El intrépido personaje que fue tan popular a finales de los 90 vuelve a hacer de las suyas, ahora con Lydia Deets (Winona Ryder) ya como madre de Astrid (Jenna Ortega), una adolescente que vuelve a Winter River tras la muerte repentina de Clive, devorado por un tiburón.
En el grupo también figuran Delia (Catherine O’Hara) y Rory (Justin Theroux), el novio de Lydia. Cuando el nombre de “Beetlejuice” se repite tres veces el demonio Betelgeuse/Beetlejuice (Michael Keaton) regresa a hacer de las suyas, aunque también tiene sus problemas cuando Delores (Monica Bellucci), su ex mujer, se reconstruye y lo busca con sed de venganza.
Por su parte, Lydia ahora es una señora que sigue dolida por la muerte de su esposo Richard (Santiago Cabrera), mientras que Astrid desaprueba de su trabajo como cazafantasmas y por supuesto no quiere a Rory, mucho menos cuando pide la mano de su madre en pleno funeral; aunque pronto se distrae con Jeremy (Arthur Conti), un joven apuesto, justo de su edad.
Mientras tanto, Delores suma fuerzas con un policía en el ultramundo de nombre Wolf Jackson (Willem Dafoe), que al pisarle los talones a Beetlejuice, este personaje de traje a rayas busca una salida al mundo de los vivos.
Estas subtramas son las que armó Tim Burton para una divertida secuela que seguramente llamará la atención de las generaciones jóvenes seguidoras de lo retro.
Uno de los elementos interesantes de este filme es que conserva la estética de la cinta original a pesar de los avances tecnológicos que permite hoy en día efectos visuales, sonoros y de edición espectaculares para contar esta historia.
Para agregarle valor a la película, Michael Keaton está de vuelta con todo el vigor que Beetlejuice necesita, y Catherine O’Hara hace de Delia, un personaje para recordar. Así que ahí está la mejor apuesta al momento para ver en cines en esta temporada de otoño que está a punto de comenzar. ****
Punto final.- Anotemos “Longlegs” de aquí al 31 de octubre.