“Cuando un individuo hace a otro individuo un perjuicio tal que le causa la muerte, decimos que es un homicidio; si el autor obra premeditadamente, consideramos su acto como un crimen. Cuando la clase burguesa en el Poder pone a millones de proletarios en una situación tal que son necesariamente expuestos a una muerte prematura y anormal, a una muerte tan violenta como la muerte por una acuchillada o por un balazo, entonces lo que se comete es un crimen. No constituye un simple homicidio sino un asesinato”
-Federico Engels. La Situación de la Clase Obrera en Inglaterra (1845. P.156).
Las maquiladoras no son más que ergástulas de esclavitud, de terror y muerte. El reciente asesinato del obrero Eduardo Ortiz Franco, perpetrado por los magnates del imperialismo chino, o sea, por los dueños de la maquiladora Prime Wheel, el pasado lunes 22 de octubre en la ciudad de Tijuana, Baja California, nos muestra de forma irrebatible esta realidad. Es una completa absurdidad o un gigantesco engaño manifestar que esta muerte fue un caso fortuito.
Este crimen no ha sido un caso casual, un “accidente”. Este horroroso crimen se debe a las malditas condiciones a que están sometidos todos los esclavos contemporáneos.
Dicha fábrica de rines para automóviles no es la única en la que se perpetran esta clase de “tragedias”. Son todas las fábricas -la totalidad de ellas de capital extranjero- verdaderos rastros, mataderos donde se sacrifica al proletariado como si se tratara de reses. Para la burguesía el obrero no es un ser humano sino una bestia. Y nada importa si queda manco, tullido, ciego, rengo o si, agobiado, enferma y muere prematuramente. El interés de los explotadores es la de aumentar sus ganancias, su capital. Su Poder. No le conmueve, en absoluto, cuántos proletarios tenga que degollar.
Pensar que bajo un Estado colonial capitalista estos crímenes puedan aminorar o desaparecer es ilusorio. El Gobierno del Estado burgués no es más que una junta de reaccionarios politicastros que administra los negocios comunes de toda la clase rica, de los millonarios. Los regímenes de un enclave, como México, no son más que gerentes de los todopoderosos monopolios imperialistas. En otras palabras, el gobierno del partido morena y sus secuaces de la “4T”, actualmente en el Poder, no son más que un gorilato pinochetista de vendepatrias. Verdaderos capataces de los inversionistas extranjeros. Verbigracia los susodichos explotadores y asesinos chinos de Prime Wheel.
Pruebas al canto: Servando Salazar Cano “desaparecido” en los hornos de la rinera de marras el pasado 23 de agosto; y en días recientes, Eduardo Ortiz Franco, aplastado por pesada maquinaria el día 22 de octubre. Hasta la fecha los todopoderosos magnates chinos no han sido presentados públicamente ante la “justicia”. Ni los altos capataces de la maquiladora han dado la cara. Y los miserables morenistas tienen la desvergüenza de alardear que ellos no son iguales a los sanguinarios sátrapas priistas o panistas.
Fueron unas circunstancias muy particulares las que hicieron que ambos crímenes (de Servando Salazar y de Eduardo Ortiz) salieran a la luz pública. La propaganda burguesa nazifascista al principio calló, como siempre; después se dedicó a distorsionar los hechos. Muestra palpable que no es más que una prensa encubridora de los crímenes de los explotadores.
Cabe la pregunta: ¿Cuántos obreros anteriormente habrán sido asesinados en Prime Wheel? ¿Cuántos obreros mancos, tuertos, incapacitados, y asesinados proseguirá ocasionando Prime Wheel en particular y todas las maquiladoras y fábricas en general? La “Gran prensa” (periódicos, radios, televisiones, etc.) diligente portavoz de los imperialistas continuara su reaccionaria labor de confusión y desorientación. Publicaciones vendidas cómplices. Cancerbero de la clase patronal.
Los aparatos del régimen: Ni la STPS, es decir, la “Secretaría del Trabajo” (mejor decir los abogados de los patrones explotadores), ni los judiciales torturadores y matones de la FGR y la FGE, ninguno hará nada que moleste a sus amos chinos. Ni un sólo magnate, ni tan siquiera un lugarteniente del monopolio rinero de Prime Wheel, pisara la cárcel. Luz verde para que sigan esclavizando al proletariado y perpetrando barbaries.
Bajo el sistema capitalista no existe a cabalidad, respeto a los derechos de la clase trabajadora. La justicia burguesa es una grotesca caricatura. Una entera burla. Quien afirme lo contrario es un imbécil o un lacayo de los explotadores.
Sólo bajo un régimen socialista proletario es posible que la clase obrera sea respetada y deje de ser una bestia, un esclavo asalariado. Solamente en el socialismo desaparece la esclavitud y la explotación de la clase obrera.
¿Significa esto que no hay que luchar contra las atrocidades que los burgueses perpetran? De ninguna manera. De lo que se trata es de no ser ingenuo, de no luchar dentro de los marcos del pacifismo y el legalismo burgués.
A unirnos todos los proletarios, todos los pobres contra el absolutismo morenista y sus secuaces de la “4T”. Perro guardián de los inversionistas-imperialistas extranjeros.
Vengar a Servando Salazar y a Eduardo Ortiz Franco con férrea unidad y lucha combativa, no con súplicas a los tiranos.
Atentamente,
Javier Antuna
Tijuana, B.C.
Correo: triunfocomunista@gmail.com