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martes, mayo 7, 2024
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Señor juez: ¡ampáreme!

Parlamento


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Para el Dr. Miguel Gárate Velarde, maestro querido, abogado admirado.

In memoriam.

Don Carlos Arellano García, fue mi maestro de Juicio de Amparo en mi primer posgrado en Derecho, cuyo libro de texto utilizo en consulta histórica y, sobre todo, cuando imparto esa clase.


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 El Dr. Arellano solía contar una leyenda sobre por qué no se llamó Juicio de Protección, o cosa parecida, provocando la inquietud sobre el origen de la frase JUICIO DE AMPARO. En ese entonces, la ansiedad por atinar desde el punto de vista académico, etimológico o alguna respuesta más aguda, era resuelta por el propio maestro con una leyenda que contaba graciosamente, más o menos así: “la leyenda su ubica en Yucatán en el siglo 19, en honor a Don Manuel Crescencio García Rejón, padre del Juicio de Amparo como instrumento de protección del gobernado en la Constitución yucateca de 1841. Se dice que la policía aprehendió a un borrachito consuetudinario. Esa tarde, iba caminando el borrachín sometido por los policías del pueblo quienes los conducían hacia la cárcel, pero visiblemente golpeado, maltrecho, en claro sufrimiento. El Juez del pueblo, se encontraba en una esquina y alcanzó a ver a aquel hombre maltratado y se acercó, para tan solo escuchar que el detenido exclamó: Sr. Juez: ¡ampáreme!

El juez se marchó del lugar y se dirigió a su oficina, para escribir un documento breve pero potente, dirigido al alcalde y a “quien fuere responsable de aquel detenido”, para que se trajera “sin demora” ante su presencia a aquel hombre, ordenando que desde ese momento el detenido estaba a su disposición y no de la policía aprehensora (suspensión). Lo anterior, para revisar su caso y de ser necesario, ampararle, dadas las señales evidentes de abuso de fuerza. El Juez lo amparó.

Hasta ahí, la leyenda que contaba Don Carlos Arellano. Sin embargo, quiero destacar la importancia de nuestra ley de amparo y la canallada de la reforma recientemente aprobada por los legisladores de Morena.

  1. La ley de amparo aún vigente otorga facultades a los jueces para dictar suspensiones o medidas cautelares.
  2. Estas medidas tienden a moderar los efectos de los que se discute en un amparo, sea una ley como las afores, o una detención como la del borrachín.
  3. Lo importante de la SUSPENSIÓN en materia de AMPARO, es que el Juez pueda anticiparse y EVITAR daños, sufrimientos o pérdidas evitables.
  4. Los jueces tienen de suyo varias limitantes tanto para otorgar suspensiones como amparos. Empero, con la reforma al artículo 129, se limita al juez a atender caso por caso. Luego, la limitante se amplía reduciendo al mínimo los márgenes de protección que se nos pueda otorgar.
  5. Por su parte, la adición al artículo 148, impide que un juez pueda darle efectos generales a una suspensión y detener la aplicación de una ley, no obstante que sea un caso previsiblemente inconstitucional (apariencia del buen derecho).

En México, por detenciones como las de la leyenda, sin control, han desaparecido personas por miles. Sin facultades para que los jueces protejan y amparen, se expropian propiedades, se abusa, se cobran derechos de agua mediante extorsión gubernamental, se clausuran negocios, se confiscan las afores, se dañan reputaciones y se pierden vidas.

Lo anterior, describe el desastre que nos espera si continúa el gobierno de Morena y ese partido, con mayoría en el Congreso. Los juicios de amparo que vienen podrían ser sobre tu casa, tu afore, tu vehículo, tu negocio, tu libertad, tu educación, tu salud y en general, sobre tu vida.

Esta reforma a la ley de amparo, contra la que nos debemos paradójicamente amparar, debe ser causa de despido inmediato de Morena y su 4T del Ejecutivo y del Legislativo, si es que queremos salvar a nuestro país y sostener la posibilidad de que cualquier ciudadano, pueda decir cuando lo requiera: Sr. Juez: ¡ampáreme!… y que el juez eficazmente lo ampare.

El autor es maestro en Derecho y fue diputado federal de la 57 legislatura (1997-2000), ex cónsul general de México en Estados Unidos, subsecretario de Gobernación y ex magistrado del Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa.

Correo: juanmarcos@jmgutierrezyasociados.mx

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