Un borracho va en moto y choca con una señal de tráfico. Llega un policía y pregunta:
— Señor, ¿no vio la flecha?
“¡Ni al indio que me la tiró!”.
* * *
Un hombre llega de la cena de su empresa con una borrachera de campeonato, entra a su casa repasando para hacer ver que se encuentra bien:
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“Esta es la puerta de entrada a mi casa, esta es mi cocina, esta es la habitación de mis niñas,
esta es mi habitación, esta es mi lámpara que está en mi mesita, esta es mi mujer, y el que está a su lado… ese, ¡ese soy yo!”.
* * *
Llega un borrachito, más folclórico imposible, a su casa a las cinco de la mañana. Su esposa le reclama:
— ¿Qué horas son estas de llegar?
“¿Quién dijo que ya llegué? ¡Sólo vine por la guitarra!”.
* * *
Un borracho camina a su casa cuando ve un letrero que le llamó la atención. Comienza a llorar desconsoladamente cuando, por casualidad, pasa su vecino y le pregunta:
— ¿Por qué llora, vecino?
“A lo que hemos llegado en este mundo. ¡En ese letrero dice que se vende madre sin sentimiento”.
El vecino lee el letrero y le contesta:
“Pero si ahí dice ‘Se vende madera, zinc y cemento’”.
* * *
Dos borrachos están en un bar; uno pregunta al otro:
— Oye, compadre, ¡hic! ¿Por qué te gusta beber?
“Para ¡hic! verme más guapo, bello, y hermoso”.
— Y ¡hic! ¿por qué dices que para verte más guapo, bello y hermoso?
“Porque cuando llego a mi casa, mi mujer me dice: ‘Muy bonito, muy bonito’”.
* * *
Dos borrachos caminan por la nieve, uno de ellos ve a un perro San Bernardo con su barrilito de whisky y grita:
— ¡Mira! ¡Ahí viene el mejor amigo del hombre!
“Sí, ¡y tiene un perro!”.
Autor: Un sobrio, seguramente.
Prueba de locos
Un manicomio decide sacar a unos cuantos del lugar porque estaba muy lleno, para eso les hicieron una prueba a los locos, dibujaron una puerta en la pared, y al que se diera cuenta que la puerta no era de verdad, lo sacarían. El primer loco paso enfrente y trata de abrir la puerta; en eso otro loco no para de reír, la sospecha del encargado es que él ya no está loco, y otro loco trata de abrir la puerta, mientras tanto, el otro loco todavía sigue riendo. Eso llama la atención del encargado, quien pregunta al loco:
— Por qué te ríes?
“¡Es que aquí traigo las llaves!”.
Autor: Un psiquiatra.
Casados por una noche
Un hombre y una mujer se encuentran en un tren, y les indican que por un error deberán compartir un camarote. El hombre y la mujer se molestan, pero al ver que no tienen alternativa, deciden aceptar la única opción que les queda. Después de lo embarazoso de la situación inicial, ambos encuentran su lugar, se acuestan, el hombre en la litera superior y ella en la inferior del camarote. A media noche, el hombre se inclina al lateral de la litera, despierta a la mujer y le dice:
“Siento molestarla, pero tengo un frío tremendo. ¿Podría darme otra cobija?”.
La mujer se asoma al lateral de la litera y con un guiño de ojo le dice:
“Tengo una idea mejor. Sólo por esta noche supongamos que estamos casados”.
Encantado, el hombre exclama:
“De acuerdo, ¡FENOMENAL!”.
Y la mujer remata:
“¡Consigue tu propia cobija, si no soy tu chacha!”.
Autor: Un divorciado.
El verdadero Robin Hood
Un mendigo vaga por el bosque, cuando de repente le sale un enmascarado y le dice:
“Alto ahí, soy Robin Hood, yo le robo a los ricos para darle a los pobres”.
El mendigo le contesta:
“Vaya, yo soy el más pobre de los pobres”.
Robin Hood le empieza a dar bolsas y bolsas de oro y joyas, entonces, el feliz mendigo salta de alegría y grita:
“¡Soy rico! ¡Soy rico!”.
En eso el enmascarado exclama:
“¡Alto ahí! ¡Soy Robin Hood!”.
Autor: Un fantasioso.
Gallegos en el cine
Manolo y Venancio entran al cine a ver “Apolo 13”. En el momento crucial, el actor principal dice:
“Houston, tenemos un problema…”.
Y Venancio murmura a Manolo:
“¡Cómo no van a tener un problema, si viene pilotando Forrest Gump!”.
Autora: La Pilarica.
Pregunta sabia
Un niño pregunta a su madre:
—¿Por qué mi papá tiene tan poco pelo?
“Es que tu padre es muy inteligente”.
— Entonces, ¿Por qué tú tienes tanto?
“¡Cállate ya y come tu sándwich!”.
Autor: El padre.
