Marina del Pilar Ávila Olmeda aprovechó su posición como la mujer más poderosa del Estado para cumplir su sueño de ser cantante (aunque sea en una ocasión y en una festividad), y en las fechas navideñas, promovió un jingle o canción navideña que incluyó la producción de un video donde lo que se destaca es su figura, su imagen y la relación con sus hijos, lo cual fue severamente criticado por diversos sectores, sobre todo aquellos relacionados con la seguridad de Baja California. Días después de estrenado su video en redes sociales, la gobernadora fue cuestionada por los medios de comunicación sobre el video y el costo del mismo, a lo que refirió que eso corresponde al área de Comunicación Social de su gobierno, de hecho, por ahí estaba presente Néstor Cruz, el encargado del área. Pese a esta declaración, el jingle personalizado, los bailes y el villancico en general, resultan un misterio para el Poder Ejecutivo. DICHOZ Y HECHOZ solicitó información relacionada con los gastos realizados por el Poder Ejecutivo para musicalizar y promover el mensaje de la mandataria, cuya melodía puede encontrarse en Spotify, con la marca registrada Marina del Pilar -no Gobierno de Baja California-, e inesperada sorpresa fue que la respuesta oficial de la Dirección de Comunicación Social y de la Coordinación de Gabinete del Poder Ejecutivo es que nadie sabe nada respecto a los costos. “Por este medio, y en virtud de lo peticionado en la solicitud de acceso a la información pública identificada con el número de folio 022756724000008, en términos del artículo 56 fracciones II, III, IV y V de la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública para el Estado de Baja California, se le informa de la respuesta de este Sujeto Obligado a la misma: Este Sujeto Obligado no posee información relacionada en los términos que formula su solicitud”, es lo que refieren las dependencias cuestionadas por los gastos del jingle que incluso fue promocionado en salas de cine, lo que indica que se contrató una pauta para ello, de la cual tampoco proveen información. En algo tan sencillo, la gobernadora de Baja California demuestra su poca transparencia y falta de austeridad republicana, pues destina recurso -que luego omite- para la promoción de su imagen como cantante navideña. A ver qué sigue.
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