Restablecer la confianza de los inversionistas ante la reforma judicial y la de desaparición de organismos autónomos, mantener las finanzas públicas sanas e incrementar el dinamismo económico, son los principales retos que enfrentará la Presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, en materia económica, consideran especialistas consultados por ZETA.
La primera mandataria está recibiendo un país con una economía muy distinta a la que había en 2018, cuando era “estable y creciendo” y se contaba con varios fondos que podían amortiguar incluso una crisis económica que viniera del exterior.
El sexenio de Andrés Manuel López Obrador deja un crecimiento económico “muy pobre que no llegó ni al 5 por ciento”, con un crecimiento anual promedio que “difícilmente” llegará al 1%, pese a que en los últimos sexenios había sido del 2% y “no deberíamos esperar menos que eso”, advierte el economista Jorge Fonseca.
Señaló que el hecho de que la economía tuvo un crecimiento “pobre” también marcó un retroceso para el crecimiento per cápita.
Un análisis de Banco Base indica que el Producto Interno Bruto (PIB) per cápita del sexenio de AMLO es 1.05% menor respecto al sexenio de Enrique Peña Nieto, “siendo la primera contracción sexenal del PIB per cápita desde el sexenio de Felipe Calderón, y la más profunda desde el sexenio de Miguel de la Madrid (1982-1988)”.
En opinión de Fonseca, la nueva titular del Poder Ejecutivo federal tiene que lanzar mensajes positivos de Estado de Derecho y de división de poderes a los mercados financieros para “poder mantener a flote el peso”, que se ha depreciado desde las elecciones presidenciales.
Sandra Martínez Peña, especialista de México, ¿Cómo Vamos?, considera que el gobierno anterior tampoco supo capitalizar las oportunidades de un crecimiento más dinámico aprovechando la relocalización de empresas, y coincidió en que el primer reto para la primera Presidenta mexicana es dar certeza jurídica a las nuevas inversiones para un mayor dinamismo económico durante su gestión.
REDUCCIÓN DEL DÉFICIT EN DUDA
Recientemente, el diputado morenista Alfonso Ramírez Cuéllar anticipó que el Paquete Económico de 2025 contemplará un Presupuesto de Egresos de la Federación cercano a los 10 billones de pesos, cifra casi un billón de pesos superior a lo aprobado para 2024.
Según el legislador, la presentación del Paquete Económico 2025 será el 15 de noviembre del año en curso y se trabajará para reducir el déficit público de 5.9 por ciento (heredado de AMLO) a 3.5%-3% con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
En opinión de Jorge Fonseca, un presupuesto de 10 billones de pesos mantendría una tendencia de mayor gasto, ya que en 2022 el PEF aprobado fue de 7.8 billones y, en 2019, de 5.8 billones.
“Si se concreta un Presupuesto de 10 billones de pesos, ¿dónde está el recorte presupuestal?, ¿cómo se recortará el déficit público? Le dieron al Ejército y a la (Secretaría de) Marina funciones de construcción de proyectos emblemáticos y de administradores de Aduanas y Aeropuertos, pero ¿dónde está reflejado ese ahorro?” cuestionó.
El reporte de Banco Base señala que el déficit proyectado por la SHCP para 2024 es de 5%, “el más alto desde 1988”, lo que obliga a la siguiente administración a hacer una consolidación fiscal, presentar un Paquete Económico más austero y aumentar de manera “sustancial” los ingresos públicos.
Por otro lado, se estima que la deuda se ubicará en 49.7% del PIB, lo cual “envía señales negativas a las agencias calificadoras” y pone en riesgo la calificación crediticia de la deuda soberana de México, apuntó en su reporte la directora de análisis económico-financiero de Banco Base, Gabriela Siller Pagaza.
Por su parte, Janneth Quiroz Zamora, directora de Análisis Económico, Cambiario y Bursátil en Grupo Monex, dijo que el principal reto para la nueva administración federal es mantener las finanzas públicas sanas, al existir “incertidumbre” respecto a cómo presentar el Paquete Económico para el próximo año y si se planteará una reducción del gasto, ya que Claudia Sheinbaum ha asegurado que no habrá una reforma fiscal, “o sea que no van a aumentar los ingresos tributarios”.
Ante la desaceleración de la actividad económica que se vislumbra para 2025, con una expectativa de crecimiento de 1%, es previsible una desaceleración de ingresos por un menor crecimiento en la recaudación de los impuestos Sobre la Renta (ISR), al Valor Agregado (IVA) y el Especial sobre Producción y Servicios (IEPS).
Con una pérdida de dinamismo económico y la inversión en pausa, “realmente no sabemos cómo se planteará el Paquete Económico (sin embargo), si los gastos exceden los ingresos, eso implica que haya un mayor déficit” que se financia incrementando la deuda, abundó Quiroz.
A su vez, consideró que es posible que el gobierno de Sheinbaum Pardo siga apoyando a financieramente a Petróleos Mexicanos (Pemex) “hasta que pudiera ser, bajo su visión, una empresa rentable”. Situación similar a la vista en el sexenio de AMLO.
Asimismo, “se ve un poco difícil” que regrese la visión de que el sector privado pueda incursionar para apoyar a las finanzas de la petrolera, no obstante, todavía no se conoce si realmente hay algún proyecto para la paraestatal de mediano y largo plazo, mencionó la especialista en su visita a Tijuana.
En tanto, Sandra Martínez Peña, especialista de México ¿Cómo Vamos?, señaló que el panorama para las finanzas públicas es “complicado”, dado el importante gasto en los programas sociales, como la pensión de adultos mayores que Sheinbaum ha dicho que continuará.
En ese sentido, mencionó la importancia de conocer el plan de Pemex, ya que la paraestatal no logró la meta de producción al final del sexenio de AMLO. Por otro lado, estimó que existe la posibilidad de que el Presupuesto de Egresos de 2025 contemple más recursos para educación y salud, que en el sexenio pasado tuvieron “un gran rezago”.
Otro reto para la nueva administración será “transitar favorablemente” la revisión del T-MEC en 2026 (cuyas consultas comienzan en 2025). El 84% de las exportaciones no petroleras de México se van a Estados Unidos, y en los últimos años, México se convirtió en el principal socio comercial de aquella nación.
“Actualmente, con el panorama de la reforma judicial y la posible desaparición de órganos autónomos, como el INAI, la Cofece, ponen un escenario no tan favorable para México, pero al final la revisión del T-MEC es algo muy importante para el comercio y la economía mexicana”, y el gobierno de Claudia Sheinbaum tendría que fortalecer las cadenas de suministro residentes en Norteamérica, “que son las que tienen que ser una prioridad”.
INFORMALIDAD LABORAL
Para el economista Jorge Fonseca, otro desafío para la nueva administración es la informalidad. Si bien, el porcentaje de la población que labora en esa condición respecto a los ocupados pasó del 56.7% en el tercer trimestre de 2018 a 54.3% en el segundo trimestre de 2024, el número de personas que trabajan en la informalidad aumentó de 30.6 a 32.2 millones en el periodo referido.
En su reporte del Recuento Económico del Sexenio de Grupo Base, Gabriela Siller Pagaza destacó que la tasa de informalidad se ha reducido “muy lento” y, de seguir ese ritmo, “tomaría 120 años (20 sexenios) alcanzar la tasa de informalidad de Chile, del 25%”.
El trabajo en la informalidad representa “alta vulnerabilidad” en los ingresos de los trabajadores que laboran en esa condición, al no tener prestaciones como un salario mínimo, derecho a vacaciones o aguinaldo, ni seguridad social.
Por ello, consideró necesario que el nuevo gobierno establezca políticas públicas que fomenten la formalidad mediante incentivos para trabajadores y empresas que se muevan hacia la formalidad, así como la digitalización y simplificación de trámites.
Indicó que la tasa de desempleo ha disminuido, pero el desempleo extendido (contemplando a las personas que no están buscando activamente un trabajo, pero que lo tomarían si se los ofrecen) se ubica aún por encima del 10%.
En el sexenio de AMLO se crearon un millón 931 mil 909 puestos de trabajo formales, cantidad menor a la generación de empleos en los sexenios de Enrique Peña Nieto (4.1 millones) y de Felipe Calderón (2.3 millones).
INFLACIÓN
Según Jorge Fonseca, al cierre del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, la inflación cumplió 43 meses (más de la mitad del tiempo del sexenio) por encima de la meta del Banco de México, en detrimento del poder adquisitivo de la población.
El pronóstico es que siga habiendo presiones para la inflación, como una mayor depreciación del peso frente al dólar. Hasta la primera quincena de septiembre, la inflación se ubicó en 4.66% a tasa anual, de acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Fonseca opinó que el incremento en el salario mínimo general y en la frontera, de 182% y 324%, benefició a un “mínimo” de trabajadores y encareció la administración de la nómina, porque las personas con ingresos de más de dos salarios mínimos no vieron reflejado un aumento salarial en la misma proporción que el alza del salario mínimo, ni el esfuerzo hecho por el patrón para subir el salario mínimo.
Sobre los efectos de la política de incremento al salario mínimo del sexenio pasado, Martínez Peña refirió que sí se redujo el porcentaje de personas en pobreza laboral (aquella población con ingresos laborales que no le alcanzan para comprar la canasta básica), que pasó de 40.1 en el segundo trimestre de 2018, a 35% en el primer trimestre de 2024.
“Ese nivel de pobreza laboral es el más bajo desde 2008”, aunque todavía no llega a ser un mínimo histórico del 20%, aseveró.
SIN SEÑALES DE RECESIÓN
Aun cuando se espera que el próximo año la economía siga desacelerándose, Janneth Quiroz Zamora, de Grupo Monex, apuntó que actualmente no se ven señales de una recesión en México y EU.
En el caso de nuestro país, “estamos enfrentando un escenario donde hemos visto una desaceleración, pero el mercado laboral sigue siendo muy fuerte, la tasa de desempleo está muy cerca de mínimos históricos” y, para hablar de una recesión, “tendríamos que ver un comportamiento generalizado de la economía, no de un sector, con contracciones duraderas y significativas estadísticamente hablando”.
En términos de consumo e inversión, se observa una desaceleración, pero no son contracciones significativas “que nos hagan pensar que esto se está desplomando”, y hacia adelante, “va a depender de muchos factores tanto internos como externos, para pensar en un escenario que hoy por hoy todavía no vemos”, precisó la directora de Análisis Económico, Cambiario y Bursátil de Monex.