“La ley no es más que la voluntad de la burguesía puesta en el papel”
-Carlos Marx, El Capital (1867).
Si en nuestra patria existiese un gobierno verdaderamente justo y humano, democrático y popular, el multimillonario magnate de la radio y de la televisión, y empresario maquilador de Baja California, Jaime Bonilla, desde mucho tiempo atrás estaría tras las rejas por sus innumerables fechorías, que arrancan desde el escándalo del equipo de béisbol, Potros de Tijuana, pasando por el millonario soborno a la bancada panista que le otorgó tres años más a su gubernatura, hasta el asesinato de Lourdes Maldonado.
Predican los farsantes de la “4T” que: “Nosotros no somos iguales”. Y los hechos, los irrefutables hechos, desmienten sus palabras. Bonilla es sólo un ejemplo de lo que son todos los actuales dictadorzuelos de la 4T capitaneados por el autócrata López Obrador.
Son el partido Morena, el PT y el PVEM una tropa de reaccionarios. Demagogos e hipócritas. En nada, en absolutamente en nada, se diferencian de los fascistas del PAN y del PRI. ¿O acaso las migajas (“apoyos”) que los “socialistas” de la “Cuarta Transformación” les echan a los pobres los hace diferentes? Tales “apoyos” no son más que sobornos. ¿Soborno no significa corrupción?
Pocos días después del circo electorero del pasado 2 de junio, el régimen morenista de Baja California, dirigido por la histriónica mujer, Marina del Pilar Ávila Olmeda, divulgó que en septiembre se le acabaría el fuero de Senador a Bonilla y que a partir de entonces al susodicho politicastro se le procesaría. También que se le investigaría por el asesinato de la periodista, Lourdes Maldonado.
En otras palabras, Ávila Olmeda, le espetó al multimillonario Jaime Bonilla: “Te voy a sentar en el banquillo de los acusados para que respondas por todas las atrocidades que has cometido, así como por el crimen de Lourdes Maldonado”.
“Veremos dijo un ciego”, dice el refrán popular.
Somos de la opinión que esas amenazas son pura vocinglería de la tiranuela. El actual dueño del PT en Baja California ha de estar temblando de miedo.
Bonilla, lo aseguramos, no será enjuiciado ni mucho menos sentenciado. No pisará la cárcel por sus crímenes. El fuero de ese alacrán será eterno. La “espada justiciera” de la mona dictadorzuela Marina del Pilar, es pura palabrería hueca. Una espada de cartón. No es posible que bajo un sistema social fincado en el poder del dinero, rufianes como Bonilla sean castigados.
El mafioso Hank Rhon; el chacal de Ayotzinapa, Ángel Aguirre; el Nerón del INAMI de Ciudad Juárez, Chihuahua; el ogro German Larrea, de Pasta de Conchos; y tantos otros antropófagos que después de años de haber perpetrado sus crímenes no han sido colocados ante jurado alguno. Hasta la fecha. Mucho menos encarcelados. Prueba patente que el “Poder Judicial” está sometido al Poder del Capital. Jueces, ministros y magistrados (de ‘izquierda’ o de derecha) son fantoches al servicio de la burguesía.
La cárcel, bajo un régimen capitalista, es para los pobres. Nada más. No para la clase rica burguesa que detenta el Poder. Si de verdad se quisiera castigar a reconocidos criminales, como Bonilla, no habría que dejar de pasar el tiempo ni hacer tanta alharaca. En prisión preventiva oficiosa ya deberían de estar. Antes de que “huyan” o se “escondan”. Como sucedió con los kaibiles policiacos y militares implicados en la espantosa masacre de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
Sostenemos que el bandolero de marras y secuaces no serán tocados ni con plumeros. Seguirán gozando de impunidad completa como la que disfruta el mafioso Hank Rhon.
Solamente gente ciega o sobornada no miraría que tanto Ávila Olmeda como Bonilla son lagartos del mismo pantano. Lacayos de la burguesía imperialista. ¿Acaso no comparten la misma madriguera, la “4T”? Tan criminal es la gárrula dictadorzuela del partido como el actual cacique del PT en Baja California.
Para los obreros que han adquirido conciencia de clase la justicia burguesa es un grotesco remedo de la verdadera justicia. Constituciones, códigos y leyes representan la voluntad de la clase rica, a saber, amparan el Poder de los explotadores.
Solamente bajo un auténtico régimen socialista proletario puede existir justicia verdadera para todos. A cabalidad. No caricatura de justicia como la que hoy existe en nuestra patria.
Atentamente,
Javier Antuna.
Correo: triunfocomunista@gmail.com
