Conzultoría Matrimonial y Familiar
Hace varios años escribí un artículo titulado “Camas separadas”, y como lo he comentado en varias ocasiones, el conocimiento de la sexualidad ha ido evolucionando. Muchos traumas han desparecidos, así como estigmas, sobre todo porque ya hay más información en cualquier revista, televisión o periódicos, principalmente en espectáculos, donde se tratan temas sexuales muy abiertos, que inclusive llegan a confundirse para algunos en pornografía (o que la gente ve películas de tipo erótico y las considera pornográficas, en fin).
Y estando en ese proceso del conocimiento de la sexualidad, últimamente se ha creado un término novedoso para muchos, denominado “el divorcio del sueño”: no es otra cosa más que dormir separados, ya sea en cuartos separados o en camas separadas, tal y como yo lo traté hace tiempo.
Obviamente que el término “divorcio” significa la separación definitiva de una pareja (aunque hay parejas divorciadas que ocasionalmente se reúnen para tener relaciones sexuales, independientemente de reunirse para tratar temas de los hijos), mas en el contexto del divorcio del sueño, la separación es temporal: de días, de semanas y hasta en ocasiones de meses, pero que no significa que la pareja deje de amarse. Descubren que pueden descansar más y mejor cada noche, y levantarse de buen humor comparado a cuando dormían juntos.
La psiquiatra del McLean Hospital, especializado en salud mental y perteneciente a la facultad de medicina de la universidad de Harvard, en Estados Unidos, lo explicó a BBC Mundo. Normalmente, las razones tienen que ver con la salud; se dan porque una persona ronca, tiene las piernas inquietas, sonambulismo o va mucho al baño por cuestiones médicas, asegura la psiquiatra. Esta dinámica no afecta la vida sexual o la vida familiar, es simplemente una forma de obtener algo que ambas personas buscan. Por ejemplo, la persona que ronca descansa sin ser empujado toda la noche, mientras la pareja todo lo contrario: se la pasa sin dormir, vive incompleta, mal y despierta cansada al día siguiente.
Aunque existe menos estigma sobre la idea de dormir separado, es un cambio cultural. Piensan: “Si duermo mejor, me siento mejor”. La otra consideración, según yo, es que las parejas que llevan más tiempo separadas se han acostumbrado a dormir juntas sin darle mayor importancia a las causas que lo generan. Vemos que los cambios culturales de los jóvenes tienen otra perspectiva de la vida actual.
Decía en el artículo que anteriormente escribí sobre el tema, que era necesario poder dormir bien y descansar de la presencia física de la pareja, ya que hay muchos que son inquietos para dormir, se están dando vueltas y vueltas en la cama y eso incomoda a la pareja; obviamente que si uno ronca no la deja dormir bien y se vuelve molesto estar soportando esas situaciones para desarrollar un sueño regular y profundo.
Dormir bien es fundamental para el bienestar general. Si una persona no logra conciliar el sueño, le afecta todo, amanecer cansado y en ocasiones de mal humor y a la larga les puede afectar la relación afectiva.
Sabemos que cuando las parejas no están bien descansadas, pueden discutir más, están más irritables y pierden empatía, y eso los puede llevar a un divorcio real.
El Lic. y C.P. Roberto Bautista es terapeuta sexual y de parejas con maestría en Mediación.
Correo: bautista46@hotmail.com