Tras la detención de Moisés N. y José Alfredo N., ingeniero y supervisor general, en Prime Wheel el pasado 30 de agosto por su presunta participación en la desaparición de Servando Salazar Cano, ambos fueron vinculados a proceso la tarde de este jueves 5 de septiembre.
Salazar Cano, de 35 años, fue visto por última vez el 26 de agosto cuando salió a trabajar en la empresa ubicada en la calle Exportadores del Parque Industrial Chilpancingo. Marcó su horario de entrada, pero no el de salida. Su vehículo aún se encontraba en el interior del lugar; sin embargo, su celular fue localizado en la plaza Santa Anita, ubicada a unos tres kilómetros de la empresa.
De acuerdo con los datos de prueba presentados por la agente del Ministerio Público durante la audiencia de vinculación a proceso, y basados en entrevistas a testigos, la empresa contaba con una bitácora de entrada en la que se registró que la víctima ingresó a las instalaciones alrededor de las 8:26 a.m. a bordo de su vehículo Ford F150 modelo 2015, con placas ZJN-561-B.
Como gerente de mantenimiento, impartió un curso de capacitación a varias personas desde las 9:00 hasta las 13:15 horas, según señalaron los participantes. A esa hora, les indicó que salieran a comer y que regresaran a las 14:15 horas para continuar. A pesar de numerosas llamadas, nunca apareció a la hora acordada.
Por otro lado, con base en las cámaras de videovigilancia, alrededor de las 13:34 horas salió un vehículo Jeep Chrysler color negro, modelo 2024 con placas VMM-530-A, hacia la calle Maquiladoras, se incorporó al bulevar Terán Terán y finalmente ingresó a la Plaza Santa Anita. Dicho vehículo pertenece a Moisés N. Ingresó al estacionamiento a las 13:52 horas y salió a las 13:56, momento en el que el vehículo nunca se detuvo y solo circuló.
Allí mismo se había localizado el celular de la víctima con anterioridad. Alrededor de las 13:46 horas, una mujer que transitaba por la zona encontró el celular, un iPhone gris, y lo llevó a su hogar al no ver a ningún dueño cercano. Posteriormente, fue entregado a la esposa de Servando, Wendy N., quien lo ubicó a través de un GPS.
De acuerdo con el testimonio de su esposa, Salazar Cano le avisó por llamada alrededor de las 12:50 horas que llegaría más temprano a su hogar, ya que Wendy está embarazada. Sin embargo, pasaron las horas y nunca llegó, por lo que buscó en la Cruz Roja, la Penitenciaría de Las Mesas y el Hospital General, sin obtener rastro de su ubicación.
En las entrevistas realizadas al iniciar la búsqueda de Servando, inicialmente los imputados declararon que, al salir de la empresa, se dirigieron a Plaza Centrum en Otay, al local Mister Pollos; sin embargo, al analizar las cámaras del lugar, nunca se observaron a dichas personas en el horario de interés. Al contrario, se encontraban en el área donde fue arrojado el teléfono de Salazar Cano.
De acuerdo con diversos testigos, la víctima, así como los tres relacionados, fueron vistos en diversos momentos durante el horario de desaparición en el pasillo que conduce a la salida —la única salida—, cerca de los baños. Cabe destacar que la computadora de Moisés se encuentra cercana a la entrada que conduce al pasillo.
A raíz de los análisis realizados por criminalística y peritaje en los baños, se localizaron indicios de interés. Al trapeador se le roció un líquido llamado “Blue Star”, y en la tela y mango del trapeador se realizó una identificación positiva a sangre humana; sin embargo, no se precisó a quién pertenecía. Asimismo, dos mingitorios dieron positivo a la misma sustancia. Según se describió, al finalizar el pasillo y los baños se encuentra la maquinaria, y al fondo el área de hornos y la soda cáustica, donde se disuelve el aluminio a una temperatura de 1400 °F.
Según la declaración de un testigo, en la empresa presuntamente se está llevando a cabo una investigación contra 13 personas por pérdida de material. De acuerdo con la titular de la FGE, una de las líneas de investigación está relacionada con actividades ilícitas cometidas dentro de la empresa, incluyendo la venta de aluminio.
Los imputados reservaron su declaración. A pesar de ello, a través de su defensa particular, proclamaron su inocencia al presentar la declaración de dos testigos, también trabajadores de la empresa, quienes los observaron en sus respectivas áreas de trabajo durante el lapso en el que desapareció Servando.
Asimismo, la defensa consideró que, en caso de que los imputados hubieran cometido el delito, este no habría sido captado por las cámaras.
A pesar de ello, el Juez de Control dictó auto de vinculación a proceso por el delito de Desaparición Forzada cometida por Particulares, con base en la Ley General en Materia de Desaparición Forzada de Personas, Desaparición Cometida por Particulares y del Sistema Nacional de Búsqueda de Personas, en el artículo 32 con agravante en la fracción 8, así como el artículo 34. Podrían enfrentar hasta 50 años en prisión.
Se mantiene como medida cautelar la Prisión Preventiva Justificada, con un plazo de investigación de seis meses, el cual finalizará el próximo 5 de marzo de 2025.
Sobre el paradero de Servando Salazar Cano, así como el móvil que condujo a su desaparición, no se mencionó ningún indicio.
