El último fin de semana de octubre, vacacionistas fueron víctimas de la negligencia y desatención de las autoridades de los tres niveles de Gobierno en La Paz.
Los turistas viajaron a la Capital del Estado y recorrieron el área de protección de flora y fauna Balandra y el Parque Nacional Archipiélago de Espíritu Santo, donde se debería contar con vigilancia permanente por parte de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP), la Secretaría de Marina, la Procuraduría Federal, de Protección al Ambiente (Profepa) y la participación de lleno de las autoridades municipales en el resguardo de los accesos y vigilancia y rescate en zonas de playa.
Playa Balandra sólo permite el acceso a 900 personas por día, que se dividen en dos turnos de 450 visitantes por día. Sin embargo, dos visitantes tuvieron una muy mala experiencia en este destino.
Dos turistas originarios de la Ciudad de México de nombre Karina Josefina Sánchez y Antonio Martínez Domínguez, ambos de 34 años, quienes, sin conocer la zona, se adentraron en el área, pero la marea ya no les permitió regresar. Al momento de la desaparición ella vestía un traje de baño de color negro completo, y su pareja un short negro y camisa de resaque.
Con estas prendas pasaron la noche en medio de la nada y con el temor de ahogarse, ya que la marea había subido y temían por su vida. En cuanto a la reacción de las autoridades, fue hasta las 10:30 de la mañana que elementos de seguridad se apersonaron en el Área Natural Protegida para realizar la búsqueda en compañía del Colectivo Búsqueda Por La Paz.
Los elementos de seguridad justificaron su falta de atención al caso, diciendo que “sobre el paradero de dos personas no localizadas desde el día de ayer, siendo las 21:00 horas se reportó por medio de C4, el cual no tenía conocimiento del caso. Asimismo, integrándonos inmediatamente a la búsqueda de las personas y comunicando a la central de radio y superiores”, refieren los elementos.
A las 11:20 horas del domingo 29 de octubre, ambos turistas fueron localizados frente a Balandra en buenas condiciones de salud, comunicaron los agentes de seguridad pública. Por otro lado, el Colectivo Búsqueda Por La Paz informó que, en colaboración a petición de las familias, recurrieron a la presencia de la Comisión Estatal de Búsqueda de Personas para activar inmediatamente los protocolos de rescate.
En la Playa Balandra desde un inicio hay restricciones, pues hay personas en la entrada que restringen el acceso, además que se debe pagar para conocerla o disfrutar del sitio; pero una vez dentro no hay un sitio de información, sólo letreros que indican qué es lo que está prohibido.
En ninguna parte hay información disponible que pueda salvar la vida, como indicaciones que hay hasta cierto tiempo en que los turistas puedan cruzar nadando a la playa de enfrente de la misma ANP; tampoco hay personal de rescate, como salvavidas o algún guardaparque atento a cualquier incidente.
La falta de esa información en el sitio ha generado múltiples accidentes, sobre todo en la parte profunda de Balandra, la cual se debe cruzar nadando para ingresar a la playa de enfrente, dato que los turistas nacionales desconocían al internarse en la aventura.
VARADOS EN ISLA ESPÍRITU SANTO
Sin duda uno de los más grandes temores de las personas que van de vacaciones en una embarcación, es el miedo a naufragar en aguas desconocidas; si bien, es común -como en otros vehículos- el que ocurra una falla, las empresas turísticas deben velar siempre por conmutar con los mejores equipos para prestar un servicio de ensueño para los visitantes al municipio de La Paz.
La historia de miedo se presentó en el ANP el Parque Nacional Archipiélago de Espíritu Santo, cuando un grupo de amigas provenientes de Tijuana, Baja California decidieron acudir a un paseo a la isla el pasado domingo 29 de octubre; lamentablemente se llevaron el peor susto de sus vidas.
“Se quedaron varadas 14 personas en la isla Espíritu Santo y estamos 99.99 por ciento casi seguras que fue una negligencia de la lancha”, denunció Cristina “N”, turista afectada.
Cuando sus amigas tardaron en regresar, buscaron la forma de localizarlas y pedir información en el muelle de partida, ubicado en pleno malecón, pero no recibieron la información que requerían.
Algunas se fueron a “disfrutar” del paseo y otras se quedaron en tierra, no quisieron salir a altamar; a bordo de la que reconocen como la embarcación “Megalodón” y su capitán Iván, viajaron 14 personas al tour en la Isla que contempla el nado con lobos marinos, recorrido en el ANP, comida y un rato para bajar en tierra.
Después de varias horas (cuatro de la tarde aproximadamente, relatan las afectadas) se disponían al regreso a la Bahía de La Paz, sin embargo, una falla eléctrica los obligó a permanecer en el mar, lo cual causó temor en los visitantes.
Dijeron las tijuanenses, ya en su tierra natal, que el capitán les dijo que tuvo una falla en la batería, pero que notaron que además de la que falló, en la embarcación había otras cuatro baterías, lo que les hace suponer que esa nave ya tenía fallas anteriormente.
La molestia fue evidente, pues dijeron que estuvieron prácticamente 12 horas en el mar, y ellas no iban preparadas para librar un día en medio de las aguas del Golfo de California.
El grupo de turistas fue puesto a salvo, pero en su travesía hubo momentos que creyeron que morirían ahogados, sobre todo cuando supuestamente les pidieron abandonar la embarcación debido a la marea.
Las turistas se encuentran muy molestas por el incidente, y más allá de buscar que se les reembolse su dinero, solicitaron que las empresas turísticas cumplan con la reglamentación, pero sobre todo que tengan constante revisión de sus embarcaciones y equipamiento ante cualquier eventualidad que se pudiera presentar.
“Este cuate se le hizo pero súper fácil; todavía bajó del barco echando bronca y diciendo que no le podíamos hablar en ese tono y bla bla bla bla. La verdad sí le hablamos fuerte, pero ¿por qué? Porque estábamos enojadas y porque creo que nos asiste el derecho. Se le hizo fácil llevarse a las personas con tanta irresponsabilidad, sin tener una unidad en condiciones seguras; creo que no se vale”, remató Cristina “N”.
EL VIAJE DESCONOCIDO
Mientras un grupo de 14 turistas se encontraban varados en el mar a la altura de la Isla Espíritu Santo, en tierra, amigas de las afectadas solicitaron la presencia de las autoridades para enviar ayuda para los afectados. Explicaron que el trato de las autoridades fue muy humano, pero al momento de brindar una respuesta o una solución al problema, se echaron la bolita y al hacer una búsqueda en los archivos, no encontraron registros de la salida.
“Yo le decía a las personas que me atendieron allí en La Paz, la Policía, la Marina muy amable, el guardia del muelle, muy amable señor; pero nadie se hace responsable de nada, pues el de la Capitanía del Puerto se hizo bien fácil decir ‘no, pues vayan a la Marina’. Se lavó las manos, cuando después descubrimos que esa dependencia son los encargados de llevar el control de las embarcaciones que entran y salen del puerto; entonces la lancha que se llevó a mis amigas, no estaba registrada su salida para la gente que estaba en el muelle, ya que había acabado el regreso de las lanchas, de todas las que estaban fuera”, recordó Cristina, turista afectada.
ZETA buscó a prestadores de servicios turísticos y también a Iván de Armazul Tours, aparentemente relacionado con la embarcación; aunque no se obtuvo respuesta de su parte, sí de otros prestadores de servicios, quienes informaron que el suceso sí se registró, pero no de esa magnitud.
Primero, confirmaron que sí hubo una falla eléctrica en la embarcación y que a las 16 horas se dio aviso al ENSAR que “la embarcación sufrió una avería eléctrica”.
En su rescate acudieron prestadores de servicios turísticos de la misma empresa a bordo de las embarcaciones La Liona con matrícula 0304245814-4; a los turistas les dieron alcance en Playa Los Corralitos a las 19 horas, sin mayor sobresalto, y se diagnosticó una falla del tipo corto en el alternador.
Los turistas rescatados llegaron al muelle fiscal alrededor de las 20 horas, según los prestadores de servicios turísticos.
Sin embargo, este Semanario también recurrió a la búsqueda del incidente con la Secretaría de Marina (Semar) y la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, especialmente con la directora del Parque, Irma González y dijo textualmente que ella desconocía sobre este incidente, por lo que recabaría mayores datos.
Prestadores de servicios turísticos mencionaron que habían comunicado el incidente a la Estación Naval de Búsqueda, Rescate y Vigilancia Marítima (ENSAR), pero personal de la Semar consultado, negaron conocimiento alguno del altercado, afirmando: “No hay información. La ENSAR no prestó ningún apoyo”.
Las turistas se han mantenido en la disposición de interponer una denuncia formal ante todas las dependencias con el fin de que esto ya no vuelva a suceder con los turistas. “No somos ningunas ignorantes que estamos haciendo el berrinche por algo que sucedió, esto fue una situación muy delicada. Gracias a Dios mis amigas y las 10 personas iban con ellos llegaron ilesos, ¿pero y qué tal si no?, ¿que también este cuate o cualquier otro propietario de una lancha, se lleva a las personas y ya no regresan? Nosotros no sabíamos que estaban en altamar o que estaban en la isla o dónde estaban y en qué condiciones estaban”, finalizó Cristina “N”.