La Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés) del Departamento del Tesoro de EE.UU., sancionó, el 7 de noviembre de 2023, a 13 miembros del Cártel de Sinaloa -varios de los cuales son fugitivos- y a cuatro entidades con sede en Sonora, México, las cuales representan” una porción significativa del fentanilo ilícito y otras drogas mortales traficadas hacia los Estados Unidos”.
Según la Administración encabezada por el presidente Joseph Biden, dicha acción fue coordinada “estrechamente” con el Gobierno de México, incluida la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
“Estados Unidos perseguirá agresivamente a todos los operadores cómplices y facilitadores de estas redes ilícitas de fentanilo […] El Tesoro seguirá utilizando sus autoridades para exponer y aislar a quienes se benefician de las mortíferas ventas de fentanilo en Estados Unidos”, dijo el subsecretario del Tesoro para Terrorismo e Inteligencia Financiera, Brian E. Nelson, citado en un comunicado.
Según la OFAC, como “jefe de plaza” del Cártel de Sinaloa con sede en Nogales, Sonora, Juan Carlos Morgan Huerta, alias “Cacayo”, gestiona las operaciones de dicho grupo delictivo en dicha región y supervisa el tráfico de cantidades de varias toneladas de drogas, incluida la cocaína, heroína, metanfetamina y fentanilo ilícito, desde México a EE.UU.
Asimismo, Morgan Huerta -quien se encuentra prófugo- utiliza camiones con remolque, entre otros métodos de ocultación, para transportar drogas a través de la frontera. En abril de 2021, fue acusado formalmente en el Tribunal de Distrito de Estados Unidos para el Distrito de Columbia de varios cargos de tráfico de drogas vinculados con fentanilo, cocaína, heroína y metanfetamina.
Además, el Tesoro de EE.UU. designó a varios miembros adultos de la familia de Morgan Huerta, entre ellos cuatro hermanos -José Arnoldo Morgan Huerta (alias “Chachio”), José Luis Morgan Huerta (alias “Gordo”), Miguel Angel Morgan Huerta y Martín Morgan Huerta-, así como su tío, Oscar Murillo Morgan (alias “Chino”), todos de nacionalidad mexicana.
“Específicamente, los hermanos, cada uno desempeña un papel fundamental en la organización. Por ejemplo, como ex agente de la ley mexicano, Miguel Ángel Morgan Huerta utiliza sus conexiones para sobornar a las autoridades, mientras que otro hermano, Martín Morgan Huerta, y su tío, Oscar Murillo Morgan, mantienen fuentes de suministro de drogas ilícitas. Los miembros de la familia desempeñaban otras funciones clave, incluidas, entre otras, la gestión del transporte y la logística, la negociación de acuerdos comerciales y el lavado de ingresos de drogas ilícitas”, indicó el Gobierno estadounidense.
Otros miembros de la organización designada incluyen a David Alonso Chavarin Preciado (alias “Chava”), quien supervisa las operaciones de narcotráfico en Nogales para su cuñado Morgan Huerta, así como Jesús Francisco Camacho Porchas (alias “Pilo”), Oscar Enrique Moreno Orozco (alias “Senry”) y Ramiro Martín Romero Wirichaga, todos de nacionalidad mexicana.
Además, Cristian Julián Meneses Ospina, de nacionalidad colombiana, quien también trabaja para Morgan Huerta. Cada uno de estos individuos está involucrado en diversos aspectos del narcotráfico, logística de transporte, lavado de dinero u otras actividades ilícitas para Morgan Huerta. Es de destacar que Jesús Francisco Camacho Porchas y Oscar Enrique Moreno Orozco son fugitivos de cargos de drogas en el estado de Arizona.
Además de trabajar con otro jefe de plaza con sede en Nogales, que fue previamente designado por la OFAC, Sergio Valenzuela Valenzuela, Morgan Huerta colabora con otros narcotraficantes y empresarios del Cártel de Sinaloa en Sonora, incluidos Sergio Isaías Hernández Mazón (alias “Chabelo”) y Álvaro Ramos Acosta (alias “Álvaro Arroz Ramos”), ambos de nacionalidad mexicana. Aunque Sergio Isaías Hernández Mazón y Álvaro Ramos Acosta suelen trabajar junto a Morgan Huerta, también tienen sus propios vínculos establecidos con miembros de alto nivel de dicho grupo delictivo.
La OFAC designó a Juan Carlos Morgan Huerta, José Arnoldo Morgan Huerta, José Luis Morgan Huerta, Miguel Angel Morgan Huerta, Martín Morgan Huerta, Oscar Murillo Morgan, David Alonso Chavarin Preciado, Jesús Francisco Camacho Porchas, Oscar Enrique Moreno Orozco, Cristian Julián Meneses Ospina, Ramiro Martín Romero Wirichaga, Sergio Isaías Hernández Mazón y Álvaro Ramos Acosta, de conformidad con la Orden Ejecutiva (EO) 14059, “por haber participado o intentado participar en actividades o transacciones que han contribuido materialmente o representan un riesgo significativo de contribuir materialmente a, la proliferación internacional de drogas ilícitas o de sus medios de producción”.
La OFAC también designó a cuatro empresas con sede en México, incluido un restaurante con sede en Nogales, Sonora, Conceptos Gastronómicos de Sonora, S. de RL de CV (también conocido como “Habanero’s”), y una empresa minera, Morgan Golden Mining, SA de CV , que tiene su sede en Hermosillo, Sonora.
El Departamento del Tesoro de EE.UU. designó a dicho restaurante “por ser propiedad, estar controlado o dirigido por, o haber actuado o pretendido actuar para o en nombre de, directa o indirectamente”, de Morgan Huerta; mientras que la OFAC designó a la empresa minera por ser propiedad, estar controlada o dirigida por, o haber actuado o pretendido actuar para o en nombre de, directa o indirectamente, del mismo individuo y su hermano, José Luis.
Los otros dos negocios designados hoy incluyen una empresa comercial de piedra, Comercializadora Villba Stone, SA de CV , y una empresa de importación/exportación, Exportadora del Campos Ramos Acosta, S. de RL de CV. La OFAC designó estos negocios, ambos en Nogales, por ser propiedad, estar controlada o dirigida por, o haber actuado o pretendido actuar por o en nombre de, directa o indirectamente, Sergio Isaías Hernández Mazón y Álvaro Ramos Acosta, respectivamente.
Tras su designación, el Gobierno estadounidense congelaría cualquier bien o cuentas de las personas y compañías sancionadas que pudieran estar bajo jurisdicción estadounidense, además de prohibir a cualquier persona o empresa de dicho país, de hacer negocios con dichas entidades.
Según el Tesoro de EE.UU., la operación contó con la cooperación de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de México, además de otras agencias estadounidenses, como la Administración para el Control de Drogas (DEA), el Buró Federal de Investigación (FBI) y la Oficina de Investigaciones de Seguridad Interna (HSI), todas por sus siglas en inglés.