Vale la pena para compensar tantas noticias lamentables que nos llegan del sector político, recordar lo sucedido en días pasado en los Paralímpicos París 2024: el orgullo, la alegría, la emoción de ver a todas esas personas, hombres y mujeres con distintos tipos de discapacidades, y la forma extraordinaria que pudieron prepararse, guiados por sus entrenadores, para actuar en forma sorprendente, increíble al desarrollar otras capacidades y triunfar.
Triunfan desde el momento mismo en que fueron seleccionados. Claro las 17 preseas fue el premio. Supliendo carencias físicas (por nacimiento o accidentes) que a la mayoría quizá nos quitaría todo deseo de vivir o de intentar superar. Pero esos hombres y mujeres, algunos con varias decenas de años a cuestas, no paraban de sonreír, de festejar, algunas veces incluso no los primeros lugares, sino haber llegado a la meta. Nos hacía falta ver que hay ejemplos de éxito. Y no precisamente entre los “normales” o “completos”. Personas con mucho valor para vivir exitosas.
Un recordatorio de que gobiernos y sociedad debemos mucho al sector de personas con discapacidades. Considerando también que a los Paralímpicos fueron poco más de 60 deportistas, vale la pena recordar sobre la población total de México. El INEGI informó que en el 2020 habitábamos poco más de 112 millones y de esa cifra había poco menos de seis millones con algún tipo de discapacidad.
La limitación más frecuente es la movilidad para caminar o moverse; y la segunda, problemas para ver. La población actual, se dice (no el INEGI) que es de 130 millones. Consideremos lo que falta por modificar en equipamiento urbano y especialmente los servicios terapéuticos. Así que es importante considerar que en esta nación hace falta más atención gubernamental para las personas con distintos tipos de discapacidad. Terapia y rehabilitación en general ofrecen mejores oportunidades de vida.
Nota 1. Sin propósito de satanizar a la clase política, en este sexenio que concluye, se vieron cosas que nunca antes se habrían pasado por alto. Distinta vara para medir acciones reprobables: Manuel Bartlett y SEGALMEX-Ignacio Ovalle, ejemplos de larga lista.
Nota 2. Videos, notas escritas y en general los medios de comunicación señalan a la clase política dominante que no tienen memoria o vergüenza. Lo que antes criticaban ahora lo practican y disfrutan con orgullo.
Nota 3. Sin haber estado en ningún partido político, nuestra admiración por Don Salvador Rosas Magallón, Zeferino Sánchez Hidalgo y sus familias. Hoy sigo reconociendo el extraordinario valor de Cecilia Barone de Castellanos y a tantos militantes del PAN que continúan fieles y auténticos; pero no son mayoría: lamentablemente el actual partido se contaminó con impresentables directivos.
Luz Elena Picos es directora de Red Social de Tijuana.
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