Atemporales en lo musical, Denisse Guerrero, Edgar Huerta y Ricardo Arreola reconectan con su público después de seis años alejados de los escenarios, a la vez de sumar a nuevas generaciones a su sonido, convirtiendo a Belanova en un culto de la música electropop nacional que marca un fenómeno social a través de plataformas digitales.
“A pesar de haber parado tanto tiempo, vemos a mucha gente joven en nuestros conciertos, hay una generación de adolescentes que están escuchando a Belanova. Es muy eclíptico, la gente que nos va a ver, sobre todo en las edades y la comunidad LGBT+ que siempre nos han apoyado; por eso que estamos haciendo un recorrido por los siete discos que tenemos, tratando de tocar la mayoría de canciones que hicimos, y por ahí un par de covers”, apuntó a ZETA Ricardo Arreola, bajista de la agrupación fundada en Guadalajara, Jalisco.
Después de marcar su regreso oficial en las pasadas ediciones de los festivales Vive Latino, Pa’l Norte y algunas fechas en Estados Unidos, Belanova toma rumbo por la República para la continuación de su gira “Vida en Rosa”, arribando el 10 de noviembre de 2024 a la Monumental Plaza de Toros de Playas de Tijuana.
“Tijuana fue la primera ciudad en la que tocamos fuera de Guadalajara, la última vez que estuvimos por allá fue en 2017, un año antes de nuestra pausa. Regresamos a un lugar que queremos, sobre todo ansiosos por reencontrarnos. No esperábamos una respuesta tan grande por parte del público, estamos sorprendidos porque no hemos sacado sencillo y ningún disco en seis años. Dentro de este regresar, la idea era hacer unos cuantos shows, pero afortunadamente fuimos sumando conciertos a petición del público”, remarcó Arreola.
Más de 9 millones de oyentes mensuales en Spotify y cerca de 468 millones de reproducciones de su tema más popular, “Rosa pastel”, el cual se ha convertido en un himno gracias a la proyección en redes sociales, han hecho de Belanova una banda transgeneracional.
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“Paramos cuando el reggaetón estaba en su apogeo, la música urbana se puso muy fuerte en todo este espacio, después vino la música regional y los corridos tumbados. Ha pasado de todo, la onda del TikTok no nos tocó, con estos artistas que son virales y llenan auditorios gracias a estas plataformas, pero volver ahora ha sido más fácil gracias estas herramientas. Tengo una hija de 6 años, a ella nunca le tocó ver Belanova y lo que sorprende es que a niñas de su edad, en primaria, les encanta el grupo sin habernos conocido. En ese sentido, estamos sumando a tres generaciones, a los que crecieron con nosotros en los 2000 y que ahora son papás, a los adolescentes, sus hijos y a las nuevas generaciones. Podría decir que a veces la mitad del público son chavos de 20 años para abajo, eso habla de que tu música ha trascendido”, reflexionó el músico.
Referente al sonido de Belanova, el cual se ha conservado desde hace 24 años, “es curioso, parece que no hemos perdido vigencia porque nos seguimos oyendo muy actuales, para muestra el hecho que no hemos sacado nueva música, pero lo que sí ha
cambiado es nuestra puesta en escena, porque ahora los shows de los artistas han mejorado bastante después que paramos y tenemos que adaptarnos a las nuevas formas de entretenimiento; todo es con el fin de divertir y ver a la gente pasar un momento chingón, revivir una época para quienes nos han seguido y ser los nuevos para quienes comienzan a escucharnos”, concluyó el músico tapatío.
