Con una visión consensuada sobre el cine socioambiental, el actor mexicano Miguel Rodarte promueve narrativas y expresiones que generen el diálogo y cambio de conciencia en el entorno ecológico y social.
“Las nuevas generaciones sobre todo deben prestar atención a este tipo de temas, seguir esa línea. Entiendo que hay diferentes enfoques, otros muy específicos, pero socioambiental aún falta abordarlo. Como actor, entender que somos personas sensibles y procurar hacer un cambio desde nuestra trinchera, desde el director, interpretación y distribución”, planteó a ZETA Miguel Rodarte, quien recientemente fungió como Jurado en la Selección Oficial para el Premio de Cine Socioambiental, parte del Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG).
Referente a la labor que se ejerce desde el séptimo arte y a la crítica que señala al gremio de postureo, el actor de “Los Héroes del Norte” y el programa episódico “Sierra Madre” reflexiona: “Me he formado en el rubro del cine ambiental tomando diplomados, compartiendo pláticas y paneles en foros de empresarios en el Senado de la República. Por otro lado, se nos ha criticado como pseudoambientalistas y doble moral, pero a cualquiera que le preocupa el planeta y su entorno es un ambientalista, sobre todo quien realmente quiera hacer algo a favor del planeta. No hay que minimizar la intención de cada quien, y esa formación que indico también me ha servido no solamente para ver las narrativas que se presentan desde el punto de vista cinematográfico, sino desde el contenido y cómo se presentan”.
De acuerdo con el anuario estadístico del cine mexicano 2023, de los 234 largometrajes nacionales producidos, cerca del 5% es destinado al cine socioambiental, teniendo como plataformas a encuentros como el Festival Internacional de Cine y Medio Ambiente de México (Cinema Planeta), Cinema Ambienta BlueCommunities y Festival Internacional de Cine Animal y Ambiental.
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“Utilizar el cine como vehículo para denunciar, dar a conocer y crear empatía sobre qué está pasando es destacable, porque muchas veces no se tienen los elementos narrativos, o de pronto vemos manifestaciones de personas locales o del país que están viviendo la problemática directamente y se interesan en hacer algo, pero nosotros quizás no lo entendemos”, añadió el actor sinaloense.
Producciones mexicanas como “El agua de la Tierra”, de Pedro Narváez; “¿Qué les pasó a las abejas?”, de Adriana Otero y Robin Canul; e internacionales como “We Are Guardians” (Brasil), de Chelsea Greene y Rob Grobman y “Ciudad a la Espalda” (Ecuador), de Paola Rodas Ziadé, ponen en introspección cómo argumenta la investigadora del Departamento de Derecho por la Universidad Metropolitana Azcapotzalco, Odette Mendoza Becerril, la crítica respecto a la apatía de la existencia de la crisis ecológica.
“Hay que invitar a cualquier persona que está viviendo una problemática en su comunidad a que cuente su historia, que haga toda una investigación alrededor y se presenten en festivales de cine, porque difícilmente se atienden las denuncias y es ahí cuando el cine toma parte como medio para poner evidencia ante autoridades. Qué bueno que cada vez más se está imponiendo dicha temática en nuestras vidas, es fundamental tener mayor conciencia de cuál es nuestro impacto en el entorno y en nuestras formas de vida. Cierto, nos dirigimos a un punto de no retorno en cuestión ambiental en todo México y el mundo, incendios en todo el país, falta de agua, temas que ya nos afectan de manera directa y forman parte de nuestro día a día. Es por eso que aplaudo que ya se van reflejando otras expresiones de cine como historias de ficción, donde tienes que contemplar la conciencia ecológica dentro otras temáticas”, precisó Miguel Rodarte.
