista que encabezó el colectivo de búsqueda Unión y Fuerza por Nuestros Desaparecidos, asesinada en su negocio de salón de belleza y venta de accesorios el 8 de febrero. También le concedieron órdenes de aprehensión contra los homicidas de Cristian Vázquez González, ex regidor de Ensenada y asesor político del ex alcalde Darío Benítez, ejecutado el 27 de mayo.
Un tercer caso, entre otros más -según refieren sus compañeros- en el que las investigaciones de González Zamorano concluyeron en órdenes de aprehensión contra asesinos, fue el del subcomandante de la Policía Municipal de Tecate, Humberto Cota, emboscado el 4 de septiembre.
Posterior al atentado donde le quitaron la vida al subcomandante, elementos de la Mesa de Seguridad informaron que tanto González como otros de la AEI habían sido amenazados por su trabajo, “por sus resultados afectaron acuerdos de otros elementos corruptos de la FGE y por eso les pusieron una manta amenazándolos y acusándolos”.
Derivado de investigaciones sobre la amenaza pública, en la misma Mesa de Seguridad, determinaron que el origen estaba al interior de la Fiscalía General del Estado (FGE), que “se investigó y se identificó como fuego amigo de sus compañeros”.
La manta en referencia fue colgada en julio, en la cual se leía:
“AGENTES MINISTERIALES QUE SIGAN APOLLANDO AL PENDEJO DEL MARCIAL VAN A CHINGAR SU MADRE YA ESTAN EN LA LISTA NEGRA PUTOS TU 02 ZAMORA Y 03 JESUS GONZALEZ TIENES LAS HORAS CONTADAS POR ANDAR CON ESO PENDEJOS DEL CDS ASI COMO LOS QUE PASAN INFORMACION LES VOY A PEGAR EN SU MADRE… ATT: EL PAQUILLO”.
De aquel mensaje quedó constancia cuando a diversos agentes de la FGE les llegó una imagen vía celular, y quienes lo habían colgado, lo retiraron. Las fotos de la manta llegaron con otro mensaje-amenaza a los móviles de los elementos de la fiscalía:
“ESTO VA PARA EL COMANDANTE FIDEL VELAZQUEZ El M1, SUBCOMANDANTE GERARDO GONZALEZ ZAMORANO, HOMICIDIOS M3 JESUS GONZALEZ…. SIGAN CON SUS MAMADAS DE SEGUIR APOYANDO AL CABEZON… SABEMOS DE SUS NEXOS CON EL… EN TECATE BAN A CHINGAR A SU MADRE YA ESTAN UBICADOS PUTOS”.
Los superiores consideraron las amenazas y los agentes referidos fueron enviados pocos días a Tijuana. “El comisionado reubicó a algunos agentes que estaban en Tecate para que no los bloquearan, (pero) el subcomandante regresó a sus investigaciones sin más problemas”, explicó a ZETA un agente.
El subcomandante González Zamorano no comentó con sus jefes tener amenazas o haberlas recibido. Personas cercanas a él y su escolta fueron entrevistados y tampoco con ellos refirió algún temor. “Ni siquiera tenía un plan de servicios fúnebres”, expresó un compañero, “tuvimos que ver el tema con las áreas de la Fiscalía para que atendieran su caso”.
Lo que sí confiaron, es que el subcomandante asesinado era muy confiado, tenía escolta, pero se citaba con él a una hora determinada en las oficinas de la Fiscalía en Zona Río Tijuana para de ahí partir juntos a Tecate, y no modificó esa dinámica en ningún momento.
EL HOMICIDIO
Como todas las mañanas entre semana, en su domicilio en la colonia Loma Bonita, asentamiento residencial de clase media, media baja al Noroeste de Tijuana, cerca de las instalaciones del Cobach Plantel Siglo XXI, González Zamorano se preparó para llevar a su hijo adolescente a su escuela ubicada al otro extremo de la ciudad.
Después de tomar un baño, se vistió con ropa de civil, en pantalones cortos y salió de su casa con la intención de encender su carro para calentarlo; antes de entrar al auto tenía la costumbre de caminar un poco en el pequeño patio para estirarse, las cámaras captaron cómo salió a la banqueta, se asomó mirando en ambos lados y regresó hacia el vehículo.
Criminales a bordo de un Jetta 2006 rojo -con reporte de robo en el fraccionamiento Mariano Matamoros en Tijuana- estuvieron dando vueltas desde temprano frente al domicilio de la víctima, y minutos antes del ataque, se habían estacionado a tres casas en dirección a la calle Monte Everest. Cuando lo vieron salir y reingresar al patio de su casa, el matón que estaba en el lugar de piloto bajó, caminó la distancia de las primeras dos casas, y a la altura de la tercera empuñó con firmeza el arma y corrió hacia la víctima.
El asesino entró al patio, encontró al subcomandante con la puerta abierta del carro y le disparó. Corriendo va hacia el Jetta rojo y por segundos parece dirigirse al lugar del piloto, que ya está ocupado por su cómplice, y va hacia el lado del copiloto, y huyen rumbo a la calle Monte Everest; más tarde, no muy lejos de la escena del crimen, se localizó el auto que utilizaron en la zona Industrial Pacífico.
AGENTES DAN A CÁRTELES INFORMACIÓN DE SUS COMPAÑEROS
De julio a la fecha, al menos cinco mantas han sido colocadas en Tecate por supuestos integrantes del crimen organizado de los cárteles Arellano Félix y Jalisco Nueva Generación, han señalado a policías municipales y ministeriales de proveer información al Cártel de Sinaloa, realizando además detenciones de ambos cárteles, excepto, denuncian, de la organización criminal de Sinaloa.
En la colonia Invasión, en el parque de la Colonia Benito Juárez e incluso en el parque principal del llamado Pueblo Mágico, particularmente en el quiosco del Parque Miguel Hidalgo –a metros de Palacio Municipal-, han sido aseguradas mantas, órganos de animales al interior de una hielera con amenazas dirigidas no sólo a los agentes que laboran en ese municipio, sino al general del Estado, Maria Elena Andrade, a quien acusan de pactar con un grupo en específico.
Agentes adscritos a las diversas unidades de la Fiscalía Regional en Tecate advierten realizar con temor sus actividades, debido a que al menos seis agentes cuentan con historial de participación con grupos delictivos desde 2018, cuando provean información a Dany Ortiz Covarrubias alias El Moreno, asesinado en el 2021, y a Jesús Alfonso Ibarra alias Trapero, líder del CJNG identficado como activo nuevamente en la zona Este de Tijuana y quien recluta sicarios en Tecate para fortalecer el embate que inició desde finales de 2023 contra el Cártel de Sinaloa que mantiene el control de la zona.
“Tenemos muchos agentes nuevos debido a los movimientos que se han realizado por órdenes de arriba, pero también viejos lobos de mar que permanecen y sabemos bien de sus nexos. Es un secreto a voces: debido al reacomodo constante de los grupos delictivos, para bien o para mal cuentan con información de muchos agentes que ponen al servicio de estos grupos delictivos, quienes lanzan amenazas públicas o privadas hacia los agentes para que actuemos a su favor o hacernos de la vista gorda”, describió un elemento.
“Hubo detenciones, para ser precisos, de integrantes del CAF, que se llevaron a cabo aquí en el municipio y que tanto el comandante como el sub, recibieron llamadas no sólo de los líderes criminales, sino de propios agentes, es decir, compañeros de Tijuana que les solicitaron la liberación de los detenidos, pero éstos se negaron”, agregó el agente.
Para su protección, los detenidos eran enviados a Mexicali o Tijuana con el fin de deslindarse, no obstante, la detención es responsabilidad de quien la ejecuta, “así lo ven ellos”, confiaron, no sin antes aclarar que no es la primera vez que grupos delictivos los amenazan:
“Esto ocurre constantemente en los cambios de gobierno, hoy Tecate viven ajuste y cada uno de los grupos busca negociar y captar agentes, en años anteriores, agentes que ya tenemos años en esta corporación hemos visto incluso amenazas directas contra los fiscales regionales, ya sea con mantas, vía telefónica o con envíos directamente a la oficina del fiscal, como proyectiles de arma de las llamadas matapolicías”.
Para concluir, extendieron un mensaje:
“Nos sentimos expuestos, debido a que los mismos agentes cuentan con nuestra información personal, estamos hablando de familia, domicilio, hijos, rutina, y en muchos casos ha sido utilizada para presionar en algún tema o sentido. No nos queda más que seguir trabajando en conocimiento de que en muchas ocasiones compartimos mesa con el que ya comió en la del enemigo”.