El sospechoso principal de la autoría intelectual del asesinato del fotoperiodista Margarito Martínez, y señalado por las autoridades como narcotraficante al servicio del cártel Arellano Félix, David López Jiménez, el Cabo 20, ha presentado a través de su abogado Rogelio Robles Dumas, una solicitud para “cambio de medida cautelar”. Lo que quiere el detenido en agosto de 2023 y desde entonces preso, es recuperar su libertad para así llevar su proceso. Sus argumentos: que no es peligroso y que tiene arraigo en Tijuana. Aun cuando no ha sido vinculado por el crimen de Margarito, López Jiménez está siendo procesado como autor intelectual de otro homicidio, el de uno de sus cómplices, y ha sido incluido en las listas estatales como generador de violencia y objetivo prioritario por las autoridades bajacalifornianas desde finales del año 2018. En el recurso presentado la semana pasada, el imputado y su litigante, aseguraron que López era una persona de bien que no representaba riesgo para nadie, y solicitaron que le modificaran la medida de “prisión preventiva oficiosa”, que le dictaron en el juicio por la muerte de su subalterno, para llevar el proceso en libertad. Quiere andar en la calle y se dice dispuesto a comprometerse a presentarse a una firma catorcenal y a acudir a las audiencias de su juicio cuando sea citado. Como era de esperarse, la Fiscalía no estuvo de acuerdo, presentó elementos para mostrar que este cabecilla de grupo delictivo, representa un peligro para las familias de sus víctimas, y el juez coincidió en ello. Si no quiere ver fantasmas… En la misma audiencia pública, el abogado Rogelio Robles Dumas pidió al juez que prohibiera a los medios de comunicación mencionar su nombre y sus datos curriculares, dando a entender que esa situación lo hacía sentir inseguro. Argumentó que lo protegía la misma Ley que, por el principio de presunción de inocencia, permite limitar la publicidad de la identidad de las víctimas y los imputados en los juicios. Pero esta legislación no le aplica. Sí, existe la manera de que un abogado pueda solicitar anonimato, pero debe declararse en peligro y evidenciar porqué. Sin embargo, en su caso, eso sería irónico e imposible, porque conforme al recurso que presentó apenas el 12 de abril, si su cliente -el Cabo 20- no representan un riesgo para las víctimas, entonces menos para él. Aparte de defender al señalado integrante del CAF, Robles se presenta como abogado todólogo, electoral, penal, civil, de amparo y familiar, al tiempo que presume haber sido subdirector de gobierno en el XXIII ayuntamiento de Mexicali, tuvo cargos de la XIX a la XXIII Legislaturas, e impartió clases en la UABC.