En lo que va del año, las precipitaciones registradas en Baja California acumulan 161 milímetros lo que representa el 65 por ciento de las lluvias que ocurren anualmente en el histórico en la región, de acuerdo a las evaluaciones del Centro de Investigación Científica y de Educación Superior (CICESE) en Ensenada. La tendencia anual marca un cambio que concentra las precipitaciones en tormentas y trombas invernales, lo que obliga a que los protocolos de protección civil se acompañen de planes en mejorar la infraestructura en cobertura y calidad.
“Estudios que se han estado realizando sobre cambio climático en el tema de la adaptabilidad. Y contar con infraestructura que puedan responder a este tipo de precipitación es algo que tenemos que tener en vista. Los efectos del calentamiento global empiezan a ser vistos es momento de tener consciencia de los procesos de adaptabilidad que debemos tener para afrontar este tipo de eventos”, explicó a ZETA José Luis Rodríguez, investigador del CICESE.
“Si vamos a hablar de que toda la infraestructura pluvial, la queramos hacer subterránea como el agua y el drenaje, estamos hablando de que el déficit podría ser muy grande; estamos hablando de un 70 u 80 por ciento. Si vamos a tratar de hacer cunetas sería mucho menor el déficit, a lo mejor de un 30 por ciento”, calculó Gabriel Vizcaíno, presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) Tijuana.
“Si tenemos nosotros una infraestructura en lo general que se instaló en esos años en los 70 u 80. Hay partes de la ciudad, la propia zona norte, la zona Centro, que tienen una infraestructura con muchos años. Las colonias con más tiempo de Tijuana también. Yo creo que podemos aprovechar la coyuntura también en conjunto, que independientemente que sean infraestructuras separadas, la parte que sí nos va a unir es que pasan por vialidades que también están saturadas de vehículos”, apuntó Jesús García Castro, director general de la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Tijuana (CESPT).
Las lluvias han cambiado en la región, pues históricamente en la evaluación de 1981 al 2010 el acumulado anual es de 378 milímetros de lluvia en Baja California; mientras que en 2011 a 2023 el promedio es de 255, por lo que la precipitación disminuyó; pero los eventos se han intensificado y las temperaturas han propiciado la generación o el paso de tormentas y huracanes.