El colapso de un tramo del muelle del Hotel Rosarito el lunes 19 de febrero, sirvió para acelerar el rediseño de la obra marítima que se trabajará como un andador peatonal, turístico y gastronómico en Baja California. Desde 2015 se clausuró el tramo de 200 metros más cercano al mar y se suspendió el mantenimiento ante la frustración del proyecto de cruceros, lo que provocó que el fuerte y alto oleaje derribara un tramo de seis por seis metros ubicado en altamar, aunque esto no puso en riesgo a ningún bañista ni turista.
Lo único que mantiene preocupados a los administradores del Hotel Rosarito es que el tramo colapsado vulnere al resto de la infraestructura, que pueda resultar dañada por el alto oleaje que se mantiene en la zona costa de Baja California. Lo que se espera, es que la Secretaría de Marina libere los permisos para hacer la demolición inmediata de la estructura afectada e iniciar con el proyecto del rediseño.
José Antonio Arrollo Rivas, ingeniero civil especializado en obras marítimas y quien construyó el muelle de Playas de Rosarito entre 2010 y 2011, explicó a ZETA que los 300 metros de andador que contemplan el nuevo proyecto se trabajarían en un espacio turístico y ecológico. En la parte marina del muelle, se planea habilitar como arrecife.
Además, la cafetería El Muelle no dejó de operar y se planea buscar más alternativas gastronómicas para el resto del camino.
“Ya se sabía que podía pasar. Hace cinco o seis meses sabíamos que estaba un poco dañada la parte del muelle o andador turístico. Y ya habíamos pedido por escrito a la Secretaría de Marina que nos diera la oportunidad, porque tenemos la concesión, de tumbar esa parte y hacerla arrecifes. Porque realmente el muelle es un arrecife, está lleno de jaibas, de cangrejos”, explicó Gustavo Torres, integrante del consejo del Hotel Rosarito.
Originalmente el proyecto sería un acceso a cruceros internacionales, que podrían usar los viajeros de San Diego, California y que llegarían a hacer una escala en Playas de Rosarito. Uno de los principales socios fue Viejas Casino, pero el proyecto se frustró en 2015 y se suspendió el mantenimiento en los últimos 200 metros del proyecto, donde se registró el colapso durante la mañana del lunes 19 de febrero de 2024.
La obra se transformó en solo un atractivo peatonal en el que se invierten bimestralmente 160 mil pesos en impuestos y derechos federales para que el Hotel Rosarito pueda contar con muelle; además de 168 mil dólares bianuales promedio en mantenimiento en 300 de los 500 metros lineales de pilotes, trabes, madera y placas del proyecto diseñado para cargar 50 toneladas por cada 36 metros cuadrados.