En junio de 2022, Arnulfo Guerrero León fue expulsado del PAN. En ese partido, como Jorge Ramos, no sólo hizo carrera, también fortuna, pero el morenismo los dobló en la ambición por seguir en la nómina. Mientras Ramos se alió al Verde nominado por Morena como candidato a diputado local, El Fufo Guerrero servía al gobierno de Marina del Pilar Ávila Olmeda como subsecretario de Enlace Legislativo, de ahí lo mandaron a una mejor encomienda: acompañar a Ismael Burgueño en la planeación y estrategia de campaña por la alcaldía de Tijuana. Después del aplastante triunfo de Burgueño, el que mueve los hilos o al menos así lo vende, es Guerrero. Y vaya que anda agigantado. Conocido por tener posiciones de segundo o tercer nivel en administraciones del PAN y por el corruptísimo caso del Facturagate, cuando el Cabildo de mayoría panista, entre ellos Guerrero, utilizaron facturas apócrifas o empresas fantasma para quedarse con dinero público al final de la administración de Jesús González Reyes, ahora El Fufo se sirve con la cuchara grande. Argumentando que será el secretario general el Ayuntamiento de Tijuana en la administración de Burgueño, como Santa Claus, reparte en pleno julio regalos adelantados. Resulta que El Fufo está detrás de la operación para frustrar la convocatoria de la todavía alcaldesa Montserrat Caballero para buscar la aprobación del Cabildo para la adquisición de un predio donde está asentada la Estación de Bomberos Número 1 en el Centro de Tijuana. Al parecer quieren hacer esa compra en la siguiente administración que toma posesión el 1 de octubre, y han intervenido para que regidores de Morena y aliados no acudan al llamado de la edil, pero no ha sido gratuito. A cambio de ausentarse y no votar a favor del proyecto, Guerrero ha ofrecido cuanto cargo tiene a disposición en el todavía no entrante gobierno de Burgueño, a Claudia Casas, regidora morenista que encabeza a los ahora disidentes. Dicen que El Fufo le ofreció una de dos: la Oficialía Mayor o Administración Urbana, y en ambas posiciones lo que se mueve es recurso público. A otros ediles, aseguran, les ha ofrecido direcciones, como el SIMPATT. Ahora sí, que, como Santa Claus en trineo, el panista expulsado anda imparable, gracias al morenista Ismael Burgueño. Qué cosas.