En el período de precampañas, Claudia Sheinbaum Pardo incluyó Baja California en su ruta de recorridos por el país, en los que tuvo oportunidad de encabezar actividades en un afán de posicionarse ante las bases de Morena, así como de PT y PVEM. Aun así, el 9 de febrero, en plena fase de intercampaña, la precandidata presidencial regresó a la entidad, donde de nueva cuenta se congregó con militantes del partido en el poder para tratar temas de “estructura”.
Al encuentro celebrado en un hotel de la Zona Río de Tijuana no asistieron los alcaldes de Baja California, a diferencia de la gobernadora, Marina del Pilar Ávila Olmeda, quien incluso para la ocasión ocupó lugar en el presídium.
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Si bien la intercampaña da lugar a que las fuerzas políticas resuelvan “posibles diferencias sobre la selección de sus candidatas y candidatos a los diferentes cargos de elección popular”, Sheinbaum Pardo se abstuvo de abordar esa temática en su reunión con el Comité Ejecutivo Estatal y los coordinadores operativos de Morena, según indicó el secretario de Derechos Humanos y Movimientos Sociales del CEE, Fidel Mogollón Pérez.
El también aspirante a la alcaldía de Rosarito negó que la precandidata haya visitado Tijuana con la finalidad de apaciguar los ánimos al interior del partido, ello cuando está en marcha el proceso de definición de candidaturas del oficialismo a las alcaldías y diputaciones locales de BC, con el pormenor de que en el municipio fronterizo ha habido voces inconformes con que Érick “Terrible” Morales busque contender por la alcaldía y posturas a favor de su participación por encima de las aspiraciones de la alcaldesa, Montserrat Caballero Ramírez, como se hizo constar con una proyección en apoyo al ex boxeador en plena fachada de Palacio Municipal el 1 de enero.
“Fue una reunión de trabajo, para efectos de revisar cómo vamos en el tema del partido”, refirió a ZOOM POLÍTICO Fidel Mogollón.
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A la par de asegurar que “no fue ni siquiera tema de la reunión las candidaturas ni las aspiraciones”, recalcó que menos aún se habló de posibles fisuras en el partido oficial: “No hablamos de fracturas ni de fricción. Se tocó únicamente el tema de estructura”.
En cuanto a la presencia de la gobernadora, se abstuvo de decir si estaba justificada. De cualquier manera, un representante partidista adscrito al bloque de la oposición manifestó vía telefónica que Ávila se condujo “en el límite” de sus facultades.
Durante la intercampaña los servidores públicos no están impedidos de hacer alusiones personales. “Decir ‘Yo con la doctora Sheinbaum es válido’, pero no se puede decir la futura Presidenta de México. Eso sería influir en la contienda”, ejemplificó.
A decir del militante opositor, no se constató que la mandataria bajacaliforniana hubiera interferido en el proceso electoral, de modo que acaso estuvo propiamente asesorada.
De la visita de Sheinbaum a Tijuana, Morena no hizo difusión abierta. Además de la sesión referente a la estructura partidista (compuesta de promotores y defensores del voto), la abanderada de la alianza oficialista, quien procederá a registrarse como candidata el domingo 18 de febrero, ofreció un panel de medios al que no fue convocado en su totalidad el gremio periodístico local.
Con motivo de su arribo acudieron a su encuentro al Aeropuerto Internacional Abelardo L. Rodríguez: Marina Ávila Olmeda, Montserrat Caballero Ramírez, la alcaldesa rosaritense Araceli Brown Figueredo, además de la diputada federal y abanderada para contender por una senaduría, Julieta Ramírez Padilla.
La legisladora también participó en el encuentro partidista, lo mismo que el presidente del Comité Ejecutivo Estatal, Ismael Burgueño Ruiz, diputados locales y demás legisladores federales, refirió Mogollón Pérez.
El mismo 9 de febrero, Sheinbaum visitó Baja California Sur y ese fin de semana también viajó a Sonora. En una y otra entidad, igualmente se reunió con militantes de Morena.
