Norma Lucía Piña Hernández, ministra presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y del Consejo de la Judicatura Federal (CJF), rechazó, el 23 de febrero de 2024, que el diálogo entre poderes fuera el equivalente a la subordinación.
“Como sociedad, debemos tener muy claro que, en una recta interpretación de nuestra Constitución, no debemos confundir nunca la colaboración y el diálogo entre los poderes del Estado, con la subordinación del Poder Judicial Federal frente a los otros poderes”, dijo Piña Hernández, al participar en la mesa “El Futuro de la Suprema Corte de Justicia”, como parte del XIX Congreso Nacional de la Barra Mexicana de Abogados (BMA), en el Centro de Congresos de Querétaro.
“Si aceptamos como sociedad que esa independencia judicial se trastoque o se destruya, ello impactará, sin lugar a duda, tarde o temprano a una impartición de justicia que atienda a influyentismos, a razones ajenas al derecho, que acabará perjudicando necesariamente a las personas más vulnerables”, agregó la ministra presidenta de la SCJN.
En la mesa con Piña Hernández participaron sus homólogos Javier Láynez Potisek y Luis María Aguilar Morales, así como la académica Ana Laura Magaloni Kerpel, además del ministro en retiro, José Ramón Cossío Díaz, como moderador.
“No hay que olvidar qué pasó en nuestro país. No es solo que estemos repitiendo la importancia de la independencia judicial. Es que ya lo vivimos, ya vivimos lo que es tener un Poder Judicial que no es autónomo, con un Congreso sometido, y creo que no queremos nadie repetir esa parte de la historia que nos costó 70 años en abandonar”, indicó, por su parte, Laynez Potisek.
“Para mí es importante, como parte de la defensa de ese constitucionalismo contemporáneo, porque yo creo que nadie quisiéramos volver a vivir, por eso es importantísimo defender a las instituciones autónomas, defender el equilibrio de poderes, no como un lugar común, sino porque no queremos volver a algo que nos costó tantos años abandonar”, agregó el ministro, quien también sostuvo que no era bueno para el PJF que, ante la falta de consensos políticos, tuviera que estar resolviendo de manera constante respecto a asuntos de alto perfil.
Mientras que Aguilar Morales, se dijo preocupado por quién ocupará su lugar en el máximo tribunal constitucional, de la cual se retirará a finales de noviembre de 2024. Además, defendió anular leyes, cuando el Congreso de la Unión violara las reglas de procedimiento, ello en respuesta a acusaciones de que con ello, la SCJN suplantaba las funciones del Poder Legislativo.
“Me preocupa porque en mis 55 años de servicio en el Poder Judicial de la Federación, que es mi casa, quiero a esta institución como parte de mi ser mismo, aunque suene cursi, y me preocupa mucho que la Suprema Corte vaya a perder esa posibilidad constitucional de hacer valer la propia norma, en contra de leyes que no son congruentes con ella”, enfatizó el ministro.
Un día antes, Aguilar Morales -quien fue presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, desde el 2 de enero de 2015 hasta el 31 de diciembre de 2018-, afirmó -al inaugurar en el Teatro de la República en Querétaro. el XIX Congreso Nacional de la BMA- que los jueces que no eran independientes, solo eran mandaderos de alguien.
“Si una persona que se dice juzgador, atiene a intereses ajenos a los de la Constitución o de la ley, será el mandadero de alguien, pero no será realmente un juzgador”, afirmó Aguilar Morales, quien recibió una larga ovación de los asistentes al evento.
El ahora ex ministro Arturo Fernando Zaldívar Lelo de Larrea, quien presidió la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) -desde el 2 de enero de 2019, hasta su renuncia el 15 de noviembre de 2023-, rechazó, el 21 de febrero de 2024, que el titular del Poder Ejecutivo Federal, Andrés Manuel López Obrador, hubiera tenido injerencia en la toma de decisiones de jueces y magistrados, integrantes del Poder Judicial de la Federación (PJF).
“Cuando el presidente o el Gobierno se quejaba de la actuación de un juez o de algún magistrado, lo cual no es secreto, porque se hacía en la mañanera, incluso en algunas ocasiones el presidente decía que iba a mandar una carta”, explicó Zaldívar Lelo de Larrea.
“Nosotros, no yo, en las áreas técnicas de Consejo [de la Judicatura Federal[ las analizaban, si tenían mérito se abría la investigación y si no se desestimaban”, dijo el jurista.
“Pero teníamos la cortesía de informar al gobierno las razones por las cuales no procedía su queja, siempre y cuando estaba en el ejercicio de la autonomía y de la función jurisdiccional del juez o de la jueza”, agregó el ex ministro de la SCJN.
Asimismo, durante una entrevista con el periodista Ciro Gómez Leyva, en Radio Fórmula, Zaldívar Lelo de Larrea aseguró que durante los cuatro años que fue presidente de la SCJN, jamás instruyó a ningún juez, ni magistrado, para que fallaran en algún sentido.
“Yo defendí la autonomía y la independencia de los jueces, durante los cuatro años que fui presidente de la Corte, nunca le hable, ni le he hablado a ningún juez, ni magistrado, para sugerirle, insinuarle, mucho menos para instruirle, que fallara en algún sentido o en otro. Lo que sí hicimos fue procesar las quejas, pero sí defendimos el Poder Judicial”, afirmó el ex ministro de la SCJN, quien también indicó que no había incurrido en ninguna conducta contraria a la ley, por lo que tenía su conciencia tranquila.
“No coincido en que sea una injerencia, lo único que se hizo es lo que se ha hecho siempre, que el Gobierno acude al Poder Judicial a defender con argumentos su postura, para tratar de convencer de que les asista la razón, nunca hubo en mi Administración ninguna injerencia indebida en el Poder Judicial Federal, ahí están las sentencias”, expresó Zaldívar Lelo de Larrea.
Según el ex ministro del máximo tribunal constitucional, el político tabasqueño hizo una afirmación, con desconocimiento del lenguaje judicial, pero sí con preocupación por la corrupción que había al interior en el Consejo de la Judicatura Federal (CJF).
El jurista dijo que durante todas las presidencias de la SCJN, los ministros habían mantenido una relación de diálogo con los mandatarios nacionales y en algunos casos, según apuntó, algunos eran más cercanos con Felipe de Jesús Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto, a diferencia de él y Andrés Manuel López Obrador.
“Durante todas las presidencias de la Corte, anteriores a la mía y en todas las presidencias, exceptuando la actual, siempre hubo un diálogo respetuoso y una coordinación entre Poderes como hay en cualquier democracia. Por ejemplo, cuando era presidente Enrique Peña Nieto, las ministras y ministros comíamos dos veces al año con él, más la comida del Informe. Los presidentes de la Corte que le tocaron se reunían frecuentemente con él, con Felipe Calderón también”, detalló el ex integrante del máximo tribunal constitucional.
“Es normal, es lógico también, es un hecho que durante toda la existencia de la Corte, los secretarios de Gobernación, de Hacienda, los consejeros jurídicos acudían a la Corte a hablar con el presidente de la Corte, con los ministros, a convencerlos de las razones jurídicas”, afirmó Zaldívar Lelo de Larrea, quien, sin embargo enfatizó que “nunca se persiguió a ningún juzgador por el sentido de sus resoluciones, sí se investigó y se sancionó cuando teníamos elementos de corrupción, pero nada más”.
“No solamente no hubo injerencia, no solamente no se afectó la autonomía [del PJF], yo defendí la autonomía e independencia del Poder Judicial, yo dejé un Poder Judicial fuerte, vigoroso, moderno, independiente”, puntualizó el ex ministro.
Zaldívar Lelo de Larrea atribuyó las expresiones de López Obrador a que estaba percibiendo que, a diferencia de anteriores presidencias en la SCJN, en la actualidad, durante la Administración encabezada por la ministra Norma Lucía Piña Hernández, la política de cero corrupción se había relajado.
“Lo que creo a lo que se refería es que en mi Administración sí había una política de cero impunidad, de cero tolerancia a la corrupción que generaba un ambiente distinto y una percepción distinta y, además, sí atendíamos las quejas, la solicitudes, las inconformidades sobre el comportamiento de jueces y juezas y, entiendo, que ahora ya no sea hace. Creo que es más bien una cuestión de lenguaje que una cuestión de fondo”, dijo.
El 21 de febrero de 2024, al referirse al caso de Emilio Ricardo Lozoya Austin, el titular del Poder Ejecutivo Federal reconoció que cuando el el ahora ex ministro Zaldívar Lelo de Larrea, encabezaba la SCJN -desde el 2 de enero de 2019, hasta su renuncia el 15 de noviembre de 2023-, su Gobierno intervenía en los casos que eran de su interés.
Tras los dichos del presidente de la República, la Barra Mexicana de Abogados (BMA) reprobó la injerencia de López Obrador en casos del Poder Judicial de la Federación. Lo mismo hizo la Asociación Nacional de Magistrados de Distrito y Jueces de Distrito del Poder Judicial de la Federación (JUFED).
“Reprobamos el conflicto de intereses entre el ministro Arturo Zaldívar y el presidente Andrés Manuel López Obrador, lo cual, especialmente durante la gestión del entonces ministro como presidente de la SCJN, subraya la ausencia de controles éticos por parte del Ejecutivo federal y representa un ataque deliberado a la independencia judicial”, expresó la organización no gubernamental, a través de un comunicado.
“No coincido en que sea una injerencia, lo único que se hizo es lo mismo que se ha hecho siempre y que, además, con derecho a hacerlo, que el Gobierno, como lo hacen los gobernadores y gobernadoras, como lo hacen los legisladores, acuden al Poder Judicial a defender con argumentos su postura, para tratar de convencer al Poder Judicial, que les asiste la razón”, respondió el jurista, en la entrevista radiofónica.
Zaldívar Lelo de Larrea dijo que la Barra Mexicana de Abogados “no tiene ninguna autoridad moral, porque siempre ha defendido a la oligarquía y los intereses de la derecha”. Asimismo, se quejó también de que durante el sexenio de Calderón Hinojosa, la BMA guardó silencio cuando él fue amenazado e incluso encañonado cuando iba con su familia.
“La Barra no dijo nada y, peor aún, el momento que me parece más vergonzoso en la historia del Poder Judicial, cuando el presidente [Vicente] Fox [Quesada], en un desayuno en presidente de la Corte, Mariano Azuela [Güitrón], conspiran para dejar a Andrés Manuel López Obrador fuera de la contienda electoral. La Barra no solamente no criticó ese hecho, que fue reconocido por todos los quienes participaron en ese desayuno, sino que se puso a favor del desafuero”, indicó el jurista.