Autoridades asegura que cuentan ya con un sistema de comunicación entre instituciones gubernamentales y prestadores de servicios para que se cumpla con esta suspensión
La directora de Turismo del XVII Ayuntamiento de La Paz, Natalia Ruffo Castaño, confirmó que está suspendida la actividad turística de nado con lobos marinos en la Isla Espíritu Santo, esto debido a que la especie se encuentra en periodo de apareamiento.
Hasta el 31 de agosto no se permitirá que turistas o lugareños se introduzcan a las aguas de “La Lobera” en Espíritu Santo, ya que en años anteriores (como 2017) se registraron ataques de lobos marinos a personas.
“Esta restricción de nado en la Isla Espíritu Santo, en La Lobera, no es desde este año que se implementa; esto ya tiene varios años, y se hace a partir de junio y hasta finales de agosto. Porque es un momento muy especial para la comunidad de lobitos marinos, donde ellos están procreando, teniendo sus crías; es donde están más protectores, pero sí pueden ir a verlos”, reiteró la funcionaria.
La Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), en coordinación con autoridades estatales y municipales, determina esta medida de protección y cuidado, tanto para turistas como para la especie.
En esta época del año, el lobo marino suele comportarse de una forma agresiva debido a que están en periodo de reproducción, señalan especialistas.
En palabras de prestadores de servicios, como Juan Esqueda, la actividad se vuelve un poco más riesgosa debido a que los machos suelen mostrarse más territoriales.
Natalia Ruffo precisó que las empresas turísticas establecidas que ofrecen estos tours tienen un permiso, por lo que se adhieren a un plan de manejo.
Para esto, todos los prestadores de servicios turísticos son capacitados, por lo que cuentan con el conocimiento necesario para saber cómo operar durante periodos de restricción como éste.
En cuanto a la vigilancia, la directora recordó que Conanp se encarga de que se cumpla la suspensión de nado, no obstante, enfatizó que existe una coordinación efectiva entre empresarios y autoridades que evita problemas por incumplimiento.
“Es un sector que ha crecido mucho en su conciencia: ellos hoy en día entienden que es importante cuidar su recurso para poderlo mantener durante muchos años. Ellos saben que si estresamos a los lobos marinos pudieran cambiar su comportamiento y llegar a generar una imprudencia con un accidente con cualquier turista”, defendió.
De no acatar con la restricción, menciona Natalia Ruffo, los propietarios de embarcaciones podrían perder sus permisos de operación, además de que la afectación sería para todo el destino turístico.