La caída de los líderes del Cártel de Sinaloa, Ismael “El Mayo” Zambada García y Joaquín Guzmán López alias El Güero Moreno en manos de las autoridades de Estados Unidos no sólo ha despertado un reacomodo en los grupos del crimen organizado en México por el control territorial y el tráfico de la droga hacia el norte, sino que ha puesto en jaque al gobierno mexicano que despliega muy pocas acciones para atrapar a los narcotraficantes que encabezan las principales organizaciones que operan en el país, pero identificados desde hace varios años por las agencias de ambas naciones.
Por lo menos existen 30 personajes con estas características de liderar desde células delictivas, hasta los llamados cárteles del tráfico ilícito de drogas, muchos de ellos señalados en la lista negra de narcos y lavadores de dinero que formula el Departamento del Tesoro de la Unión Americana, a través de la Oficina para el Control de Activos Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés), institución que ha puesto en la mira a los implicados por contar con órdenes de aprehensión en cortes federales de Distrito o indagatorias abiertas en fiscalías de ese país.
Después de esos señalamientos, en algunos casos el gobierno mexicano abre carpetas de investigación en contra de los indiciados, aunque generalmente no culmina el trabajo con las detenciones.
La credibilidad de las autoridades -en sus distintos niveles- se ve empañada no nada más por la inacción contra las empresas criminales y sus dirigentes, sino por señalamientos de corrupción e incluso de protección a algunos de estos grupos y sus cabecillas, haciendo efectivo el lema que engloba la actual política criminal del Gobierno Federal: “Abrazos, no balazos”. Y aunque ha habido algunas detenciones relevantes de narcotraficantes en el presente sexenio, diversos capos o sus lugartenientes han optado por entregarse voluntariamente a las agencias estadounidenses al otro lado de la frontera.
Los principales objetivos de ambos países pertenecen a los cárteles de Sinaloa (CDS) y Jalisco Nueva Generación (CJNG), quienes junto con La Nueva Familia Michoacana (LFM), son acusados por los norteamericanos de producir, trasegar y distribuir fentanilo, droga que ha causado estragos en esa nación, además de mover marihuana, cocaína, heroína y metanfetaminas. Sin embargo, hay otras agrupaciones criminales que -en menor grado- realizan actividades de delincuencia organizada, delitos contra la salud y operaciones con recursos de procedencia ilícita que los mantiene en la mira de la justicia.
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Actualmente son buscados los miembros del Cártel Arellano Félix (CAF), Pablo Edwin Huerta Nuño alias El Flaquito y Fernando Sánchez Arellano, ex líder del clan y sobrino de los fundadores, hermanos Arellano Félix, recientemente excarcelado del penal del Altiplano en diciembre de 2023, pero por incumplimiento de presentarse al proceso penal, cuenta con orden de reaprehensión, aunque se desconoce si aún opera.
También, el actual dirigente del Cártel de Caborca, José Gil Caro Quintero alias El Jogil o El Pelo Chino, sobrino de Rafael Caro Quintero, es pretendido por las autoridades, imputado de controlar el tráfico de drogas en Sonora, Veracruz y Quintana Roo.
Del Cártel Beltrán Leyva, el líder de la facción Los Mazatlecos, Fausto Isidro Meza Flores alias El Chapito Isidro, es presuntamente buscado por el Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) por conspirar para distribuir en la Unión Americana cocaína, metanfetamina, heroína y marihuana, además de poseer armas de fuego. Identificados con él, también son buscados los hermanos Jesús (Chuy), Ignacio (Nacho) y Wilfrido (Willy) González Peñuelas, cuya organización, ahora independiente, produce y distribuye las drogas antes referidas, así como M-30, nombre que se le da a las pastillas de fentanilo disfrazadas de oxicodona.
Nicolás Sierra Santana alias El Gordo, quien guía al grupo criminal de Los Viagra, conformado por siete hermanos y otros integrantes remanentes de diferentes cárteles michoacanos, se disputan el territorio purépecha con el CJNG. Otro prófugo de la justicia mencionado por agencias ministeriales es César Manjarrez Alonso alias El H2, que encabeza al Nuevo Cártel de Juárez (NCDJ) o La Línea, quien junto con sus hermanos no sólo es señalado de dirigir el tráfico de drogas, sino de una red dedicada a la tala clandestina en regiones chihuahuenses. Y recientemente, Jesús Esteban Machado alias El Güero Pulseras, supuesto jefe del Cártel de Chiapas y Guatemala, en conflicto con otros grupos en la frontera sur del país.
CÁRTEL DE SINALOA
Del denominado Cártel del Pacífico por lo menos se menciona a diez figuras que pertenecen a diversas facciones y de tiempo atrás son harto referidos en carpetas de investigación por su presunta relación como generadores de violencia, delitos contra la salud, lavado de dinero y otros ilícitos. Uno de los más aludidos hoy en día es Ismael Zambada Sicairos alias El Mayito Flaco, presunto heredero de su padre, “El Mayo” Zambada, en el control de su parte del clan criminal. De 42 años, el sinaloense ya cuenta con varios cargos en cortes de Distrito de Estados Unidos, aunque al parecer en México no tiene orden de aprehensión. Con él destaca Alfonso Limón Sánchez, Poncho Limón.
Identificado con los anteriores, está Sergio Valenzuela el Gigio y/o El Yiyo, quien encabeza la célula de Los Yiyos, enlistado en la relación de cabecillas del narcotráfico el 22 de septiembre de 2021 por el Departamento del Tesoro estadounidense. Oriundo de Los Mochis, Sinaloa, es jefe de plaza en Nogales, Sonora, desde donde supervisa el trasiego de droga de Santa Ana y Benjamín Hill hacia la frontera con Arizona, bajo las órdenes directas de la familia Zambada. Se le señala como presunto responsable del contrabando de toneladas de fentanilo y otras sustancias ilícitas hacia el vecino país del Norte.
Desde luego figuran Iván Archivaldo Guzmán Salazar el Chapito y su hermano Jesús Alfredo el Alfredito, hijos del narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, ex líder del Cártel de Sinaloa, condenado a cadena perpetua y encarcelado en la prisión de súper máxima seguridad ADX Florence en Denver, Colorado. Ambos son de los criminales más buscados por las agencias norteamericanas DEA, FBI y el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE). Los jefes de la célula Los Menores o La Chapiza, tienen una fuerte influencia en Sinaloa, Sonora y Baja California; son los principales beneficiados tras el arresto en Estados Unidos del “Mayo” Zambada.
Por otra parte, en el radar de las autoridades está Aureliano Guzmán Loera alias El Guano, hermano del “Chapo” Guzmán, quien lidera la facción de Gente del Guano (GDG) en la región considerada como la cuna del narcotráfico en México, Badiraguato y otros municipios serranos de Sinaloa y Durango, quien presuntamente estuvo a punto de ser capturado en julio reciente tras una incursión de las fuerzas armadas en la localidad de El Durazno, municipio de Tamazula en Durango, pero alcanzó a huir. No así cuatro de sus colaboradores que fueron aprehendidos por militares.
En los límites de Baja California y Sonora opera Jesús Alexander Sánchez Félix el Ruso, alineado a la familia del “Mayo”. Se desenvuelve con su célula criminal bautizada como Los Rusos en Mexicali, San Luis Río Colorado, Golfo de Santa Clara y Puerto Peñasco. El 3 de abril de este año, el Gobierno de Estados Unidos, a través del FBI en Los Ángeles, emitió una ficha de búsqueda en contra del sujeto al que también se le conoce con los nombres de Josué Ponce Félix y Miguel Ángel Gaxiola. Es buscado por cargos de conspiración, distribución de sustancias controladas, lavado de dinero, tráfico de drogas, entre otros hechos delictivos.
En Sonora, Chihuahua y Baja California destaca el grupo de Los Salazar o Gente Nueva, que tiene líderes en cada uno de esos territorios, pero cuyo control global se atribuye a Crispín Salazar Zamorano el Tío Pin, hermano del fundador de esta célula alineada al Cártel de Sinaloa, Adán Salazar Zamorano, Don Adán, extraditado hace más de un año a EU para ser juzgado por delitos relacionados con el narcotráfico en ese país. Otros capos alineados con los del Pacífico, pero que operan en Tijuana y Ensenada, son los hermanos Alfonso y René Arzate García, alias El Aquiles y La Rana, respectivamente.
FUERZA DEL CJNG
El Cártel Jalisco Nueva Generación también tiene cabecillas de interés para ambos gobiernos, principalmente el estadounidense, como el líder central Nemesio Oseguera Cervantes el Mencho, del que se asegura, se encuentra muy disminuido de salud y se ha llegado a rumorar su muerte hasta en tres ocasiones, sin que ello sea reconocido por las autoridades. Por lo pronto se le sigue buscando y al menos tres de sus expedientes en Juzgados federales de Jalisco, donde cuenta con órdenes de aprehensión en causas penales de 2018, 2021 y 2023, han tenido movimientos recientes. Integrantes de su familia, como su esposa, hijos, hermanos y yernos han sido detenidos y enjuiciados en los dos países.
De los lugartenientes y líderes de células del CJNG se hace notar Ricardo Ruiz Velasco el Doble R por su singular violencia al participar en múltiples homicidios y encabezar un grupo élite para combatir contra sus enemigos en Jalisco, Guanajuato y Michoacán. El también apodado El Tripa tiene 40 años y cuenta con antecedentes penales por narcomenudeo y conductas ilícitas mayores. También refieren autoridades locales en Jalisco que tiene más de diez órdenes de aprehensión en su contra por homicidios dolosos y otros delitos.
Gonzalo Mendoza Gaytán alias El Sapo, es mencionado junto con Audías Flores Silva el Jardinero, como uno de los posibles sucesores del Mencho, en caso de que éste llegase a faltar como líder del CJNG. Nacido en 1988 e hijo del michoacano Gonzalo Mendoza Torres alias Don Gonza y de Josefina Gaytán, el sujeto se salvó de ser detenido el 26 de enero de 2012 durante un operativo realizado por la Secretaría de Seguridad Pública Federal en Zapopan, donde fueron detenidos sus padres. Opera desde Puerto Vallarta hacia Michoacán. El Jardinero es considerado “comandante regional del CJNG” en Zacatecas y Nayarit. El Departamento de Estado norteamericano ofrece una recompensa de hasta 5 millones de dólares por información que conduzca a su arresto o condena.
El colombiano Carlos Andrés Rivera Varela alias La Firma fue incluido hace tres años y medio en la lista negra de cabecillas del narcotráfico y blanqueo de activos del Departamento del Tesoro norteamericano, mencionado como un “… violento miembro del Cártel Jalisco Nueva Generación, junto con Francisco Javier Gudiño Haro, la Gallina. “Estas dos personas presuntamente ayudaron a orquestar asesinatos utilizando armamento de alto poder en nombre del CJNG”, destaca la OFAC. También le vincula recientemente con millonarios fraudes a ciudadanos norteamericanos jubilados, dueños de tiempos compartidos vacacionales en destinos turísticos mexicanos.
Apenas en julio de 2024, la misma oficina gubernamental estadounidense sancionó a dos miembros del CJNG por ser sospechosos de participar en el tráfico de fentanilo y metanfetaminas hacia ese país: Juan Carlos Bañuelos Ramírez el Prada y Gerardo Rivera Ibarra el Güerito o El Compadre. La acusación señala que contrabandeaban las drogas dentro de maquinaria. También asegura que ha comprado armas automáticas para el cártel y buscado drones de alta calidad para la organización. Fue acusado previamente por un Gran Jurado federal en el Distrito Central de California.
Elvis González Valencia, hermano de los llamados Cuinis de Aguililla, Michoacán y cuñado del Mencho, también es buscado tras ser detenido a principios de enero de 2016 al recibir un balazo durante un atentado en la región de Los Altos de Jalisco y recuperar su libertad a pocos días de que abandonó un hospital particular. Por lo menos tiene dos órdenes de aprehensión, según trascendió en juicios de amparo promovidos por sus abogados.
FAMILIA MICHOACANA
Otro de los objetivos de Estados Unidos es detener y enjuiciar a los hermanos Johnny y José Alfredo Hurtado Olascoaga alias El Pez y El Fresa, respectivamente, líderes de la organización delictiva La Nueva Familia Michoacana (LFM) o La Gran Familia Michoacana. Este cártel fue designado en diciembre de 2021 por la OFAC, mientras sus cabecillas fueron incorporados al señalamiento público a partir del 17 de noviembre de 2022. Se desempeñan principalmente en Guerrero y Michoacán; en la primera de las entidades sostienen una guerra con sus principales adversarios, Los Tlacos, Los Tequileros, Los Ardillos y CJNG.
Esta versión de La Familia Michoacana tiene toda una baraja de modalidades para delinquir, pues no solo trasiega con droga o controla la siembra de amapola y producción de heroína. Lo mismo priva de la libertad a sus objetivos, los tortura y aparecen muertos, que los abate por medio de drones con explosivos, emboscadas o fusilamiento. Sus despliegues con caravanas de 30 o más vehículos con las letras FM pintadas y en ocasiones más de 100 hombres, hacen alarde de la sumisión y complicidad de diferentes niveles de autoridades.
En un informe de 2020, la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) advirtió: “… aunque se creía a La Familia Michoacana, una organización disuelta, sigue activa tanto en Michoacán como en Guerrero, especializándose en la producción y el contrabando de metanfetamina, junto con el tráfico de otras drogas sintéticas. También trafica marihuana y cocaína, además de regular la producción de heroína”. El 5 de octubre de 2022, los nombres del Pez y del Fresa fueron ampliamente difundidos tras una masacre ocurrida en una finca contigua a la Presidencia Municipal de Totolapan, Guerrero, donde fueron ejecutadas 20 personas, entre ellas el alcalde Conrado Mendoza y su padre.
Otro suceso relevante fue el asesinato del Teniente Coronel Víctor Manuel Salas Cuadras, a tres días de asumir el cargo de fiscal regional de Tierra Caliente. El 9 de septiembre de 2023 fue privado de la libertad en Coyuca de Catalán, y en los primeros minutos del día siguiente, el cadáver del militar fue hallado cerca de la comunidad de Jaripo, rumbo a Zihuatanejo.
