El Senado de Estados Unidos presentó, el domingo 4 de febrero de 2024, un proyecto de ley bipartidista de seguridad fronteriza, de 118 mil 200 millones de dólares, que también proporcionaría ayuda a Ucrania e Israel.
El pacto alcanzado por un grupo de senadores republicanos y demócratas prevé “una nueva autoridad de emergencia para cerrar la frontera”, entre Estados Unidos y México, en caso de que “esté colapsada”, informó, el 3 de febrero de 2024, el presidente Joseph Biden.
De ser aprobado por el Congreso estadounidense -en el Senado se necesitan 60 votos a favor y ser enviada, eventualmente, a la Cámara baja para su consideración-, el titular del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés), podría restringir los cruces fronterizos, si la media diaria alcanzaba los cuatro mil migrantes durante una semana.
Pero el DHS estaría obligado a prohibirlos si los cruces fronterizos sobrepasaban un promedio de cinco mil al día -en un periodo de siete consecutivos- u 8 mil 500 en una sola jornada, se lee en el texto del acuerdo bipartidista.
Pero el Gobierno Federal estadounidense estaría limitado en cuanto al tiempo que pudiera hacer uso de esa facultad, ya que durante el primer año, podría utilizarla durante 270 días; luego, 225 días naturales, en el segundo año; y 180 días, en el tercer año. La autorización expiraría al cabo de tres años.
El acuerdo también codificaría una política que exige al Gobierno tramitar al menos 1,400 solicitudes de asilo en los puertos de entrada cuando se activa la autoridad de emergencia. Además, eleva el nivel legal de exigencia de pruebas para superar el examen inicial de asilo, lo que hace potencialmente más difícil que los solicitantes lo superen.
Asimismo, aceleraría el plazo de tramitación del asilo de años a seis meses, e introduciría un nuevo proceso en el que el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de EE.UU. decidiría sobre una solicitud de asilo, sin pasar por el sistema de tribunales de inmigración. El proceso no se aplicaría a los menores inmigrantes no acompañados.
El acuerdo también preservaría la autoridad del presidente de EE.UU. para otorgar permisos humanitarios caso por caso, e incluiría cambios limitados, que restringirían los permisos humanitarios en las fronteras terrestres.
Además, autorizaría 250 mil visados de inmigrante adicionales, a repartir en cinco años, para familias y se aplicaría a quienes inmigran con base en un empleo. También proporcionaría una vía hacia la ciudadanía a los afganos que entren en Estados Unidos, tras la retirada estadounidense de Afganistán y amplíaría el programa especial de visados de inmigrante para los afganos que hubieran trabajado para el Gobierno estadounidense.
Ante ello, Biden dijo apoyar “firmemente” el acuerdo bipartidista presentado en la Cámara alta de EE.UU., mismo que proporcionaría miles de millones de dólares en nuevas ayudas a Ucrania e Israel, al tiempo que reforzaría la seguridad fronteriza y endurecería las leyes de asilo.
“Hemos alcanzado un acuerdo bipartidista sobre seguridad nacional que incluye las reformas fronterizas más duras y justas en décadas. Lo apoyo firmemente”, expresó el mandatario estadounidense, a través de un comunicado, en el cual instó al Congreso de EE.UU., a “aprobar rápidamente” el paquete para que pudiera firmarlo y convertirlo en ley.
“Me daría, como presidente, una nueva autoridad de emergencia para cerrar la frontera cuando se vea sobrepasado. Hará que nuestro proceso de asilo sea más justo y eficiente, al tiempo que protegerá a los más vulnerables. Acelerará los permisos de trabajo para que aquellos que están aquí y califican puedan llegar a trabajar más rápidamente”, insistió el mandatario estadounidense.
“Creará más oportunidades para que las familias se reúnan, a través de visitas de corta duración y mayores vías legales permanentes. Garantiza que los niños no acompañados más vulnerables tengan representación legal remunerada”, dijo Biden.
“Y proporcionará los recursos que he solicitado repetidamente para asegurar la frontera, agregando agentes de la patrulla fronteriza, jueces de inmigración, oficiales de asilo y máquinas de inspección de última generación para ayudar a detectar y detener el flujo de fentanilo”, explicó el presidente de EE.UU., quien también enfatizó que dichas reformas eran esenciales para hacerla más ordenada, segura, justa y humana.
Biden resaltó que el acuerdo bipartidista de seguridad incluía otras dos prioridades, ya que permitiría mantener el apoyo para defender a Ucrania de Rusia y también proporcionará a Israel lo necesario para defenderse contra los terroristas de Hamás, al tiempo de que proporcionaría asistencia humanitaria vital para el pueblo palestino.
El mandatario estadounidense envió un mensaje a los integrantes de la Cámara de Representantes, especialmente a los republicanos, a quienes señaló que ahora tenía en sus manos la posibilidad de que avanzara dicho acuerdo. “Trabajando con mi Administración, el Senado de los Estados Unidos ha hecho el arduo trabajo necesario para llegar a un acuerdo bipartidista. Estoy listo para resolver el problema”, puntualizó.
Por su parte, el líder de la mayoría del Senado, el demócrata Chuck Schumer, señaló que tomaría medidas para celebrar votar el proyecto de ley el miércoles 7 de febrero de 2024.
Además de 20 mil 230 millones de dólares para seguridad fronteriza, el proyecto de ley incluía 60 mil 060 millones de dólares para apoyar a Ucrania en su guerra con Rusia, 14 mil 100 millones de dólares en ayuda a la seguridad de Israel.
Así como 2 mil 440 millones de dólares para el Mando Central de Estados Unidos y el conflicto en el mar Rojo, y 4 mil 830 millones de dólares para apoyar a los socios de Estados Unidos en el Indo-Pacífico, que se enfrentaban a la agresión de China. Otros 10 mil millones de dólares servirían para proporcionar ayuda humanitaria a la población civil de Gaza, Cisjordania y Ucrania.
Con 370 páginas de extensión, la iniciativa proponía endurecer los requisitos para solicitar asilo en EE.UU., negándole la posibilidad a aquellos migrantes que pudieron solicitar asilo en países de tránsito o que pudieron mudarse dentro de sus países de origen.
La iniciativa de Ley fue negociada por tres senadores estadounidenses: el republicano James Lankford de Oklahoma, la independiente Kyrsten Sinema, de Arizona, y el demócrata Chris Murphy, de Pennsylvania. Asimismo, contó con la colaboración de los líderes de ambos partidos y la participación de funcionarios de la Administración encabezada por Biden.
No obstante, la medida propuesta por la Cámara alta de EE.UU., fue rechazada por Donald John Trump -presidente de Estados Unidos, desde el 20 de enero de 2017 hasta el 20 de enero de 2021-, así como por líderes conservadores republicanos.
“Sólo un tonto, o un demócrata de izquierda radical, votaría por este horrendo proyecto de Ley fronteriza, que sólo otorga autoridad de cierre después de que ocurran 5 mil cruces al día. Ahora [Biden] ya tiene el derecho de cerrar la frontera y que debe hacerse”, dijo el magnate neoyorquino, en la red Truth Social.
“Cualquier consideración de esta iniciativa de Ley del Senado en su forma actual es una pérdida de tiempo. Está muerto al llegar a la Cámara Baja. Alentamos al Senado de Estados Unidos a rechazarlo”, señaló el líder republicano en la Cámara baja, Mike Johnson.
ABBOTT Y 13 GOBERNADORES MÁS RETAN A BIDEN
El gobernador de Texas, Greg Abbott, regresó, el 4 de febrero de 2024, a Eagle Pass, con 13 gobernadores republicanos, a excepción de su homólogo de Florida, Ron DeSantis, quien comprometió, una semana antes, a enviar más elementos de la Guardia Nacional a dicha entidad fronteriza con México.
El mandatario texano agradeció a los gobernadores republicanos por respaldar las labores de su estado y reiteró sus afirmaciones de una “invasión” en la frontera sur. Nuevamente se refirió a una cláusula que aseguraba que lo respaldaba legalmente para defender a Texas.
“Estamos aquí para enviar un mensaje fuerte y claro de que estamos unidos en la lucha para asegurarnos de que seremos capaces de mantener nuestra garantía constitucional que afirma que podremos defendernos ante cualquier tipo de peligro inminente”, declaró Abbot.
Aunque DeSantis no estuvo en Eagle Pass, Abbott estuvo acompañado por los gobernadores Sarah Huckabee Sanders, de Arkansas, y Bill Lee, de Tennessee, además de los mandatarios de Georgia, Idaho, Indiana, Iowa, Louisiana, Mississippi, Missouri, Montana, Nebraska, New Hampshire, Dakota del Sur y Utah.
La conferencia conjunta se llevó a cabo en el Parque Shelby, un área de Eagle Pass controlada por los soldados texanos desde enero de 2024 y donde no se permitía el ingreso de agentes de la Patrulla Fronteriza de EE.UU., para procesar migrantes que cruzaban el río Grande.
El gobernador republicano dijo que tiene el derecho constitucional de defender su estado frente a “una invasión”. Además, acusó al presidente Biden de “abandonar su responsabilidad de hacer cumplir las leyes de Estados Unidos”.
Mientras que la gobernadora de Arkansas, Sarah Huckabee Sanders, también criticó al mandatario estadounidense durante la conferencia de prensa y dijo que los mandatarios republicanos tenían que “dar un paso al frente y hacer el trabajo del Gobierno Federal”.
AMLO PIDE A BIDEN NO CERRAR FRONTERA
El presidente de Andrés Manuel López Obrador, y su homólogo de Estados Unidos, Joseph Biden, hablaron por teléfono, el 3 de febrero de 2024, respecto a los desafíos de la frontera compartida entre México y EE.UU.
“En el espíritu de su sólida asociación, el Presidente Joe Biden habló esta tarde con el Presidente Andrés Manuel López Obrador. El Presidente Biden y el Presidente López Obrador discutieron desafíos en nuestra frontera compartida y se comprometieron a continuar su asociación productiva”, dijo la Casa Blanca.
Los dos mandatarios se comprometieron a continuar trabajando y reiteraron su compromiso de reforzar sus esfuerzos para contrarrestar las organizaciones criminales, involucradas en el tráfico de drogas, armas y personas.
“Biden expresó su agradecimiento por el apoyo operativo de México y por tomar medidas concretas para disuadir la migración irregular y, al mismo tiempo, ampliar las vías legales”, destacó la sede del Poder Ejecutivo Federal estadounidense, en un comunicado.
Además, Biden y López Obrador acordaron continuar la estrecha cooperación entre ambos gobiernos, para mejorar las vidas de sus ciudadanos y promover oportunidades en todo el hemisferio occidental.
“El primer mandatario ratificó a su homólogo estadounidense la propuesta del gobierno mexicano […] No optar por construir muros ni cerrar la frontera, porque no soluciona las causas de la migración ni resuelve el problema. Es pura propaganda política-electoral”, sostuvo el Gobierno mexicano, en un comunicado, donde enlistó diez puntos.
Según dicho documento, el político tabasqueño también habría planteado a Biden mantener el programa de recepción de migrantes por vías legales en Estados Unidos, combatir el narcotráfico y el consumo de drogas químicas como el fentanilo, regular la venta y exportación de armas a México.
Además de elaborar un plan de desarrollo conjunto para impulsar la industrialización y el comercio en el marco del Tratado de Libre Comercio, y reafirmar el compromiso de mantener relaciones de cooperación, amistad y respeto las soberanías.
“Manifestamos que cualquier ley que ignore las causas del fenómeno migratorio está condenada a convertirse en letra muerta […] La plática fue muy provechosa, de mutuo interés, inspirada en la política de buena vecindad, amistad y cooperación”, indicó el comunicado de la Presidencia de la República mexicana.
PROPUESTA DE BIDEN PARA CERRAR FRONTERA, “DEMAGÓGICA” Y “POR ELECCIONES’: AMLO
El presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó, el 29 de enero de 2024, que la propuesta de su homólogo estadounidense Joseph Biden, de cerrar la frontera entre México y Estados Unidos, es “demagógica” y se daba por la época electoral en Estados Unidos.
Durante su conferencia de prensa matutina -llevado a cabo desde el Salón Tesorería del Palacio Nacional-, el político tabasqueño cuestionó que EE.UU. destinara dinero para las guerras entre Rusia y Ucrania o a la de la Franja de Gaza, pero no se apoyara a países de América Latina y El Caribe.
“¿Y cómo se destina tanto dinero al armamentismo, a las guerras, cuánto dinero invertido para la guerra de Rusia y Ucrania? Y ahora, para la confrontación, también en la Franja de Gaza con Israel y, ¿cuánto a Guatemala, cuánto a Haití, cuánto a Honduras y otros pueblos? Entonces, es muy demagógica la postura ‘vamos a cerrar las fronteras’”, indicó el titular del Poder Ejecutivo Federal.
“Sí, lo respeto mucho al presidente Biden, se ha portado muy bien, antes también lo hizo el presidente [Donald] Trump, fue muy respetuoso de nosotros, entendemos la circunstancia, ¿pero imagínense cerrar la frontera? Con un poco de luz en la frente no se podría pensar que esa es una solución […] Imagínense el nivel de integración económica y comercial, somos los principales socios comerciales de Estados Unidos en el mundo”, insistió.
“¿Cómo se va a cerrar la frontera? Es como lo de los muros, una vez me planteó, porque había el acuerdo y se respetó con el presidente Trump, de no hablar del muro y se portó muy bien, una vez que le propongo, cuando estábamos en plena pandemia que se redujera el cobro de la remesas, lo que envían nuestros paisanos, las comisiones, me dice: ‘no, no, no, no, no, si lo que voy a hacer es utilizar eso, aumentarlo para la construcción del muro’”, agregó el mandatario nacional.
“Entonces le tuve que decir, con todo respeto, ‘presidente, eso no resuelve, le voy a mandar un video de un túnel que acabamos de descubrir de Tijuana [Baja California] a San Diego [California], que pasa por abajo de la garita. Habíamos encontrado ocho o 10 túneles, ahora ya tenemos un plan, ya no hay, ya no lo hemos encontrado’. Y estuvo, como tiene sentido del humor, pues solo se rió, pues eso no es serio, con todo respeto”, dijo López Obrador.
“¿Cómo vamos a resolver los problemas de migración con muros?, ¿cómo vamos a resolver los problemas de migración cerrando la frontera? […] “¿Por qué estas propuestas? Porque hay elecciones, ya una vez que pasan las elecciones ya es otra la agenda, pero tenemos, los mexicanos, que conocer estos antecedentes, política es tiempo”, expresó el político tabasqueño, quien también indicó que a los republicanos y demócratas “les gusta mucho ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio”.
“Hay elecciones en Estados Unidos y lo estamos viendo como tanto los del partido republicano como del partido demócrata están sacando de las gavetas y el archivo de la migración, el narcotráfico básicamente, porque hay campañas […] Entonces siempre buscan culpar a los migrantes, culpar a los mexicanos, les gusta mucho ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio”, indicó el mandatario nacional.
“Me gustaría que me dijeran republicanos y demócratas, los líderes, no los ciudadanos, que me dijeran, ¿qué hacen para ayudar a que mucha gente de países pobres de América no tengan como única opción, como única salida, echarse a andar y abandonar a sus familias para ir a buscar trabajo, para ir a buscar algo que mitigue en algo su pobreza?”, cuestionó.
“¿Qué hacen los gobiernos republicanos, los gobiernos demócratas, qué han hecho? Hace poco recordaba yo, que desde la Presidencia de John F. Kennedy, cuando la alianza para el progreso, no ha habido un programa del Gobierno de Estados Unidos para apoyar a los pueblos de América Latina y El Caribe”, finalizó el titular del Poder Ejecutivo Federal.
El presidente de Estados Unidos dijo, el 26 de enero de 2024, estar dispuesto a cerrar la frontera con México, luego de que los republicanos en el Congreso de EE.UU. advirtieron que no aprobarían un nuevo acuerdo en materia migratoria.
“Durante demasiado tiempo, todos sabemos que la frontera está colapsada. Ya es hora de arreglarlo. Es por eso que hace dos meses ordené a mi equipo que iniciara negociaciones con un grupo bipartidista de senadores para abordar seriamente y de manera definitiva la crisis fronteriza”, señaló Biden.
El presidente de EE.UU. señaló que esa era una ley para todos los que exigían un control fronterizo más estricto, refiriéndose a los republicanos. “Esta es la manera de hacerlo. Si se toma en serio la crisis fronteriza, apruebe un proyecto de ley bipartidista y yo lo firmaré”, aseveró.
“Lo que se ha negociado sería, si se convierte en ley, el conjunto de reformas más duras y justas para asegurar la frontera que jamás hayamos tenido en nuestro país”, dijo el mandatario demócrata, en un comunicado.
“Me daría, como presidente, una nueva autoridad de emergencia para cerrar la frontera cuando se vea abrumada. Y si tuviera esa autoridad, la usaría el día que firme el proyecto de ley”, agregó el mandatario estadounidense.
“Además, el Congreso necesita finalmente proporcionar los fondos que solicité en octubre para asegurar la frontera. Esto incluye mil 300 agentes de Patrulla Fronteriza adicionales, 375 jueces de migración, mil 600 oficiales de asilo y más de 100 máquinas de inspección de última generación, para ayudar a detectar y detener el fentanilo en nuestra frontera”, detalló.
Biden emitió dichas declaraciones para intentar convencer a los republicanos de aprobar el acuerdo bipartidista negociado en el Senado de EE.UU., el cual contempla también la ayuda para Ucrania. Horas antes, el líder de la Cámara de Representantes, el republicano Mike Johnson, dijo que las negociaciones parecían estancadas. “De todas formas el acuerdo moriría en cuanto llegara a la Cámara”, amenazó.
Un día antes, el senador republicano por Utah, Mitt Romney, reveló que Donald Trump pidió a legisladores de su Partido, no negociar con los demócratas una iniciativa migratoria, debido a que la crisis en la frontera era el punto central de su campaña rumbo a la Casa Blanca, y un acuerdo significaría un acierto legislativo para Biden, quien busca la reelección.
El 27 de enero de 2024, Trump subrayó su rechazo a un plan que se negociaba entre republicanos y demócratas. “Un mal acuerdo fronterizo es mucho peor que no tener acuerdo fronterizo”, expresó el ex presidente, en su red Truth Social.
El magnate neoyorquino añadió que la situación actual era una “catástrofe esperando ocurrir”. Más tarde, elogió al gobernador de Texas, Greg Abbott, por no permitir a la Patrulla Fronteriza retirar el alambre de púas, en una zona en la que los migrantes entraban a EE.UU.