Miembros del Colectivo Cesodi, contra la violencia vicaria, se manifestaron afuera de las instalaciones de la Fiscalía General del Estado, para exigir juicios justos y con perspectiva de género y de las infancias.
Shamanta Sesma, cofundadora del colectivo señaló a ZETA, que en esta ocasión ya hubo un avance en su caso, interpuesto desde 2021, cuando su ex pareja se llevó a sus hijos al Estado de México, y las autoridades no le aceptaron la denuncia por ser el padre de los menores y estar en su derecho.
Desde entonces tuvo que recorrer el camino con la demanda por la custodia en Baja California, mientras que su ex pareja hizo lo mismo en el Estado de México, de donde son originarios.
Finalmente, el tribunal resuelve que el caso se debe realizar en este Estado y se emite una orden de aprehensión en contra del padre de los menores por sustracción de menores, la cual se ejecutó el pasado 24 de febrero, con prisión preventiva como medida cautelar.
“Yo quise poner una denuncia en la Fiscalía, pero me dijeron que no procedía porque él era el papá biológico y legal de los niños y no había una guardia y custodia provisional decretada ni definitiva, por lo que tanto derecho tenía él, como yo y que tenía que solucionar mi problema en un juzgado familiar”, relató Shamanta, sobre lo que pasó una vez que su ex pareja se llevó a sus hijos de 3 y 6 años.
A partir de que se aprobó la Ley Vicaria en el Estado, en marzo de 2023, Shamanta puso su denuncia al siguiente mes, pero en la FGE, una vez más la minimizaron, ya que la sustracción se realizó antes de que la ley se aprobara.
Cabe destacar que la Ley Vicaria sanciona la sustracción, o cualquier acto u omisión de un padre hacia su cónyuge, a través de su descendencia.
“La violencia vicaria es una violencia continúa, porque al día de hoy, yo la sigo viviendo, sigo sin saber dónde están mis hijos, de marzo -2023- al día de hoy, yo sigo sin tener comunicación con ellos, no sé dónde están, no sé nada de ellos”, expresó.
Aunque se giró orden de aprehensión en contra de su ex pareja, y éste afirmó que los menores estaban en casa de su madre, en el Estado de México, las autoridades no han podido verlos, ni recuperarlos.
La protesta de este lunes fue para pedir a las autoridades que juzguen con perspectiva de género, con perspectiva de infancias, para pedir que se vincule por violencia vicaria y no sólo por sustracción de menores.
“Tengo miedo de que lo vayan a dejar libre, porque pues, obviamente, lo conozco y sé que puede tomar represalias en mi contra; sé que no le va a importar volverse a llevar a los niños en el momento en el que me los restituyan; también tengo miedo de que sólo lo hagan pagar la reparación del daño, que son las terapias sicológicas, pero realmente eso no sería justicia”, admitió.