Rodrigo Ramírez Reyes, secretario técnico de la Mesa de Infraestructura de la coalición Fuerza y Corazón por México, consideró que es necesaria la introducción de tecnologías para el reordenamiento en el transporte público en la ciudad de Tijuana.
Ante la relevancia de la ciudad para el resto del país, siendo una de las capitales fronterizas más importantes y representando el quinto lugar del PIB nacional al ser la ciudad más poblada de la República Mexicana con 3.8 millones de habitantes, comentó que es importante tratarla como una metrópoli y no con “criterios de los años 70”.
“No tiene porqué estar disociada, de soluciones que han tenido éxito a nivel nacional, es decir el caso de los metrobuses en el Estado de México es un caso interesantísimo o en León, en Guadalajara, es decir, hay muchas metrópolis, que comparten esta problemática, y que han sabido dar soluciones”, externó.
Explicó que herramientas como la inteligencia artificial actualmente permite ya generar algoritmos como esquemas predictivos para mejorar la eficiencia del transporte, a través de los cuales no se presenten situaciones como la circulación de camiones vacíos o aquellos que sobrepasan su capacidad, sino que a través de las tecnologías se sincronicen con los semáforos y la seguridad vial.
Sin embargo; ante la complejidad de la topografía de la ciudad, la cual ha resaltado su deficiencia a raíz de las condiciones climatológicas recientes es necesario implementar estudios específicos para poder implementar el diseño que requiere Tijuana, en donde no solo intervienen las capacidades tecnológicas, sino su clima y subsuelo.
“Nuestro país tiene que avanzar en el tema energético, hacia las energías limpias y el transporte público no puede estar tampoco lejano de eso”, agregó.
Al respecto de la condición energética del país Rosanety Barrios, asesora en política de regulación energética de la Mesa de Energía, destacó tres elementos con los que debería cumplir la energía utilizada en el país: suficiente, limpia y al alcance de todos.
“México es un país con una dependencia extraordinaria hacía los combustibles fósiles, actualmente nuestra matriz energética completa depende más de un 80% de los combustibles fósiles”, comentó.