Del director Daniel Calparsoro viene este poderoso thriller que expone cómo el sector inmobiliario se convirtió en el mejor método para el lavado de dinero en España durante la primera década del nuevo milenio.
La historia gira alrededor de Iván (Arón Piper), un joven de Vallecas que en su niñez probó mejor suerte cuando su padre aprovechó la buena racha crediticia que luego se convirtió en una burbuja económica que estalló y dejó a buena parte de la clase media en una situación de pobreza. Fue, vaya, la época de los famosos paros laborales.
De ahí, el protagonista creció viendo a su padre reprochar a los malos gobiernos frente a un televisor, y, ya siendo un muchacho, comenzó a trabajar como valet en un exclusivo club deportivo, convencido de que habría de buscar otro camino para amasar una fortuna.
Y un día lo encontró cuando se ofreció a llevar a Bruselas a un cliente que había tomado demasiado; 300 euros fue el trato, pero en el trayecto, aprovechando el estado de ebriedad del desconocido a bordo, el audaz conductor detiene el auto, abre la cajuela, encuentra un maletín con efectivo, se apropia de unos billetes y, al llegar a su destino, acusa al hombre con la aún desconocida Anne-Marie (Laura Sépul) de haber robado parte de la entrega. Al contar el dinero, la mujer verifica lo dicho por Iván, y esa mentira le abre la puerta para dejar el trabajo legal atrás y comenzar a ser un “correo”.
Iván siempre quiere más, ese es su problema. No mide el riesgo, no escucha las advertencias de delincuentes más experimentados que él, como Anne-Marie, y no duda en querer verle la cara a personajes tenebrosos como Escámez (Luis Tosar), apodado El 3 por Ciento porque era su margen de ganancia en cada operación de lavado de dinero que se hacía. Iván no sólo quiere superarlo; lo desafía con seducir a su hija (María Pedraza), pues ignora las prohibiciones.
Este muchacho se siente poderoso, astuto, le encanta moverse entre el jet set de la Costa del Sol, que pronto se llena de vivienda vertical, el medio perfecto para que el dinero sucio se limpie. Pronto encuentra un aliado, Yannick (Nourdin Batan), un veinteañero guardia de origen marroquí, bueno para los golpes y para la fiesta.
Hasta aquí dejamos el recuento de una película muy bien escrita por Patxi Amézcua y Alejo Flah, con subtramas, giros inesperados y verdades recreadas que reflejan el daño al tejido social que deja la corrupción. De estreno en Netflix, no se la pierdan. ****
Punto final. – La saga de “Mad Max” sigue dando frutos en la pantalla grande.