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miércoles, mayo 1, 2024
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Despiden a enfermeros en caso de Melissa Morales; compañeros piden transparencia

El miércoles 6 de marzo de 2024, una enfermera quirúrgica y un enfermero general fueron despedidos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), sin ninguna explicación; ambos fueron parte del equipo médico que estuvo en la cirugía donde Melissa Morales Mejía murió.

Los hechos en los que se les relaciona, ocurrieron el 23 de enero de 2024, con la muerte de la mujer de 43 años, a causa de una presunta negligencia médica en donde dejaron una gasa en su interior, cuando la operaron de la vesícula en junio de 2023 y cuya condición empeoró gradualmente.


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En ese momento, Desiré Sagarnaga, directora del IMSS en Baja California, mencionó que se abriría una investigación y que tardaría alrededor de 35 días, para obtener los primeros resultados.

Derivado de ello, se despidieron a ambos empleados, sin previo aviso ni explicación alguna, comentaron sus compañeros, lo que despertó la alerta entre ellos, pues consideraron que fue una situación que también les podría pasar.

El lunes 11 de marzo el personal de Enfermería de la Clínica 1 del IMSS, de distintos turnos, se manifestó en sus instalaciones para exigir transparencia en la investigación interna, la restitución de los empleados y la presencia del sindicato, para defenderlos.


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Karen Verdín, una de las protestantes, señaló que estaban usando a sus compañeros como “chivos expiatorios”, pues consideran al personal de Enfermería como el eslabón más débil y a los más fáciles de culpar cuando algo sale mal en el quirófano.

“El gremio de Enfermería exige un buen peritaje, en la investigación de la compañera que despidieron. Nosotros pedimos sanción, no despido, porque fue despido injustificado; que haya peritaje real por fuera del instituto y presencia del sindicato”, dijo.

Ante la situación de despido de sus compañeros, los manifestantes se dijeron vulnerables y a merced de las autoridades, ya que son el “eslabón más débil”, y, por ende, a ellos también les podía pasar.

Por su parte, Karla Navarro, otra de las manifestantes, hizo un llamado a sus compañeros a ya no usar sus propios insumos para realizar su trabajo, pues afirmó que la institución no cuenta ni con lo más básico, por lo que el personal tiene que sus propios oxímetros, glucómetros, baumanómetro y estetoscopios.

Maricruz Barraza, enfermera jubilada, señaló que cuando acuden autoridades del IMSS a nivel central, hacen ver como que todo está bien, que cuentan con todo el personal, todos los insumos y todos los medicamentos, para aparentar que todo está bien, pero la realidad es otra.

“Cuando vienen las autoridades de México, mandan llamar hasta los que están de permiso, para que vean que hay mucho personal, pero la realidad es otra. Hay seis enfermeras para 150 pacientes en Urgencias, ¿creen que son suficientes? Claro que no, deberían ser cinco o seis pacientes por enfermero, y en piso es similar; y ahora también tenemos que esperar a que nos corran cuando algo sale mal, porque somos los más vulnerables”, dijo.

En respuesta, la delegación del IMSS en Baja California, se limitó a enviar un escueto comunicado en el que señala que la medida se tomó en apego a su normatividad vigente, con base en la investigación hecha por la Coordinación Laboral de la Dirección Jurídica a nivel central.

También precisó que en la investigación se demostró que nunca hubo falta de insumos, recurso humano o de equipamiento, sin embargo, no explicó el motivo del despido de ambos enfermeros.

Autor(a)

Ángela Torres Lozano
Ángela Torres Lozano
Soy licenciada en Comunicación por UABC, periodista desde 2008, reportera en ZETA de temas generales y especializada en periodismo de ciencia y salud, también soy miembro de la Red Mexicana de Periodistas de Ciencia desde 2017.
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