Un terremoto de magnitud 6.2 sacudió, alrededor de las 11:59 horas del 18 de diciembre de 2023 (tiempo local), la provincia de Gansu, al noroeste de China, causando la muerte de al menos 111 personas y dejando más de 200 heridas, según informaron medios locales oficiales.
El sismo tuvo su epicentro en la frontera entre las provincias de Gansu y Qinghai, a diez kilómetros de profundidad, según el Centro de Redes Sismológicas de China. El Consejo de Estado o Poder Ejecutivo chino, así como el Ministerio de Gestión de Emergencias decretaron una respuesta de nivel II al siniestro, que afectó especialmente al condado de Jishisan y la ciudad de Haidong, en la vecina Qinghai.
El mayor número de fallecidos se registró en Gansu, donde perdió la vida al menos un centenar de personas, mientras que en Qinghai fallecieron otras once. Al lugar del terremoto se desplazaron numerosos equipos de emergencias y rescate.
El Gobierno enviaron 1,440 bomberos para apoyar en la respuesta al desastre, además de otros 1,603 pertenecientes a la región afectada y provincias vecinas se encontraban movilizados para desplazarse si resultara necesario.
En la zona del sismo resultaron dañados los servicios de suministro de agua, electricidad, comunicaciones y transporte. Por el momento también permanecen suspendidos en la zona afectada los servicios ferroviarios de pasajeros y transporte de carga. El presidente chino, Xi Jinping, pidió no escatimar esfuerzos en las tareas de búsqueda y rescate, así como en la atención a los damnificados.