Por si no fuera suficientemente engorroso el proceso electoral, los partidos afines a Morena decidieron una alianza parcial; irían con diferentes candidatos a nivel local y federal
Como es sabido, Morena es el eje rector de la alianza Juntos Haremos Historia por Baja California -si es que mantienen el nombre- que conformó junto con PT, PVEM y ahora con Partido Encuentro Solidario (PES) y Fuerza por México, con quienes se unió con la finalidad de sostener un frente que ayude a su organismo político a continuar en el poder.
Sin embargo, los conflictos políticos internos dentro de la alianza entre la gobernadora Marina del Pilar Ávila Olmeda y el senador Jaime Bonilla Valdez, obligaron a que la alianza se separara en el ámbito local, pero que permaneciera en la instancia federal. Es decir, una alianza parcial.
Lo interesante es que varios de los espacios que ocupó el PT en Baja California como diputaciones y regidurías, se negociaron mediante la alianza local; lo mismo con el PVEM. A esto se debe agregar que el PES solicitará espacios dentro de la alianza.
Comprendiendo esto, la propuesta de Morena para el resto de los partidos es que prácticamente todo sea para el partido vinotinto, pero tienen contemplado ceder el Distrito VI para el PVEM, y el VII, que en la elección pasada fue representado por Julio César Vázquez Castillo, del PT, ahora sería cedido para el PES; lo mismo ocurriría con el IX, de Marco Antonio Blásquez.
El eterno distrito propiedad de Claudia Agatón -del PT- en Ensenada, ya no formaría parte del acuerdo y se analiza cederlo a Fuerza x México, partido que -en teoría- no debería existir, pero, por determinaciones polémicas de los tribunales electorales, terminó por mantener su registro local.
Ahí se podría posicionar al secretario del Trabajo, Alejandro Arregui Ibarra, o a alguno de sus allegados políticos en Ensenada.
Dado que la gobernadora bajacaliforniana ha emprendido una férrea campaña en Tijuana, para imponer al ex púgil Erik “El Terrible” Morales como candidato, intentando “tumbar” a la actual alcaldesa Montserrat Caballero Ramírez, el PES quedaría imposibilitado para negociar ese municipio.
Sabiéndose débil en Mexicali y Ensenada, el partido que le compró su papá a César Hank, estaría negociando Playas de Rosarito o Tecate, dependiendo de los acuerdos políticos que logren concretarse. Esto podría dejar sin candidatura al ex priista y diputado Román Cota o al tesorero de Playas de Rosarito, Manuel Zermeño, alfil de Araceli Brown Figueredo, a quien intenta imponer como candidato.
Esto quiere decir que el PT se vería obligado a negociar a nivel federal algunos distritos, uno de ellos ya ocupado por Armando Reyes Ledesma en Ensenada, pero en el resto de la alianza tendrían que postular a sus propios representantes.
A este engranaje se agregaría el análisis de los bloques de competitividad ya definidos de manera general, pues en los municipios de bloque alto -San Felipe, Ensenada y Tecate- se verían obligados a distribuirlos en dos mujeres y un hombre; mientras que en los de bloque bajo -Mexicali, Tijuana, Playas de Rosarito y San Quintín- podrían ser libremente distribuidos de manera paritaria, es decir, dos hombres y dos mujeres.
A ello se sumarían las acciones afirmativas como el bloque de juventudes, para personas con discapacidad, comunidad LBGT+ y de pueblos originarios, mismos que deben tener representación en cabildos y el propio Congreso.
