Con 85 votos a favor y 41 sufragios en contra, el Pleno del Senado de la República avaló, a las 12:44 horas del 25 de octubre de 2024, la iniciativa por la que se reformó el artículo 107 y se adicionó un quinto párrafo al artículo 105 de la Carta Magna, impulsada por Morena, auto denominada ‘supremacía constitucional’, que impediría que las reformas a la Constitución sean impugnadas por cualquier vía.
Los votos a favor de la llamada reforma de “supremacía constitucional” o de impugnabilidad de reformas constitucionales, fueron emitidos por los grupos parlamentarios de los partidos Morena, Verde Ecologista Mexicano (PVEM) y del Trabajo (PT). Mientras que los sufragios en contra fueron emitidos por legisladores de Acción Nacional (PAN), del Revolucionario Institucional (PRI) y de Movimiento Ciudadano (MC).
El dictamen se remitió a la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión -para su discusión y eventual aprobación-, ante la burla del presidente de la Mesa Directiva del Senado, José Gerardo Rodolfo Fernández Noroña, quien agradeció a la oposición por haber provocado que el tiempo de debate se redujera.
Al tratarse de una reforma constitucional, una vez que fuera aprobada también en San Lázaro, ésta sería turnada a los 32 congresos locales, en donde debería contar con el aval de al menos 17 legislaturas locales y de la Ciudad de México.
Con pancartas y megáfonos, senadores de oposición realizaron una protesta al interior del Salón de Sesiones del Senado, para intentar frenar el avance de la reforma, misma que estableció que serían improcedentes el juicio de amparo, las controversias constitucionales y las acciones de inconstitucionalidad, contra los cambios o adiciones a la Carta Magna.
Más tarde, el grito de “No a la dictadura” y “Morena la dictadura” se escuchó por más de una hora en el Salón de Sesiones, a través de megáfonos que llevaron los senadores de oposición. El ruido en el Pleno provocó que varios legisladores de la auto denominada “cuarta transformación” declinaran su participación, dejando a un lado la discusión de dicha reforma.
“¡Están intentando reventar la sesión y no lo van a lograr”, acusó Fernández Noroña, quien los calificó como “reventadores vulgares”. Poco antes de la medianoche, las bancadas opositoras tomaron la tribuna, con pancartas que decían: “No a la dictadura en México”, mientras que los legisladores de Morena y sus aliados se acercaron y levantaron otras con la frase: “La oposición moralmente derrotada”.
La protesta de la oposición terminó reduciendo el tiempo previsto para el debate, por lo que Morena y sus aliados sacaron adelante la reforma, de nueva cuenta con el apoyo del todavía panista Miguel Ángel Yunes Márquez, quien afirmó que su voto en apoyo a los proyectos de la “4t” era “a conciencia”. Asimismo, en el tablero electrónico quedó la evidencia de que la senadora priista Cyntia López Castro no emitió su sufragio, lo que ayudó a que se reuniera la mayoría calificada.
“La aprobación en el Senado de la reforma sobre ‘inimpugnabilidad de la Constitución’, cancela la posibilidad de que haya controles sobre reformas constitucionales regresivas para los #DerechosHumanos o viciadas en el proceso legislativo, abriendo la puerta a abusos de mayorías temporales. Ignora que el poder reformador de la Constitución debe tener límites. Avanza la erosión democrática en México”, escribió el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Centro Prodh), en su cuenta de la red social X.
