“Si entre las muchas verdades eliges una sola y la persigues ciegamente, ella se convertirá en falsedad, y tú en un fanático…”
-Ryszard Kapuściński.
Siempre fue siempre una revista de peluquería o de pulquería. En estos días, uno de sus galardonados ha regresado la presea Pages Llergo, indignado por la portada nazista que finalmente tuvo que desechar Beatriz Pages Rebollar, y disculparse ante la comunidad hebrea mexicana con una Rosa blanca.
El origen judío de la doctora en ciencias por la UNAM, Claudia Sheinbaum Pardo, tiene inquietos a muchos en cuyo subconscientes subyace la manera de destruirla, por ser de la Ciudad de México o por su raza-religión.
En todas las campañas políticas presidenciales, el tema de las creencias había estado apaciguado, salvo lo que Bernardo Barranco y Roberto Blancarte denuncian en Amlo y la Religión.
Anticatólicos, los sonorenses Obregón, Calles, De la Huerta, Rodríguez, aunque después doblaron las rodillas, y al menos don Plutarco y Abelardo mueren “convertidos”. El más tolerante y conciliador fue don Lázaro Cárdenas del Río de Jiquilpan; San José Sánchez del Río, era de Sahuayo, adolescente michoacano, quizás sobrino del Presidente; y sacrificado por su padrino de primera comunión, un tal diputado Picasso (obregonista), a la vez sacrificado por el “Güero” Cuesta en el pleno tren de pasajeros.
El presidente Cárdenas y don Manuel Ávila Camacho se distinguieron, como su canciller Gilberto Bosques, por salvar la vida de muchos judíos atrapados en la II Guerra Mundial; y ayudó a los transterrados a vivir en libertad en México. Víctimas del nazismo hitleriano y del fascismo franquista, estos encontraron y fecundarían sus vidas en este país. Célebres muchos de ellos, como José Gaos y Ramón Xirau, pensadores de la UNAM.
El antisemitismo como el anticomunismo siempre están en el subsuelo de las masas: basta una chispa para encender el pasto seco. Desafortunadamente México está seco. No hace diez años que en Arizona fue baleada gravemente la congresista demócrata Gaby Giffords, de raza judía; hoy su esposo, científico judío de la NASA, es senador por Arizona.
Entre las críticas a Beatriz Pages por la portada de Siempre, con la silueta de la Dra. Sheinbaum con una corona de swastikas nazis; una refiere que la irresponsabilidad de la periodista cruzó una línea muy delgada, que jamás debió hacerlo, como es promover el desprecio de una persona por su raza y religión, en este caso destruir la imagen de la candidata a cualquier precio (muy caro, por cierto).
En estos días, la comunidad judía internacional, ha impreso la edición “definitiva” del Diario de Ana Frank, en su 75 Aniversario de haber sido encontrado en Ámsterdam, Holanda, y publicado por su padre Otto Frank, que salvó milagrosamente la vida, y descubrió el conmovedor Diario de su hija.
Sobre la educación, la lectura, la música, el arte, literatura, periodismo tienen una responsabilidad social, expresa el periodista bielorruso Kapuściński, “cuando se descubrió que la información era un negocio, la verdad dejó de ser importante”. Quienes seguramente ordenaron asesinar al juez John C. Roll en Tucson, Arizona, fueron fanáticos del Tea Party de origen republicano como los Minute Men, porque les había ganado demandas de trabajadores migrantes a los que están acostumbrados a explotar y perseguir.
El antisemitismo irracional, se ha disparado en Estados Unidos por la guerra Israel-Palestina-Gaza. Mal por la portada antijudía de la revista Siempre; bien porque la señora Pages corrigió el error; se lastimó a la comunidad hebrea mexicana e internacional.
Germán Orozco Mora reside en Mexicali.
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