Les llaman héroes sin capa, pero el trato que les han dado a los bomberos de la ciudad de Tijuana durante los últimos cinco años, son acciones de gobierno que van en detrimento de sus derechos laborales, de seguridad social y remuneración económica para sostener a sus familias.
Los “tragahumos” demandan la solución a tres afectaciones puntuales: los aumentos salariales que les prometen en juntas privadas; las afectaciones en la salud y sus familias al cambiarlos al sistema en crisis del Issstecali; y la designación de plazas sindicales para garantizarles los derechos laborales.
Referente al salario, en 2024 no habrá ninguna mejora. Algunos han recibido aumentos menores a los 500 pesos quincenales, pero realmente es un ajuste para que los de empleados de confianza ganen lo mismo.
“Y nosotros no manifestamos nunca que íbamos a poder con este incremento de salarios en cuanto a bomberos porque vamos en escalafón, no porque ellos no puedan o merezcan, sino que no dispusimos de ello. Hay un ajuste salarial, porque todavía hay algunos elementos que ganaban menos del salario mínimo establecido y eso estaba mal, y ajustamos algunos rubros administrativos, pero no se habló de un incremento salarial”, explicó la alcaldesa Montserrat Caballero.
Actualmente los bomberos de confianza ganan ocho mil 440 pesos neto a la catorcena, pero ya sin impuestos queda en seis mil 625; menos de lo que actualmente ofrecen las cadenas de comida rápida. El sueldo contrasta con los 23 mil pesos que ganan los psicólogos de la Unidad de Atención a Emergencias.
El detrimento en los servicios de salud es un aspecto que debilita su sueldo, pues ahora les aportan 70 por ciento más a su seguridad social, pero son atendidos en el Issstecali o en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), que carecen de medicamentos especializados, las citas de medicina interna o quimioterapias tienen una espera de tres meses y no cuentan con estudios de laboratorio, lo que los bomberos deben pagar con sus ingresos familiares.
Uno de los casos denunciados en ZETA, es un estudio oncológico que Issstecali catalogó de “emergencia”, lo que significa que debe esperar tres meses para su primer análisis y luego tramitar la cita para su tratamiento.
“Hemos dado mil millones de pesos al Estado para que se pudiera lleva a cabo, entre otras cosas, la reestructuración de Issstecali, y a cabida y buen trato de los elementos, a lo que el Issstecali se comprometió a darles, y el Seguro Social”, acusó la alcaldesa Caballero.
Pero la basificación es lo que más les impacta en la autoestima y en sus derechos laborales, pues de los 438 bomberos que hay en Tijuana, 202 son de confianza y 236 están en el sindicato, mientras que hay 50 voluntarios.
Con la reasignación de plazas en 2022 se beneficiaron familiares del exsecretario de gobierno Jorge Antonio Salazar Miramontes, durante la administración sindical de José Agustín Calderón, una escolta de la alcaldesa Caballero, entre otros movimientos que pasaron a ser plazas operativas a administrativas en funciones poco vitales y cuestionables por los bomberos, como se publicó en ZETA en la penúltima semana de julio de 2023.
“Si más no recuerdo, hubo cinco plazas que se fueron, que fueron reasignadas que por jubilación se quedaron, estaban disponibles, y cuando quisieron, cuando el Sindicato dijo ‘le corresponde a estos cinco bomberos entrar’, ya no estaban disponibles y se habían entregado a personas ajenas a bomberos. Fue de mucha polémica y finalmente entró el Sindicato al quite, porque le toca al Sindicato; aunque nosotros exigimos que tenían que regresar, es el Sindicato que debe de pelarlas y recuperarlas”, explicó el director de Bomberos, Rafael Carrillo.
“Yo no puedo hacer nada contra el secretario anterior por haber reasignado mal las plazas. Al final de cuentas es un hecho que ya está consumado. Es un hecho en el que nosotros no podemos intervenir con alguna sanción; el estatuto no provee esa facultad, son plazas que ya están otorgadas”, explicó Guillermo Aldrete Casarín, secretario general del Sindicato Estatal de Burócratas en Baja California.
Los derechos laborales en detrimento contra los bomberos consisten en que son 240 bomberos de confianza, que tienen en promedio entre los 40 a 45 años de edad, quienes buscan se les garanticen sus derechos laborales y el seguro de vida para sus familias.
“El que está más viejo esperando una base, es quien entra en ese lugar. Lamentablemente tenemos un rezago importante en la basificación de bomberos; son compañeros que tienen hasta 15 años esperando una base, es decir ya media vida esperando una base. ¿Cuál es la consecuencia de esto? Que adquiere una base con 40 años de edad, que tenemos bomberos de avanzada edad que en lugar de ser un beneficio para la comunidad, son un riesgo para la corporación”, explicó el líder sindical.
“Estoy confiado en que la alcaldesa va a hacer lo propio, es cuestión de ajustar números y favorecer a los compañeros. Insisto, es muy importante ya darles la base a los bomberos, porque se están jubilando con 50 o 60 años de edad, y difícilmente un bombero de 60 años puede soportar la manguera, descendiendo la unidad y metiéndose al fuego a rescatar la vida de otro ser humano”, detalló.
“Yo estoy seguro de que recibiremos 100 bases en este cambio de administración… Yo creo que podemos darle la mitad a bomberos: 50 para bomberos y 50 para la administración pública”, reiteró su confianza en Caballero.
Los bomberos compartieron a ZETA algunos mensajes y audios en los que se hace presente el hostigamiento por parte de Marcelo de Jesús Machain Servín, Oficial Mayor Municipal de Tijuana, con sanciones administrativas o de despido en caso de manifestarse por sus condiciones laborales, específicamente en la protesta del día 8 de enero de 2024, cuando los bomberos entregaron un pliego petitorio en presidencia, pero hasta ahora no han tenido respuesta ni de la alcaldesa ni del director de bomberos Rafael Carrillo.
“El Oficial Mayor no tiene tiempo de hostigar. Le voy a decir qué pasa: a veces pagan a otras personas para venir, pero como este no es el caso, yo los atiendo directamente”, se deslindó la alcaldesa de Tijuana.