Al actualizar las cifras de personas desaparecidas y no localizadas, el gobierno encabezado por Andrés Manuel López Obrador lanzó una Estrategia Nacional de Búsqueda Generalizada en la que se cotejó la información contenida oficialmente con las denuncias y los reportes en papel.
En esta revisión, dividieron la información de aquellas personas que han sido ubicadas, pero requieren más información para confirmar una localización; las confirmadas como desaparecidas; y los registros que carecen de suficiente información, “no se dispone de datos sobre la persona que realizó el reporte o se trata de informes anónimos”, impidiendo supuestamente identificar al desaparecido.
Este método fue polémico entre los colectivos de búsqueda de personas en Baja California Sur porque los registros ya fueron cotejados con diversas bases de datos nacionales, sin obtener resultados. Y para los familiares, hay desaparecidos que fueron dados por localizados.
“Aquí en el estado, en la última reunión que tuvimos, es una cifra a nivel nacional de 943 personas (desaparecidas) cuando se está diciendo que 300 personas ya fueron localizadas o eran fichas duplicadas, cuando nosotros como representantes del Consejo Ciudadano les estamos pidiendo a las autoridades que nos digan, esas 300 personas quiénes son; tienen nombre y apellido, son familia, son hijos, son madres, son esposos, esposas, que se están buscando y son 300 personas que están quitando del Sistema Nacional”, cuestionó Iris Manríquez, representante del Consejo Ciudadano de Víctimas de Personas Desaparecidas y del Colectivo Búsqueda Por La Paz.
A finales de diciembre el colectivo dijo a ZETA que estaban cerrando el año 2023 con un total de 180 personas desaparecidas y no localizadas con nombre y apellido brindado por los familiares, noviembre había cerrado con 20 desapariciones y hasta mediados de diciembre se habían sumado 12 reportes.
Ahora, en la revisión uno por uno en la base de datos oficial, apenas llevan una cantidad mínima en el registro. De los resultados obtenidos inicialmente, estiman que un por ciento hayan sido borrados del sistema registros de desaparecidos que aún no han sido localizados, y cuyas familias acuden a las búsquedas cada fin de semana “hasta encontrarlos”.
Según el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas, durante el gobierno de Víctor Castro Cosío se han levantado mil 88 fichas de reporte de desaparición, de las cuales hay 256 personas desaparecidas y no localizadas: 177 siguen en calidad de desaparecidas y 79 no localizadas. Mientras que de 832 personas, 797 fueron halladas con vida y 35 sin vida.
Y en la administración actual estos casos aumentaron 92 por ciento en comparación con 2022, registrándose oficialmente 148 carpetas de investigación por desaparición en 2023, a mientras que en 2022 sólo fueron 77 carpetas.
“En el Sistema Nacional donde varios compañeros están saliendo en esta plataforma sin indicios de búsqueda, ayer nos pusimos a buscar y nos están saliendo en personas ubicadas, cuando las madres están con nosotros. Y pues nuestra pregunta es, ¿pues dónde están ubicados? ¿Dónde están las personas desaparecidas? Porque no están ubicadas estas personas, sin embargo, están en esta plataforma como ubicadas; que donde deberían de estar es en personas confirmadas de desaparecidos”, cuestionó Iris Manríquez.
El desacuerdo de los colectivos de búsqueda se da porque según el gobierno hay personas que ya fueron localizadas, pero nunca fueron entregadas a sus familiares o ni siquiera han sido informados por años, cuando ellos siguen en la búsqueda en campo, en acompañamiento de las familias.
Para Búsqueda Por La Paz, la información vertida por las autoridades es falsa y que sólo pretenden reducir los índices delictivos maquillando cifras.
NADIE LOS BUSCA
Los colectivos se han organizado y están intercambiando información de fichas de búsqueda para tratar de tener los registros más actualizados, tener el dato real de desaparecidos en Baja California Sur; por el contrario, las autoridades buscan reducir las cifras en papel, pero en la realidad los números siguen al alza.
En el Gobierno de Castro, de septiembre a diciembre del 2021 se registraron 25 personas desaparecidas y no localizadas; en el 2022 la cifra alcanzó 77 carpetas de investigación; en 2023 el número subió a 148 oficialmente, mientras que colectivos sumaron 180. En nueve días del 2024, contabilizando al cierre de esta edición, van seis hombres reportados como desaparecidos y no localizados, la mayoría privados de la libertad por hombres armados,
Familiares contaron a ZETA cuál ha sido su caminar al paso de los días, pues ante la falta de sensibilidad y de efectividad por parte de las autoridades, que ni siquiera estaban buscando a sus desaparecidos, que tuvieron que salir a realizar búsquedas masivas, con ayuda principalmente de los propios familiares.
Ellos sin imaginarse que tendrían que estar desenterrando cuerpos, hallando restos humanos y conociendo, quizá, parte de los últimos momentos de las víctimas, han tenido que irse acostumbrando a ver cuerpos desmembrados, en estado de descomposición y muchas otras situaciones.
“Lo más impactante pues es encontrar fosas, encontrar restos humanos, que la verdad pues nosotros como ciudadanos, como personas comunes no estábamos impuestos a ver; sin embargo, hoy día a día continuamente para nosotros encontrar un tesoro sí nos da tristeza, pero a la vez no da esa felicidad de poder regresar a alguien a casa, que alguien va a recibir a alguien en su casa. Su familia va a estar completa”, dijeron de manera anónima familiares.
Entre todas las personas que están pasando por el dolor que provoca la ausencia de una persona en sus casas se acompañan, se entienden y se brindan ánimos, sólo de esa manera recobran las fuerzas para salir día a día a buscar a sus ausentes.
En el camino, dijeron, han tenido que pasar por muchas cosas, principalmente abusos de las autoridades, por ello se tuvo la necesidad de crear un colectivo de búsqueda que reúna a cada uno de los afectados para tratar de dar una solución al problema de las desapariciones en Baja California Sur.
“LAS CIFRAS PARA LAS AUTORIDADES SON NÚMEROS; PARA NOSOTROS SON PERSONAS”: IRIS MANRÍQUEZ
La última vez que se supo de Diego Román Camargo González fue en diciembre del 2023. Al parecer estaba en Cabo San Lucas; el joven de 31 años se había comunicado con sus familiares y luego ya no se supo más de él.
Diego Román mide 1.80 metros, es de tez morena, complexión delgada y barba de candado; como señas particulares, tiene un tatuaje en ambos brazos que dice Melina y Diana, y en la espalda uno más que dice Rosa.
“Ya lo fuimos a buscar a cada uno de los Ceresos, ya se reportó a la Comisión Estatal de Búsqueda y nos reporta que no hay noticias de él en Los cabos y La Paz. ¿Y por qué vamos al Cereso? Bueno porque supuestamente las autoridades le ejecutaron una orden de aprehensión en octubre y no está en ningún lado. ¿Qué nos queda?, que ellos lo desaparecieron”, informaron amigos de Diego Román.
El 30 de octubre, la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) compartió una ficha de detención de seis personas por diferentes delitos. Ahí se localizó al joven Diego, detenido presuntamente por una orden de aprehensión por el delito de robo equiparado de vehículo. Sin embargo, a la fecha no hay informes de él.
En los últimos meses del año, los colectivos de búsqueda de personas pudieron alcanzar un registro de 78 personas desaparecidas, sobre todo en los meses de noviembre y diciembre.
El reporte hasta diciembre es que Baja California Sur cerró con 180 individuos no localizados; es decir, “un desaparecido cada dos días”, dijeron Colectivos a ZETA.
Agregaron que ya están hartos, de que las autoridades consideren a las personas con nombres y apellidos como sólo un número, y que al final de cuentas los desaparecieron para reducir los casos de desaparición; tal es el caso con la nueva plataforma de registro.
Aun así, como se reveló en los registros oficiales al menos en la entidad el incremento de desapariciones al 2023 fue del 92 por ciento; tan sólo en los primeros nueve días del 2024, se puede decir que una persona desaparece cada día y medio.