Filman en Tijuana cinta “Lo que diga el corazón”, del experimentado director bajacaliforniano René Bueno. El drama, cuya historia se centra en los últimos momentos de vida de un padre y su pequeño hijo con Trastorno del Espectro Autista), muestra las distintas tonalidades de esta frontera en combinación de un crew cien por ciento local
Apoyada por el Fideicomiso Público para la promoción Turística y la Cámara Nacional de la Industria Cinematográfica (Canacine), “Lo que diga el corazón”, dirigida por el cineasta ensenadense René Bueno (“Tijuana I Love You”), concluyó exitosamente sus grabaciones en la región, dando vida una narrativa inclusiva, de reflexión y aprendizaje sobre las interacciones sociales con relación a las personas que padecen del espectro autista.
“La película se basa de la obra original de los escritores argentinos Enrique y Feliciano Torres, con correcciones de guion por parte de René Bueno. Con ese acercamiento se decidió que él dirigiera dicha producción, es una oportunidad para mostrar a Tijuana desde diferentes ángulos, una más cosmopolita y que abona a una historia tan humana y sincera”, destacó en entrevista a ZETA Barbarella Pardo, productora de la cinta y directora de casting.
Jaime Aymerich, Lorena González, Roberto Sosa, Jeff Fahey, Sonia Couoh, Verónica Montes, Axel Ricco y Sergio Valenzuela -mexicalense cuyo debut como actor se da en esta cinta-, abordan la historia de Tomás, un padre soltero, sin familia y cuyo único objetivo en la vida es cuidar de Kevin, su hijo de 8 años al que su madre abandonó poco tiempo después de nacer, al enterarse que padecía de autismo.
Demasiada responsabilidad consume mucho tiempo, por lo que Tomás, quien padece una enfermedad terminal, no ha vuelto a casarse. Kevin tiene una habilidad especial cuando coloca su oído en el pecho de las personas, identifica si son almas buenas… y también cuando no lo son.
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“Hasta la fecha en que grabamos, es la primera película que presenta a un niño con autismo. Lo que hicimos es hacer el casting en Mexicali y encontramos a Sergio, quien tiene TEA en grado uno y nos enamoró completamente. Recibimos pláticas acerca del espectro para nosotros sensibilizar y tratar con el tema”, enfatizó la agremiada al Grammy Latino.
“Fue un reto, porque el trabajo y los cuidados son diferentes, las horas se tienen que respetar con un niño que no es actor y con esa condición. Rescato el aprendizaje que nos dejó, sobre todo tratándose de un tema con el que las personas podrán sensibilizarse y acercarse. De alguna manera ponemos nuestro granito de arena a que haya paciencia y entiendan”, resaltó Barbarella.
Rodada durante 18 días con la producción ejecutiva de Lorena González, Jaime y Carolina Aymerich, la película tuvo locaciones en Estadio Chevron, Parque Morelos, Instituto Aranguré, Cumbres de Juárez, Centro Cultural Tijuana, San Maree, Cava Sautto, Bar Reyes, Colonia Cacho, Vivero Playas, Malecón en Playas de Tijuana, La Tasca, Hospital SIMNSA, New City Plaza, Las Olas-Mar y Sol, Centro y el Mirador de Ensenada.
“Es importante contar con estas historias en nuestra cinematografía nacional, otorgando otra visión, una alternativa a las producciones hollywoodenses, que, además tuvo a talento local trabajando en ella. De algún modo, motivando a que la gente se quede aquí a colaborar y desarrollarse dentro de la industria. Lo que intentamos es que las producciones se queden en Baja California”, apuntó la cineasta.
Se espera que “Lo que diga el corazón” concluya su etapa de postproducción en el primer trimestre de 2024, para posteriormente programar su estreno en salas de cine de México.
“Dependemos totalmente de la distribución para armar el calendario, encontrar el fin de semana ideal para no competir con películas extranjeras. De momento nos toca hacer difusión, dar a conocer la película y hacer algo de ruido con ella para que en el transcurso de este año pueda ser estrenada en la pantalla grande y finalizar en plataformas digitales”, finalizó Barbarella Pardo.
Prepara “Soy lo que nunca fui” ruta de festivales
Cerca de tres años tomó la finalización de “Soy lo que nunca fui”, que en notas de su director, Rodrigo Álvarez, es la exploración universal del amor, violencia, deseo y consecuencias tejidos en torno a la trama que surgió a partir de una obsesión personal por relatos que entrelazan destinos de diversos personajes.
“Vivir en frontera ha influido en mi forma de pensar sobre la vida, tengo obsesión con este fenómeno, y para mí contar esta película pensando desde la perspectiva de la migración, es la historia de la gente que se queda y de la que se va. Había leído que Tijuana es una ciudad de grandes sueños, inicios esperanzadores y finales tristes, cuestiones de nostalgia. Para mí era importante hacer que mi primera película tuviera identidad, de dónde vengo, de dónde soy, y al mismo tiempo que fuera algo distinto a lo que estamos acostumbrados a ver cuando nos han presentado otras miradas, sobre todo cuando no son locales y cercanos a la ciudad y la cultura”, reflexionó Rodrigo Álvarez en entrevista para ZETA.
Con la frontera representada como una urbe impregnada de grandes aspiraciones y desenlaces melancólicos, la película otorga mirada a los personajes de Renato (César Kancino), Abel (Ari López), Sebastián (Andrés Delgado), Elena (Sara Juárez), Joel (Héctor Guerrero), Antonio (Giancarlo Ruiz), Gonzalo (Rubén Pablos) y Gabriela, interpretada por la actriz y guionista mixteca Ángeles Cruz, quien recientemente perdió a su hermano en una emboscada en la comunidad de San Miguel El Grande en Tlaxiaco, Oaxaca a manos de un grupo armado.
Referente a su recepción en la India, “fue mi primera proyección, sobre todo ante un público que no tiene nexos con ella. Sabía que la iban a ver con ojos fríos, con la diferencia y el choque cultural que existe”, expresó Álvarez. “El público hindú es muy efusivo y apisonado del cine, hubo comentarios positivos de la cinta, es gratificante porque ellos no conocían México, menos Tijuana, y les parecía interesante la forma en que retraté este pedazo de nuestro país. Por ahí se empataron con algunos temas de la India que los mismos locales me mencionaban, en el patrón emocional se encontraban ciertas similitudes y pude entender de dónde venía esta conexión humana”, puntualizó el cineasta que actualmente traza su ruta de festivales, comenzando por el de Tribeca.
