Ahora que la gobernadora Marina Ávila Olmeda inauguró su santuario animal Mily, con capacidad para más de 250 perritos, sería bueno que Protección Animal se diera una vuelta al rancho del empresario gasolinero Enrique Hernández Sánchez, donde tiene más de 60 perros, desde cachorros hasta adultos, en jaulas algunos, mal alimentados, enfermos, sin atención de veterinarios y, por tanto, con una tasa de mortalidad alta, especialmente cuando nacen los cachorros. A propósito de lo aquí publicado, que el empresario utiliza a los escoltas de la Fuerza Estatal de Seguridad Ciudadana como peones para cuidar perros, vehículos y gasolineras, vecinos del rancho ubicado en el Kilómetro 3.5 en Mexicali, para mejor ubicación a un lado del Yonke Tonkar, reportaron a DICHOZ: “… la perrera clandestina nos causa problemas a los vecinos colindantes ya que es constante el ruido de los ladridos todo el día, así como la peste que ocasionan, esto en una yarda de vehículos abandonada”. Los vecinos reportaron no haber visto personal alguno cuidando a los perros, y solicitan a la autoridad estatal una revisión para determinar si la perrera cuenta con permisos, personal veterinario, de cuidado e instalaciones adecuadas para el alojo de más de 60 perros. Los vecinos de Hernández Sánchez esperan que el compromiso de la gobernadora con la protección de los animales llegue al rancho donde los canes ladran por atención. A ver cómo les va, porque la Secretaría de Seguridad Ciudadana nada ha hecho por sus agentes, que hacen de todo… para lo que no están capacitados.