Septiembre lejos de casa,
de mi México querido;
se siente muy triste el alma,
del pecho brota un suspiro.
Hay redoble de tambores,
marcha la banda en la calle,
el mariachi y sus canciones;
la libertad que no acabe.
Los aromas de comida
el apetito despiertan;
el postre alegra la vida,
deliciosas aguas frescas.
Con destreza va un caballo
mostrando elegante danza;
se mueve con ritmo y garbo
cuando se acerca a la plaza.
Se exhiben en la kermés
sabrosos dulces de leche,
de coco y de rica nuez,
y chocolate caliente.
Tañen las viejas campanas
despertando al corazón;
que no ocurran más desgracias
entre gente de valor.
Vuela confeti en el viento
como lindas mariposas
que aceleran mi recuerdo
con un ramo de gladiolos.
Quisiera volver a casa,
pero mis padres no están,
y tañen las viejas campanas
en pos de paz y libertad.
Lourdes P. Cabral.
San Diego, California.