En el acto de instauración del XXV Ayuntamiento de Tijuana, celebrado el 30 de septiembre, Ismael Burgueño Ruiz se desvivió en saludos, muestras de gratitud y palabras de aprecio a la gobernadora Marina del Pilar Ávila Olmeda y los presidentes del Congreso y el Tribunal Superior de Justicia, Dunnia Murillo y Alejandro Fragoso, mientras que, para la alcaldesa saliente, Montserrat Caballero Ramírez, concedió un saludo y un “gracias por su presencia”.
El presidente municipal entrante puso de manifiesto que en Tijuana se requiere “reacción inmediata” en el servicio de alumbrado; así como reparar vialidades y limpiar la ciudad; además de “dejarla de ensuciar”. Ello pese a los programas que implementó su antecesora en esos rubros: “Kilómetros de Luz”, “Bye Bye Baches” y “Ponle Dedo al Basurero”.
También expuso que “el tema de seguridad” es prioridad y se pronunció por la recuperación de espacios, justo en una ciudad en la que en 2022 la entonces alcaldesa, Caballero Ramírez, admitió que no se podía hablar de zonas blindadas luego de que el 19 de diciembre de ese año se encontraran seis cuerpos al interior de un vehículo en la Plaza Conquistador, sobre el Boulevard Agua Caliente.
El munícipe emanado de Morena-PVEM-Fuerza por México, habló de garantizarles “equipamiento de primer nivel” a la policía municipal, con todo y que el 18 de septiembre el XXIV Ayuntamiento hizo entrega de patrullas, uniformes y demás aditamentos.
Al acto celebrado en el Patio Central de Palacio Municipal, área cuyo domo fue restaurado por la administración saliente, además de Caballero Ramírez acudieron los ex alcaldes Karla Patricia Ruiz Macfarland y Jorge Ramos Hernández; igualmente diputados locales y federales, consejeros y demás liderazgos de Morena.
Antes de que terminara el evento, la gobernadora abandonó su asiento, pues ese día también asistió a las tomas de protesta a los alcaldes de Mexicali, Ensenada y Tecate, Norma Bustamante, Claudia Agatón, Román Cota; en tanto que el 1 de octubre acudiría a la sesión de la Cámara de Diputados en la que el Presidente de la República saliente, Andrés Manuel López Obrador, le transfirió la banda presidencial a su sucesora, Claudia Sheinbaum Pardo.
En el acto celebrado en Palacio Municipal, Burgueño Ruiz hizo hincapié en correspondería a la petición que la regidora del Partido Acción Nacional, Sandra Magaña, le hizo durante su turno al micrófono: coordinación con el Estado y la Federación. “Nos vamos a coordinar”, enfatizó el ex dirigente estatal de Morena.
Anunció la creación esta misma semana del Consejo Consultivo Empresarial e insistió en que llevará a cabo una mejora regulatoria a base de trámites digitales, para efectos de que la ciudadanía tenga contacto directo con la autoridad y de ese modo se evite “el coyotaje, la corrupción, la impunidad en todos los sentidos”.
Burgueño Ruiz, quien en campaña acusó una campaña en su contra desde el XXIV Ayuntamiento, aseguró que “todavía hay gente” con una percepción de que hacer política “es calumniar”. Conminó a “quienes se encargaron de difamar” a tomar como aprendizaje el proceso 2023-2024. “Las campañas no se gana difamando; las campañas se ganan con propuestas y con acciones firmes”, aseveró.
En alusión a la munícipe saliente, afirmaría a pregunta de ZETA: “Yo nunca he tenido mala relación con la alcaldesa ni con ningún actor político en el estado, yo me llevo muy bien con todos”.
Montserrat Caballero abandonó su asiento antes de que el alcalde entrante concluyera en el uso de la voz. “A partir de hoy estamos ante la posibilidad de hacer la realidad la Tijuana que merecemos, donde todas y todos seamos partícipes en la toma de decisiones, porque es responsabilidad de todos contribuir al desarrollo de este municipio”, aseguró Burgueño.
Al día siguiente de su toma de posesión, en uno de sus primeros actos como presidente municipal de Tijuana, Ismael Burgueño dio posesión al esposo de la gobernadora, Carlos Torres Torres, como “Encargado de la Coordinación de Proyectos Estratégicos”, un área de evidente creación reciente, y desconocida regulación municipal, pero que, informó el alcalde, será “honorífica”; es decir, que Torres no cobrará sueldo.
