El presidente Andrés Manuel López Obrador negó, el 3 de abril de 2024, que los enfrentamientos en Chiapas entre dos grupos criminales y la Guardia Nacional (GN), ocurridos el día domingo 31 de marzo del presente año, dejaran 25 muertos, en la localidad Niños Héroes, del municipio La Concordia, a unos 140 kilómetros de Tuxtla Gutiérrez, hacia la frontera sur con Guatemala.
Durante su conferencia de prensa matutina, llevada a cabo desde el Salón Tesorería del Palacio Nacional, el titular del Poder Ejecutivo Federal aseguró que el saldo total de fallecidos fue de 10 personas, no 25, como reportó la organización no gubernamental Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas.
“Eso es lo que dice una organización de derechos humanos, que se quedó con la idea de que somos iguales nosotros a los represores de antes. Sí [hubo enfrentamiento] se dio información, fueron dos enfrentamientos de dos grupos en Chiapas y esta organización de derechos humanos habló creo que de 25, que no es cierto, deben ser como 10 en dos grupos, no, cinco en una parte y otro día otros cinco”, señaló el mandatario nacional.
“Fue un enfrentamiento de dos grupos, se metieron a un rancho que presuntamente es de un jefe de un grupo y se confrontaron […] Al día siguiente poco después van refuerzos, estamos construyendo dos puentes nosotros allá en La Concordia, y hay un campamento de la Guardia Nacional porque hostigaban mucho a los trabajadores y a los constructores”, agregó el mandatario nacional.
En un comunicado, la ONG afirmó, el 2 de abril de 2024, tener conocimiento de que el día domingo 31 de marzo del presente año, ocurrió “una masacre en la localidad Niños Héroes, municipio La Concordia, donde, de acuerdo con testimonios, fueron asesinadas alrededor de 25 personas en el marco de un enfrentamiento entre la Guardia Nacional y un grupo armado”.
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El Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas precisó que en esos hechos “resultaron heridas y asesinadas personas de la población civil” que se encontraban esperando el transporte conocido como “Chalán” -una embarcación de carga-, para cruzar la presa La Angostura, “quienes quedaron atrapadas en medio del fuego cruzado”.
En el comunicado, la ONG apuntó que, de acuerdo con lo documentado, entre las 10:00 de la mañana y 12:00 de la tarde del 31 de marzo de 2024, comenzaron a concentrarse un aproximado de 40 personas, entre las que se encontraban mujeres, niños, niñas y adolescentes, así como personas mayores, en la rivera de la presa, esperando el transporte que los llevaría, junto con sus vehículos, a la comunidad Ignacio Zaragoza.
Durante la espera del transporte, “agentes de la Guardia Nacional arribaron al lugar en persecución del grupo armado, suscitándose un fuerte enfrentamiento entre ambas partes, colocando a la población en medio del fuego cruzado, vulnerando el derecho a la vida e integridad por el uso desproporcionado de la fuerza”. La ONG expuso que “un sin número de personas resultaron heridas”.
“Preocupa la circulación de videos grabados por las propias Fuerzas Federales en los que se refiere que las personas asesinadas presentaban tiros en la cabeza. Por los hechos posiblemente se trató de tiros de gracia, es decir, que podrían ser ejecuciones extrajudiciales”, apuntó el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas.
Ante los presuntos hechos, la organización no gubernamental hizo “un enérgico llamado al Estado mexicano a indagar esta masacre” y a identificar las responsabilidades de la Guardia Nacional, en el uso excesivo de la fuerza, asesinato de civiles y probables ejecuciones extrajudiciales.
“Desde el Frayba y otras voces de la sociedad civil, hemos insistido en la necesidad de una intervención no militarizada ante el aumento de grupos armados. Lo expresado corrobora la incapacidad de estas corporaciones para intervenir en pleno respeto de la población, y garantizar su vida e integridad física y psicológica”, insistió la ONG.
El Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas añadió que las investigaciones debían contemplar también la falta de prevención por parte de la Guardia Nacional y la necesidad de replantear la estrategia de seguridad en la región, además de brindar una atención integral a las víctimas de dicha masacre.
En videos grabados por elementos de la GN se observaba al menos diez personas tiradas junto a la presa, en medio de charcos de sangre. Además, los efectivos de la Guardia Nacional mostraron, de manera extraoficial, el aseguramiento de más de diez armas largas y decenas de cargadores.
“Puro Cártel de Sinaloa, miren, puro Cártel de Sinaloa”, dice un presunto sicario en otro video, mientras presumía el emblema de la organización criminal y mostraba el cuerpo de un joven asesinado. Los agresores también indicaron un rancho incendiado, y entre risas señalaron que la hacienda pertenecía a alguien identificado como “Ataulfo”.
