Alicia Isabel Adriana Bárcena Ibarra, titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), reveló, el 7 de febrero de 2024, que la asesora de seguridad nacional de la Casa Blanca, Elizabeth Sherwood, dijo, un día antes, al presidente Andrés Manuel López Obrador, que la investigación del Departamento de Justicia de Estados Unidos (DOJ, por sus siglas en inglés), incluyendo una de sus agencias, la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés), de que en 2006 recibió al menos 2 millones de dólares del Cártel de Sinaloa, para su campaña presidencial, era un “tema cerrado”.
Dicha información fue publicada, el 30 de enero de 2024, en los medios estadounidenses Propublica -agencia de noticias independiente- e InSight Crime -fundación dedicada al estudio y a la investigación de amenazas para la seguridad nacional y la ciudadana en América Latina y el Caribe-, así como una columna opinión escrita por la periodista mexicana Anabel Hernández García y publicada en el medio alemán Deutsche Welle (DW).
Al término de una reunión que duró tres horas entre comitivas de ambos países, para abordar temas como migración, armas y fentanilo, la canciller mexicana señaló que Sherwood también le expresó al titular del Poder Ejecutivo Federal de México que, por esa razón, “ya no hay ningún tema que abordar”.
“La asesora Liz Sherwood, la asesora de seguridad de la Casa Blanca, le dijo al presidente que este es un tema cerrado para ellos, ese es un tema que ocurrió en 2006 y todas las investigaciones que hicieron en Estados Unidos fueron cerradas sin haber encontrado ningún tipo de, yo diría, de delito ni consecuencia de ello. Es una investigación que en realidad es antigua, que un periodista recoge, no sé, de reportajes de la DEA, pero antiguos y para ellos este es un tema cerrado”, expresó Bárcena Ibarra.
-¿Lo tomarían como una disculpa?, le preguntó un reportero a la canciller mexicana, quien dio declaraciones flanqueada por Luisa María Alcalde Luján y Rosa Icela Rodríguez Velázquez, titulares de las secretarías de Gobernación (SEGOB), así como de Seguridad Pública y Protección Ciudadana (SSPC), respectivamente.
En la comitiva de la Casa Blanca también participaron el Embajador de Estados Unidos en México, Keneth Lee Salazar; y el subsecretario del Departamento de Estado de EE.UU., Encargado de Migración, Richard Verma.
También Lisa Monaco, Procuradora General Adjunta del Departamento de Justicia; Kristie Canegallo, Jefa de Gabinete del Departamento de Seguridad Nacional; y Adam Cohen, Subdirector de la Oficina de la Política Nacional de Control de Drogas, entre otros.
“En realidad no es un tema de disculpa o no, es un tema de que no proviene de la oficina ni del presidente [Joseph] Biden, ni del Departamento de Estado, ni de la Casa Blanca, este es un tema que proviene más de la DEA, y la DEA, pues tiene también sus propios cursos institucionales”, respondió Bárcena Ibarra.
“Pero yo lo que quiero decir es que este es un tema realmente cerrado. Imagínate, la asesora del presidente Biden viene y le cuenta que, desde la perspectiva del propio presidente, de la Casa Blanca, no hay ya ningún tema que abordar. En todo caso la DEA depende del Departamento de Justicia, y eso, pues, ya se verá qué ocurre ahí”, insistió la canciller mexicana.
La tarde del 6 de febrero de 2024, el mandatario mexicano se reunió con Sherwood en Palacio Nacional, previo a una larga reunión entre funcionarios de ambos países, que terminó a las 20:00 horas.
Durante su conferencia de prensa matutina, López Obrador había reconocido que la investigación de la DEA respecto al presunto financiamiento del narcotráfico a su campaña en 2006, sí ha afectado la relación. con EE.UU. Tan es así, dijo, que pensó en no recibir a la comitiva estadounidense que más tarde visitó Palacio Nacional.
El político tabasqueño aseguró que su homólogo de Estados Unidos le pidió durante una llamada -llevada a cabo el 3 de febrero de 2024-, que se reuniera con la delegación que encabeza su asesora de seguridad, luego de que mandó a decir a la Casa Blanca que no recibiría a los funcionarios, tras la investigación de la DEA que señalaba que el Cártel de Sinaloa habría aportado dinero a su campaña presidencial de 2006.
“Me pidió el presidente Biden, quería hablar conmigo, hablamos por teléfono y una de las cosas que se trató es que yo reciba a la representante Elizabeth [Sherwood-Randall] que es una mujer extraordinaria, encargada de seguridad nacional, gente muy cercana a él, muy sensata, porque no los iba yo a recibir, ya hice el compromiso que sí, porque ¿cómo voy a estar ahí sentado si soy un sospechoso?”, enfatizó el mandatario mexicano.
“Si ellos tienen sospechas de mí, ¿cómo los voy a recibir?, ¿cómo van a estar sentados con un presidente vinculado al narcotráfico? Así se los mandé a decir con la secretaría de Relaciones Exteriores a los asesores de la Casa Blanca, de manera muy amable”, señaló el titular del Poder Ejecutivo Federal mexicano.
El mandatario federal señaló a Tim Golden, autor del reportaje publicado en la agencia ProPublica, de estar vinculado con agentes de la DEA y con integrantes de la oposición mexicana, para armar una “difamación” y un “golpe” en su contra. “Pero miren lo que pasó: nada, nada, nos hacen lo que el viento a Juárez y no es grosería”, dijo.