Identificado por la Fiscalía General del Estado como cabecilla del Cártel de Sinaloa en la Zona Norte de Tijuana, José Luis Martínez Hernández recuperaría su libertad luego pasar seis años y medio en prisión preventiva, señalado de conspirar con su hermano para asesinar en un bar al comunicador rosaritense Luciano Rivera.
Desde el penal de alta seguridad en Tepic, Nayarit, Martínez Hernández recibió la noticia del fallo absolutorio que lo dejará en libertad por el caso del homicidio de Rivera, cometido el 31 de julio de 2017 en el bar La Antigua de Playas de Rosarito. El único fallo condenatorio recayó en su hermano José Bruno, señalado directamente por un testigo como quien detonó el arma de fuego que acabó con la vida del comunicador.
El 20 de septiembre de 2017 se le vinculó a proceso por integrar al grupo de cuatro hombres que llegó al bar La Antigua, entre ellos estaría el homicida que detonó el único disparo contra Rivera Delgado.
“Para este tribunal, Bruno Martínez Hernández es quien disparó el arma y José Luis no participó directamente en el homicidio”, fue lo primero que explicó el juez durante la audiencia virtual antes de dar el fallo definitivo a las 11:40 horas del jueves 8 de febrero de 2024.
El juez ordenó la “inmediata libertad” de José Luis, a reserva que otras autoridades lo requieran en otros procesos que actualmente lleve la FGE. A pesar de los antecedentes, al cierre de esta edición, no se sabía de alguna orden de aprehensión adicional.
Durante la relatoría de hechos, el juez narró que en las pruebas y testimonios ratificados en audiencias del 29 de enero al 6 de febrero, se pudo corroborar que durante los primeros minutos del 31 de julio de 2017 en el bar La Antigua, fue asesinado Luciano Rivera Delgado de un disparo de arma de fuego en el entrecejo. Testigos ratificaron que Luciano defendió a un grupo de mujeres que eran acosadas por un grupo de cuatro hombres que acababan de llegar al bar y eran esperados por un quinto hombre, chofer de un taxi libre. Una de las mujeres reclamó que uno de los hombres le había tocado los glúteos, y entre un mesero y Rivera Delgado trataron que contener el acoso.
Luciano tuvo contacto físico con uno de los agresores al confrontarlo y tomarlo de los hombros, el agresor reaccionó desenfundando un arma Glock 9×19 milímetros y disparó el fatal impacto contra el periodista.
“No es suficiente para determinar que José Luis tiene una coautoría, no hay pruebas de que haya un acuerdo con José Bruno, ni que José Luis tenga un dominio del hecho, que haya impulsado o hacerlo cesar. Si bien es cierto el testigo refiere que José Luis se sentó como copiloto, no existen mayores indicios”, explicó el juzgador Sánchez Castro.
De las mujeres ofendidas y del dueño del bar, nada se supo en las audiencias del proceso, no regresaron a testificar lo que vivieron la fatal madrugada de julio de 2017. Sólo dos testigos presenciales acudieron a narrar los hechos y detalles de lo que vivieron; uno de ellos señaló directamente a Bruno como el que disparó el arma contra Luciano, advirtiendo que José Luis era un acompañante más en la noche de diversión que inició en la Zona Norte de Tijuana y concluyó en Playas de Rosarito.
Aunque se revisaron las huellas dactilares de siete botellas, una lata y tres de las ocho cámaras de video vigilancia, sólo dos videos de seguridad fueron útiles para identificar que los presuntos implicados estuvieron en el lugar de los hechos. El arma que abandonaron en un taxi libre sin placas en Rosarito tenía relación con el casquillo encontrado en el peritaje del homicidio de Luciano y el señalamiento directo a José Bruno fuero clave para que el juez diera un fallo dividido en responsabilidades que descartó la coautoría en el hecho por parte de José Luis, apodado “El Secre.
Dentro de los peritajes expuestos en las audiencias, se destacó que el arma con el que se privó de la vida a Luciano estaba relacionada con otros tres casos y había sido detonada 13 veces. Además, de acuerdo a versiones preliminares, José Luis Martínez Hernández no cuenta con investigaciones en su contra.
Para el abogado Mario Rivera, director de CNR Noticias en Rosarito y hermano de Luciano, el reto será proteger a los testigos que identificaron al agresor. “Ya se dictó sentencia, pero ¿cómo se les van a proteger a los testigos? El nuevo Sistema de Justicia Penal es muy garante hacia los responsables, a los ofendidos, ya se fueron desde hace tiempo, no se les protegió”, explicó a ZETA.
El proceso que sigue es una sesión a las 10:00 horas del martes 13 de febrero para la audiencia de la siguiente fase, donde se llevará la sesión de penalizaciones y reparación del daño y se determinarán los años en prisión que enfrentará Bruno y la indemnización a la viuda por 914 mil 748 pesos a favor de la ofendida.
En el organigrama criminal en poder de la Mesa de Seguridad, José Luis Martínez Hernández fue incluido como parte del Cártel Arellano, acumuló antecedentes con capturas en 2004 por delitos contra la salud, en 2010 por robo sin violencia y en 2009 por portación de arma y daños en auto. El mismo 2009, tras la fractura del Cártel Arellano Félix, escindió junto con Teodoro García Simental y pasaron al Cártel de Sinaloa.
En septiembre de 2014 fue detenido por la violación de una menor de 13 años, quien dijo era su “novia”. Lo investigaron como presuntos responsable del homicidio de Eufrosina Alvarado Sánchez, suegra del Luis Toscano alias El Mono y madre de su subalterno criminal, Alberto Ávila Alvarado el Chacal, cometido el 30 de julio de 2015.
También lo capturaron en mayo de 2015 sobre la carretera Playas de Rosarito-Tijuana, transportando un rifle R-15 y un kilo de la droga conocida como cristal, además de 25 cartuchos. En todas las ocasiones fue liberado hasta 2017.