El traidor de palacio

A quien no bajan de “traidor” dentro de la administración de Norma Alicia Bustamante Martínez, es al síndico procurador Héctor Israel Ceceña Mendoza, quien nunca congenió con la alcaldesa mexicalense ni con su director de Seguridad, Pedro Ariel Mendívil, pero que, a escasos días de concluir la administración, les abrió la puerta a los entes de seguridad del Estado para asumir el control en la Zona Sur del Valle de Mexicali. Hay que recordar que la semana pasada -aprovechando que Mendívil se encontraba fuera del país-, el secretario de Seguridad Ciudadana, Leopoldo Tizoc Aguilar Durán y la propia fiscal estatal, María Elena Andrade Ramirez, además de Alfredo Álvarez, secretario general de Gobierno, se reunieron con Bustamante para solicitarle una revisión de todo el personal de seguridad de la Zona Sur del Valle de Mexicali ante la sospecha de que habría un involucramiento con la delincuencia organizada. En esta intención de detener a los integrantes del grupo delictivo Los Rusos, la Secretaría de Seguridad Ciudadana asumió la responsabilidad de la seguridad en la zona y mandó a más de 160 agentes de la Policía Municipal a revisión en el C3. Lo que no se analizó es que este tipo de acciones no pueden realizarse de manera unilateral por el Poder Ejecutivo, sino con el apoyo e instrucción del Ayuntamiento de Mexicali, ya sea de su director o de la Comisión de Honor y Justicia, lo cual -aparentemente- pasaron por alto. Tras el hecho e intentar brindar certeza jurídica sobre lo ocurrido, los funcionarios estatales intentaron convencer a Norma Alicia de firmar un documento en el que ella autorizaba realizar las acciones, pero -al ver la magnitud del caso, en el que además hubo desarme de policías- ya no accedió. Sin este documento, el proceso realizado se volvería una total ilegalidad por parte del Estado, ya que nadie puede comisionar a los agentes municipales a una evaluación de Control y Confianza, salvo los superiores y C3 sólo puede dar aviso a las autoridades sobre la necesidad de cumplir con la vigencia. En ese momento salió al rescate Héctor Israel Ceseña Mendoza, quien sin informarle a la alcaldesa ni al Cabildo, accedió a firmar el documento como representante legal del Ayuntamiento de Mexicali para así tratar de dar legalidad al movimiento realizado por la SSC, así, la Secretaría intenta componer un acto que puede estar cargado de buenas intenciones, pero se planteó pasando por encima de un marco legal establecido para estos actos. El Ayuntamiento de Mexicali, que hace tres años era el más cercano y el único bastión de la gobernadora Marina del Pilar Ávila, ahora tiene una de las relaciones más dañadas. La única diferencia es que Norma gobernará por tres años más.