Al incansable maestro
le dedico este poema
por ponerle tanto empeño
al dar clases en la escuela.
Profesor o profesora
es quien guía a los alumnos
a que comprendan la historia
y tomen un mejor rumbo.
Expertos en la educación,
se entregan en cuerpo y alma,
y enseñan con ilusión
letras, números y mapas.
Amplían el horizonte
a sus alumnos y alumnas
con diferentes lecciones
que los llevan a la luna.
Esos seres tan valiosos
son en verdad responsables
de educación con decoro;
son como segundos padres.
En la memoria se quedan
de las niños y los niños
cuando a leer los enseñan;
se convierten en amigos.
Que a maestras y maestros
Dios les de su bendición,
y que todos los respeten
dándole a su obra valor.
Su enseñanza permanezca
como un tesoro en el alma,
y bendita recompensa
que a todos brinda esperanza.
Lourdes P. Cabral.
San Diego, California.