Más de cien familias del fraccionamiento Riberas del Bosque, ubicada al este de Tijuana, no han podido conciliar el sueño desde que la tormenta amenazaba sus hogares la madrugada del lunes 22 de enero. La topografía de la zona se convirtió en una trampa para habitantes, pues es un lugar rodeado de cerros por donde corrió y se concentró el agua de más de 13 horas de lluvia constante.
El agua corrió libre en la sima y con la fuerza de la gravedad arrastró escombros, troncos, ramas, llantas, colchones y bolsas que terminaron por agravar las precarias condiciones de un limitado canal de concreto que quedó rebasado por la basura que no había sido limpiado y las precipitaciones constantes que encontraron su cauce entre los hogares de las familias tijuanenses que vieron como el nivel del agua superó el metro de altura, echando a perder sus pertenencias en la sala, cocina y el automóvil en la cochera.
José Juan Vizcarra, renta una vivienda en Ribera del Bosque y es uno de los afectados que participó en el derrumbe del muro de ladrillo que separa al fraccionamiento de la canalización. Al derribar la pared, lograron desaguar los niveles de aguas negras que amenazaron a las víctimas.
“Ya había pasado una vez y pues al instante, mira uno lo que está pasando y se suma y a ver que se puede hacer porque se miraba que el agua estaba subiendo muy rápido y no estaba saliendo. Entonces miré que unas personas se estaban juntando e inmediatamente me sumé a ellos y con mucho esfuerzo porque no estaba blandita la pared”, comentó José Juan, residente de la colonia desde hace seis años.
“Nosotros estuvimos limpiando aquí la entrada y nosotros personalmente fuimos a ver a los vecinos de Fresnos hasta las últimas casas a asistir a un vecino. No pudimos hacer como mucho a limpiarle su piso porque todo se le metió. Es agua de drenaje más que nada”, comentó Verónica Parra, residente de Ribera del Bosque.
“Todo sucedió porque se tapó un canal y ese canal desbordó desechos y arena principalmente… con la misma agua se taponearon los drenajes. Es muy común que se taponeen los drenajes en la cuadra en lo que es el fraccionamiento y este es una causante de la cuadra y por aquí pasa y siempre se taponea un par de veces al año”, abundó Gonzalo Oviedo, otro residente de la colonia.
La estrategia de los vecinos organizados fue palear hacia la canalización las aguas negras, el lodo, escombros y basura hacia los accesos para ser trasladado por los camiones de carga, privados y de los gobiernos. Los afectados saben que serán días largos de cansancio y limpieza, de despedirse de sus pertenencias inundadas de aguas negras y recuerdos.