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jueves, noviembre 21, 2024
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Sinaloa: narcoviolencia sin gobierno

Cuando la calma parecía retornar a Culiacán y las autoridades desplegaron un operativo de proximidad en centros escolares para el regreso a clases, la violencia continuó en la Capital y otros puntos del Estado de Sinaloa, donde facciones del cártel criminal que ostenta el nombre de la entidad continúa sus disputas a balazos. Pese a ello, muchos comercios y padres de familia preocupados intentaron volver a la normalidad tras cumplirse el jueves 18 de septiembre, once días de incesantes acciones criminales, que arrojan un saldo de por lo menos 49 homicidios.

Las cifras que se tienen de balaceras, número de víctimas mortales o heridas, personas privadas de la libertad, vehículos robados, es muy diversa, de acuerdo a la autoridad que emite la información y desde luego la que se publica por medios de comunicación que conocen de primera mano los hechos, derivado de la captura de dos de los líderes de la organización criminal del Pacífico, Ismael “El Mayo” Zambada García y Joaquín Guzmán López, alias El Güero Moreno, hijo de Joaquín “Chapo” Guzmán, ex socio de Zambada. La presunta traición del segundo al primero habría desatado el terror en esa región del país.

Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, durante su intervención en la conferencia matutina realizada en Palacio Nacional, en la que ofreció comentarios respecto a los avances en el sistema de salud durante su gobierno, además de referirse a la aprobación de la reforma judicial en dieciocho congresos estatales, y la situación de seguridad en Sinaloa luego de los recientes enfrentamientos entres grupos armados, Foto:Mario Jasso/Cuartoscuro.com

En la guerra que libran Los Mayos o La Mayiza, como se conoce a los miembros de la facción de Ismael Zambada, y Los Chapitos o Los Menores, como se identifica a Iván Archivaldo y Jesús Alfredo Guzmán Salazar, hijos del Chapo, se contempla la participación de diversos grupos y células que habitualmente apoyan a ambos bandos, como Los Rusos, Los Salazar y Los Cazadores, entre otros. Incluso algunas fuentes señalan que en la pugna, los Zambada cuentan con la alianza del Cártel de Caborca y de Los Mazatlecos, encabezados por Fausto Isidro Meza Flores alias Chapito Isidro, considerado uno de los apoyos relevantes de lo que queda del clan de los hermanos Beltrán Leyva.

Durante los once fatídicos días, que iniciaron el lunes 9 de septiembre y amenazan con sumar muchas jornadas más, a pesar de que el Gabinete de Seguridad del Gobierno Federal señala que se han enviado refuerzos de las Fuerzas Armadas y están al pendiente de los sucesos, se han registrado enfrentamientos con muertos y lesionados a tiros, secuestros, desaparecidos, cierre de negocios y escuelas, privaciones de la libertad de civiles y policías, clonación de patrullas, bloqueos de carreteras con automotores y tractocamiones incendiados, suspensión de corridas de autobuses foráneos, desplazamientos humanos y amenazas a médicos que atienden a sicarios heridos, a quienes han advertido: “Si mueren ellos, se mueren ustedes”.

La mayor parte de la violencia se ha ejercido en Culiacán, en sus sindicaturas de Eldorado, Culiacancito, Villa Unión, Higueras de Abuya y en los sectores y colonias Miguel Hidalgo, La Campiña, Villa Satélite, Las Estancias, Villa Bonita, Esperanza, Acueducto, Simón Bolívar y Manuel Estrada, entre otras. Pero también los hechos criminales se han desplazado a los municipios de Mazatlán, Elota, Concordia y San Ignacio, por mencionar algunos. En esos sitios quedan los vestigios de esta guerra de baja intensidad, como carros baleados, cristales estrellados, manchas de sangre, ponchallantas, armas y  vehículos abandonados, uno que otro blindado.

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Pese a que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) ha realizado cortes informativos, como el ofrecido por el general secretario Luis Cresencio Sandoval el 17 de septiembre, cuando iban 13 agresiones armadas a elementos militares, con dos agentes castrenses muertos y 30 civiles fallecidos, así como 30 detenidos miembros de las presuntas organizaciones delictivas, no se ha precisado cuántos de ellos forman parte de la célula de Los Chapitos, Los Mayos o alguna otra del grueso del Cártel de Sinaloa. No es deseo de las autoridades informarlo ni aclarar si alguno de los grupos en concreto son los que han atacado a las Fuerzas Armadas.

Fotos: José Betanzos Zárate /Cuartoscuro.com

Aunque el Presidente Andrés Manuel López Obrador ha asegurado que los hechos violentos en Sinaloa hasta ahora “no son un asunto mayor”, la cantidad de armamento asegurado en unos cuantos días por la Sedena refleja la intensidad de la batalla que se está librando: 115 armas largas, 14 armas cortas, dos granadas, una granada de lanzacohetes de 83 milímetros, una cantidad indeterminada de cartuchos y cargadores, además de chalecos balísticos, equipo de radiocomunicación, 14 vehículos blindados, una patrulla clonada y 59 vehículos de diferentes características. Desde luego, droga como cocaína, goma de opio, metanfetaminas y marihuana.

Incluso el mandatario acusó que los medios de comunicación exageran en la observación del fenómeno que se registra en Sinaloa, ya que en Guanajuato (donde no gobierna Morena) ocurren más homicidios. Sin embargo, López Obrador no destaca que en muchos otros estados, donde gobierna Morena, también se registran más asesinatos que en tierras sinaloenses, como en Baja California, o se llevan cifras parejas como en Sonora, que antes del día 9, que estalló la violencia en Culiacán, llevaba más crímenes que Sinaloa, teniendo estas tres entidades como factor común la fuerte presencia del Cártel del Pacífico y la disputa de territorios por las mismas células.

 

LA BARBARIE

El 9 de septiembre, minutos antes de las seis de la mañana, Culiacán despertó con un fuerte enfrentamiento entre miembros del crimen organizado y elementos del Ejército Mexicano. Todo inició en la colonia La Campiña, donde resultaron heridos dos de los militares. En la Carretera México 15 cerca de un parque acuático ocurrió otra balacera entre Chapitos y Mayos, en la que fue abatido el presunto delincuente de nombre Carlos N alias Comandante Coco o El Miclo. Más tarde, en la sindicatura de Costa Rica, se reportó otro tiroteo, donde no hubo víctimas y fue detenido uno de los sicarios, así como asegurados 18 automotores.

Debido a las graves lesiones sufridas en el mentón, en un hospital falleció el sargento segundo de la milicia, César Augusto Sosa Hau. Las balaceras registradas en Culiacán y posteriormente en el municipio de Elota generaron pánico entre la población que decidió resguardarse en sus casas. Desde muy temprana hora no hubo necesidad de llevar a los niños a las escuelas, cientos de comercios decidieron no abrir y la actividad en general se paralizó al observarse desfilar por calles y avenidas convoyes de sujetos empecherados y con armas largas a bordo de camionetas de color negro y otras blancas, algunas artilladas.

La incertidumbre, los enfrentamientos y la aparición de cuerpos sin vida no fue cosa de unas horas, se prolongó a los días siguientes hasta sumar once, al cierre de esta edición.

El martes 10, las autoridades respondían a la prensa, que no se trataba de balaceras, sino de “balazos al aire”, pero un ataque a tiros en un domicilio del sector Santa Fe dejaba dos hombres muertos y minutos más tarde otra balacera, al Oriente de la Capital sinaloense, en la colonia Miguel Hidalgo, dejaba sin vida a otro individuo. En esa fecha, en un cateo ejecutado por la Fiscalía General de la República, en un inmueble de la colonia Miguel de la Madrid, fue asegurado un vehículo con blindaje artesanal, de los comúnmente llamados monstruos.

El miércoles 11, un autobús de transporte de personal de una empresa ganadera fue agredido a balazos por sujetos civiles en la sindicatura de Quilá, resultando lesionados cuatro de los trabajadores. Hubo otros crímenes, como la ejecución de un hombre perseguido en su auto en la colonia El Mirador; o el asesinato del ex comandante de la Policía Municipal de Culiacán, Raúl Demetrio Herrera alias El Brujo. Balaceras diversas y la quema de vehículos al sur de la ciudad, ponchallantas tirados en el bulevar Zoquititan, en La Cruz, municipio de Elota.

El jueves 12 fueron arrojados ponchallantas en el túnel El Sinaloense de la autopista Mazatlán-Durango y bloqueados ambos accesos con transportes de carga. De igual forma, se registró un topón entre militares y un grupo armado sobre la carretera internacional México 15, en la que un soldado resultó lesionado. Tras una persecución en el monte, fueron detenidos algunos de los agresores y otros sujetos que se resguardaban en una cabaña de seguridad, siendo en total once los capturados en poder de armas de fuego largas, cargadores, cartuchos y vehículos. Ese día se reportaron varias personas privadas ilegalmente de su libertad y el homicidio de un sujeto en la colonia El Barrio.

El viernes 13, a un costado del Parque 87 se localizó un cuerpo decapitado, con huellas de tortura y esposado de las manos. También fue asesinado un hombre en el camino que conduce a La Pitayita y otro en la colonia Simón Bolívar. Elementos de la Guardia Nacional fueron atacados con armas en el poblado de Monte Verde, asegurando armas largas, sin que hubiese personas heridas. En el municipio de Concordia, en dos hechos fueron victimados a tiros cinco individuos, tres de ellos en la comunidad de Chara Pinta, y los otros dos en Corte Alto. Esa noche se localizó una cabeza humana que podría corresponder a la del hombre decapitado.

Fotos: José Betanzos Zárate /Cuartoscuro.com

Elementos de la Fuerzas Armadas abatieron el sábado 14 de septiembre a tres hombres en Culiacancito y aseguraron tres unidades blindadas, mientras que cinco soldados que acudían en apoyo de sus compañeros sufrieron un accidente en el vehículo en que se transportaban. Ese día se reportaron tres asesinatos, dos a balazos y otro por objeto punzocortante. En Navolato, agentes aseguraron una patrulla clonada de la Policía Municipal de Culiacán y se reportó la desaparición del boxeador Ariel Salazar el Bambam y de su esposa Denisse Osuna, quienes viajaban hacia Malpica, municipio de Concordia, pero no llegaron.

AUMENTA VIOLENCIA

En pleno día del Grito de Independencia, evento público que en Sinaloa el gobernador Rubén Rocha Moya suspendió, se tiene el registro de la jornada más álgida de la ola de violencia en la entidad. Ese día ocurrieron al menos 14 homicidios. Destaca el quíntuple asesinato de hombres localizados sobre la carretera México 15 y la muerte del empleado de una empresa ganadera que quedó en medio del fuego cruzado en un enfrentamiento entre un grupo criminal y la Guardia Nacional en el poblado de Bellavista, en Culiacancito. Sin embargo, impactó la noticia que dieron a conocer los médicos y personal de enfermería de la Clínica IMSS Bienestar de Villa Unión, quienes fueron amenazados por sicarios que se presentaron durante la madrugada, llevando personas heridas para su atención. La amenaza fue: “Si mueren ellos, mueren ustedes”. Esa jornada hubo bloqueos en carreteras.

El lunes 16, civiles armados y militares se enfrentaron a balazos en el sector de La Campiña, en Culiacán, falleciendo el soldado Telésforo N, encuadrado en la Novena Zona Militar. Fueron detenidos dos sujetos y asegurada una camioneta Tahoe abandonada con armas largas y granadas en su interior. El secretario de Salud de Sinaloa informó que en una semana se había atendido a 22 personas heridas,  once de ellas civiles y once de las fuerzas de seguridad.

Por su parte, el alcalde de Mazatlán, Edgar González, dijo que por lo menos 80 personas fueron desplazadas de comunidades serranas por la violencia y eran atendidas en el puerto. Ese día fue privado de la libertad David Eduardo, de 20 años, hijo del periodista Ernesto Martínez, del medio Los Noticiaristas, y horas después regresó ileso a casa.

En la misma fecha hubo un enfrentamiento armado entre civiles en El Atorón,  Sindicatura de Eldorado, donde no hubo heridos, pero sí el aseguramiento de siete vehículos baleados, tres de ellos incendiados. Se registró una balacera en El Palmito, en Concordia, sin lesionados ni detenidos, pero con el aseguramiento de seis armas de fuego, entre éstas una Barrett.

En rueda de prensa, el Comandante de la Tercera Región Militar, Jesús Leana Ojeda, aseguró que la paz en Sinaloa no depende del Ejército Mexicano, sino de los grupos criminales: “Que ellos dejen de hacer su confrontación entre ellos y dejen a la población en paz”.

El martes 17, la Sedena aseguró un inmueble en la colonia Guadalupe Victoria de Culiacán, presunta casa de seguridad de uno de los grupos en conflicto. Hubo cuatro homicidios y dos hermanos que regresaban de sus trabajos fueron privados de la libertad en la colonia Jaramillo de Culiacán.

El miércoles 18, los muertos fueron nueve, entre ellos cuatro cuerpos localizados debajo del paso a desnivel del Libramiento Benito Juárez, en la Capital sinaloense. Y el jueves 19, con el apoyo de un helicóptero, elementos del Ejército y de Guardia Nacional realizaron un operativo en la zona Norte de la Capital del Estado.

En Navolato, la Marina aseguró un vehículo de doble rodado y detuvo a un sujeto presuntamente relacionado con una de las facciones del Cártel de Sinaloa. Hasta el cierre de edición, se desconocía el resultado del operativo aéreo. Sin embargo, trascendió que en el sector Santa Fe se registró un despliegue terrestre importante de más de 20 unidades del Ejército y Guardia Nacional, anunciando con el sobrevuelo del helicóptero un posible objetivo localizado.

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