Donald John Trump -presidente de Estados Unidos, desde el 20 de enero de 2017 hasta el 20 de enero de 2021- y virtual candidato presidencial del Partido Republicano, advirtió el 16 de marzo de 2024, que habría un “baño de sangre” en EE.UU. si perdía las elecciones de noviembre del presente año contra el actual mandatario estadounidense, el demócrata Joseph Biden.
“Ahora, si no soy elegido, será un baño de sangre para todo el mundo, eso será lo de menos, será un baño de sangre para el país”, dijo el magnate neoyorquino, durante un mitin en Vandalia, Ohio, en el contexto de su crítica a lo que consideró que eran planes chinos para fabricar vehículos en México y venderlos a los estadounidenses.
“Si no ganamos estas elecciones, no creo que haya otras elecciones en este país”, dijo Trump, durante una parte de su discurso, respecto a la imposición de aranceles a los automóviles importados y la competencia extranjera para la industria automotriz estadounidense.
El ex presidente de EE.UU. dijo que las elecciones presidenciales del 5 noviembre de 2024 serían la “fecha más importante” en la historia de Estados Unidos, y calificó su campaña hacia la Casa Blanca, como un punto de inflexión para dicho país.
El 12 de marzo de 2024, el ex mandatario estadounidense, de 77 años de edad, superó la cifra de mil 215 delegados necesarios para convertirse en el candidato virtual del Partido Republicano. La Convención Nacional Republicana se realizará del 15 al 18 de julio de 2024, en Milwaukee, Wisconsin.
El ex mandatario estadounidense ya no tenía rivales dentro de las elecciones primarias del Partido Republicano, debido a que Nimrata Nikki Randhawa Haley -ex embajadora de los Estados Unidos ante las Naciones Unidas, desde el 25 de enero de 2017 al 31 de diciembre de 2018-, puso fin a su campaña, el 6 de marzo de 2024.
Trump, que nunca ha reconocido su derrota contra Biden en las presidenciales de noviembre de 2020, está imputado por haber intentado revertir dichos resultados electorales y haber instigado el asalto al Capitolio, días después.
El 6 de enero de 2021, en un discurso frente a la Casa Blanca, pronunciado el magnate neoyorquino instó a sus seguidores a marchar hacia el Capitolio de Washington, D.C., justo cuando el Congreso certificaba la victoria electoral del ex candidato demócrata Joseph Biden, actual mandatario estadounidense.
Un total de 140 elementos de las fuerzas de seguridad fueron agredidos ese día en el edificio que alberga las dos cámaras del Congreso de los Estados Unidos, entre ellos alrededor de 80 agentes de la Policía del Capitolio y 60 del Departamento de Policía Metropolitana de Washington, D.C.
El 16 de marzo de 2024, durante su discurso en Ohio, el virtual candidato republicano presidencial calificó de “rehenes” a los detenidos por atacar el Congreso estadounidense y prometió que los indultaría si conseguía volver a la Casa Blanca.
La campaña de Biden respondió en un comunicado, en el que calificó a Trump de “perdedor” y lo acusó de querer repetir el asalto al Capitolio en enero de 2021. ”El pueblo estadounidense le va a propinar otra derrota electoral este noviembre porque sigue rechazando su extremismo, su afición por la violencia y su sed de venganza”, señaló.
“Quiere otro 6 de enero, pero el pueblo estadounidense le va a dar otra derrota electoral este noviembre porque continúa rechazando su extremismo, su fijación por la violencia y su sed de venganza”, dijo la campaña de Biden, en referencia a la toma del Capitolio de EE.UU., en 2021, por parte de los seguidores del republicano.
Por otra parte, el magnate neoyorquino también repitió su retórica insultante hacia los inmigrantes ilegales, a los que llamó “criminales” e incluso puso en duda que fueran “personas”. Sin embargo, acotó que no podía decir eso.
Trump acusó a Biden de haber “apuñalado por la espalda repetidamente a los votantes afroestadounidenses” al otorgar permisos de trabajo a “millones” de inmigrantes, y advirtió que ellos y los hispanos estadounidenses “serán quienes más sufrirán”.
El mitin en Ohio se produjo un día después de que el ex vicepresidente Mike Pence, dijera que no respaldaría a su antiguo jefe, para un segundo mandato de cuatro años al frente de la Casa Blanca.
Pence, que puso fin a su propia campaña presidencial, tras tener números negativos en los sondeos, dijo a la cadena Fox News: “No debería ser una sorpresa que no apoyaré a Donald Trump este año”.
El entonces vicepresidente de Estados Unidos envió una carta, el 12 de enero de 2021, a la presidenta de la Cámara de Representantes, la legisladora demócrata Nancy Pelosi, en la que descartó utilizar la Enmienda 25 para destituir a Trump.
“No creo que ese curso de acción sea en el mejor interés del país […] Aprobarla sentaría un precedente terrible”, señaló Pence en la misiva, que fue publicada mientras legisladores demócratas de la Cámara baja debatían avalar una ley no vinculante que pedía a Pence aplicar la Enmienda contra Trump.
El 6 de enero de 2021, luego de condenar los actos vándalos en el Capitolia, al iniciar la reanudación del conteo de los votos electorales, Pence, todavía vicepresidente de EE.UU., afirmó que “frente al vandalismo y la violencia, los legisladores están una vez más para apoyar y defender la Constitución”.