El Gobierno de México otorgó asilo político, el 5 de abril de 2024, a Jorge David Glas Espinel -vicepresidente ecuatoriano, desde el 24 de mayo de 2013 hasta el 6 de enero de 2018-, quien se encontraba en la Embajada de México en Quito, desde el 17 de diciembre de 2023, después de que, un día antes, la Fiscalía General del Estado de Ecuador ordenó su ubicación, localización, inmovilización y traslado, dentro de una investigación por presunto peculado.
La Cancillería de Ecuador pidió al Gobierno mexicano, el 22 de diciembre de 2023, analizar detenidamente el pedido de asilo de Glas Espinel, o en caso contrario, según consideró, ello sería deplorado por el país sudameticano.
“México deberá analizar [el asilo] detenidamente, con base en lo establecido en la convención sobre asilo diplomático de 1954 de la que son parte ambos”, señaló el Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana de Ecuador, en un comunicado.
“Ecuador actuará con absoluta firmeza con base en los altos intereses del Estado, dentro del marco del derecho internacional, en particular de la convención sobre asilo diplomático de 1954”, afirmó el Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana ecuatoriano.
El Gobierno de Ecuador había dicho que “resulta jurídicamente evidente” y que no sería lícita la concesión de asilo diplomático, en virtud del Artículo III de la Convención sobre Asilo Diplomático de 1954, que argumenta que no se puede conceder dicho estatus a personas procesadas o condenadas por delitos en tribunales penales.
La Fiscalía General del Estado de Ecuador había solicitado a Glas Espinel, reunirse con dicha institución de procuración de justicia, por un caso relacionado con fondos públicos, recaudados para ayudar a la reconstrucción de la provincia costera de Manabí, después de un terremoto en 2016.
Glas Espinel, de 54 años de edad, fue condenado en 2017 a seis años de cárcel, luego que la justicia del país sudamericano lo declarara culpable de recibir sobornos de la constructora brasileña Odebrecht, a cambio de otorgar contratos estatales a dicha firma.
“Hay una persecución política desde el año 2017 escalada últimamente por la Fiscal General del Estado que arbitrariamente pretende procesar y detener a Jorge Glas, siendo él una persona inocente […] Existe un odio político tremendo”, dijo a Reuters por teléfono, el abogado Eduardo Franco Loor.
Glas Espinel también fue condenado en 2020 a 8 años en un caso, donde también fue sentenciado Rafael Vicente Correa Delgado -presidente del Ecuador durante tres mandatos sucesivos, desde el 15 de enero de 2007 hasta el 24 de mayo de 2017-, por supuestamente utilizar dinero de contratistas, para financiar campañas electorales del partido Movimiento de Revolución Ciudadana.
El ex vicepresidente ecuatoriano había sido encarcelado y liberado repetidamente, por última vez en noviembre de 2022, después de cumplir cinco años de sentencia. Aunque podía circular libremente dentro de Ecuador, tenía prohibido salir del país sudamericano durante el resto de sus condenas.
No obstante, la Asamblea Nacional ecuatoriana no autorizó, el 21 de diciembre de 2023, el enjuiciamiento penal de Glas Espinel por los supuestos sobornos de Odebrecht, pero la Fiscalía General de Ecuador dijo que insistiría en formular cargos en su contra por dicho caso.
“[…] se informa que, luego de un análisis exhaustivo de la información recibida, el Gobierno de México ha decidido otorgar asilo político al señor Jorge David Glas Espinel, quien actualmente se encuentra en la Embajada de México en Quito, lo cual será comunicado oficialmente a las autoridades ecuatorianas junto con la solicitud de que concedan el salvoconducto respectivo, de conformidad con la Convención de Asilo Diplomático de 1954, tratado internacional del que México y Ecuador son Estados parte”, señaló la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) mexicana, a través de un comunicado, emitido el 5 de abril de 2024.
“Debe recordarse que, conforme a lo dispuesto en dicha Convención, es el Estado asilante -en este caso México- el único facultado para calificar la naturaleza de la persecución contra solicitantes de asilo político (artículo IV), que su decisión de continuar con el asilo debe ser respetada por el Estado territorial -en este caso Ecuador- (artículo IX) y que, otorgado el asilo, el Estado asilante puede pedir la salida del asilado hacia territorio extranjero, y el Estado territorial está obligado a dar inmediatamente el correspondiente salvoconducto”, detalló la Cancillería mexicana.
“Asimismo, el Gobierno de México rechaza el incremento de la presencia de fuerzas policiales ecuatorianas afuera de la Embajada de México en Quito, la cual, según declaraciones de autoridades del Ecuador, es una medida de rechazo e inconformidad por declaraciones de autoridades mexicanas”, acusó la SRE.
“Esto constituye un claro hostigamiento a su Embajada y una flagrante violación a la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas. Es evidente que estas acciones no corresponden a las prácticas habituales de vigilancia y protección de los inmuebles diplomáticos, basadas en las normas que regulan la buena convivencia entre las naciones”, explicó la Cancillería mexicana.
“El Gobierno de México exige a Ecuador a respetar nuestra soberanía, a no lesionar el Derecho de Asilo y a cumplir con sus obligaciones internacionales, garantizar la inviolabilidad de las misiones diplomáticas y cesar la política de hostigamiento y amedrentamiento”, enfatizó la Secretaría de Relaciones Exteriores.
“De mantenerse esta situación, México responsabiliza a Ecuador de cualquier afectación a la sede diplomática, a su personal acreditado y a toda persona que se encuentre bajo la protección del Estado mexicano en ese país”, abundó la SRE, que también se posicionó respecto a que el Gobierno ecuatoriano declaró, un día antes, como persona ‘non grata’ a Raquel Serur Smeke, titular de la Embajada mexicana en dicho país sudamericano, quien será sustituida, temporalmente, por el ministro Roberto Canseco Martínez, actual Jefe de Cancillería y Asuntos Políticos de la representación diplomática mexicana.
“Desde la presentación de sus cartas credenciales ante el Estado ecuatoriano, el 18 de junio de 2019, la embajadora Serur Smeke desplegó una destacada labor diplomática en favor de la profundización del diálogo político entre México y Ecuador y brindó siempre una atención puntual a la comunidad mexicana en ese país. Durante su gestión se llevaron a cabo tres visitas presidenciales con interés de concretar una cuarta”, recordó la SRE.
“Se estrecharon lazos entre los sectores empresariales de ambos países y se fomentó intensamente el intercambio cultural. En todo momento, la embajadora Serur Smeke ciñó su actuación a los principios de política exterior establecidos en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y en el derecho internacional, por lo que la declaración aludida reviste claramente un carácter político”, dijo la Cancillería mexicana.
“La Embajada de México en Ecuador quedará a cargo del ministro Roberto Canseco [Martínez], actual jefe de Cancillería de la misión, y continuará operando con normalidad tras este movimiento para atender las necesidades de la comunidad mexicana que radica en ese país. México lamenta esta decisión diplomática que considera desproporcionada”, finalizó la Secretaría de Relaciones Exteriores.