A partir del 10 de octubre, los barcos mexicanos que operan en pesquerías con redes en enmalle en el Golfo de Ulloa, en la costa occidental de Baja California Sur, tendrán prohibido embarcar y abastecerse de combustible en puertos de Estados Unidos, excepto en casos de urgencia.
La medida se debe a que la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés) sancionó a 17 países, entre estos México, por no obtener la certificación de la NOAA Fisheries, al tener “pesca ilegal, no declarada, no reglamentada” o prácticas pesqueras que perjudican la vida marina protegida.
Cabe señalar que la nueva medida se suma a la que se ha mantenido vigente para la flota pesquera en el Golfo de México desde 2023. Según la NOAA, desde 2015 México no ha demostrado un efectivo combate a la pesca ilegal, pese a los numerosos compromisos hechos por el gobierno mexicano y a que nuestro país ha sido señalado por medidas inadecuadas para reducir la captura incidental de tortugas caguama.
La nueva sanción de EU a México “es una seria advertencia que debe empujar al próximo gobierno, encabezado por Claudia Sheinbaum, a abordar esta problemática de manera prioritaria y a garantizar el cumplimiento de los acuerdos internacionales en materia de pesca”, dijo Renata Terrazas, directora ejecutiva de Oceana en México (organización no gubernamental dedicada a la protección de los mares).
En un comunicado, la activista lamentó que México haya recibido otra calificación negativa, debido a la pesca ilegal, uno de los problemas “más graves” que afectan a las comunidades costeras y a los ecosistemas marinos del país.
En la investigación denominada Pesca Ilegal en México: Soluciones desde la Política Pesquera, Oceana señala que, la pesca ilegal representa 40% del total de la pesca en México.