De Trez en Trez
Uno.- Ante la desgracia ocasionada por el paso del huracán Otis en Acapulco y otros lugares de Guerrero, se vale sumar esfuerzos y cooperación para rescatarlos de la desgracia sin escatimar nada.
Entre tanto, no se vale dividir, reclamar y pelear desde “las mañaneras”; llenar de adjetivos -como siempre- a quienes exhiben la negligencia e incapacidad de una parte del Gobierno Federal ante la emergencia que se padece allá.
Por el contrario, se vale reconocer el trabajo de la Comisión Federal de Electricidad, de CAPUFE, del Ejército Nacional, de la Cruz Roja Mexicana, de Telcel, del consorcio Wal-Mart y otras empresas privadas que hacen bien su trabajo y tratan de restablecer a la brevedad, la vida cotidiana en aquel puerto.
No se vale hacerse la víctima diciendo que las críticas son parte de los “ataques a mi gobierno” que tanto reclama AMLO sin acreditarlos en forma indubitable; las víctimas son otros, los que se quedaron sin casa, sin trabajo, sin ingresos, sin comida, sin servicios esenciales y hasta sin familia.
Doz.- Se vale movilizar tantas personas como sea necesario que vayan a ayudar, primero en la limpieza y atención a las víctimas del huracán, luego en la reconstrucción de todas las comunidades afectadas.
Pero no se vale “sacar raja política” de la desgracia. El color guinda se ve por todos lados en la zona afectada: montan espectáculo con caravanas de vehículos y chalecos del mismo color, hacen un “censo” y se toman la foto; y luego el Presidente López Obrador reclama que sus adversarios se aprovechan de la situación para hacer “politiquería”.
Se vale y es necesario, saber la verdad, no maquillarla ni esconderla con el propósito de “cuidar la imagen” del Presidente; nada mejor que la verdad cruda y dura para saber el balance real y actuar en consecuencia.
No se vale inundar las redes sociales y los medios de comunicación con noticias falsas, montajes bien producidos, e información que poco ayuda; ni la parte oficial ni sus opositores lo deben de hacer, pues eso contribuye a la división cuando se necesita unidad y empatía. No seamos parte de la indolencia presidencial ante cada desgracia que se presenta en el país.
Se vale exigir a los gobernantes que den la cara y les hagan frente a los problemas de la atención a las víctimas y la reconstrucción; que no se escondan, o se queden mudos, o den información a cuentagotas.
En lo ideal, no se vale pretextar la situación y abusar para caer en la rapiña; aquí no ahondo porque ante la tibieza de la reacción, y ante la falta de bienes y servicios como consecuencia de Otis, hasta cierto punto se justifica. Sería como “ver los toros desde la barrera”.
Trez.- Se vale apoyar en lo que se pueda y quiera a los damnificados; lo que no se vale es apoyar sólo a una parte de ellos, olvidando a los más vulnerables: los niños y niñas, las personas adultas mayores, los enfermos, los de menos recursos económicos, los que no tiene negocios en la Costera Miguel Alemán, pero sobreviven en las comunidades rurales; los que más están sufriendo.
Es válido actuar más y hablar menos, ajustarles las cuentas a los responsables (que los hay); aquellos que no estaban cuando y donde deberían estar. Urge también que prevalezca el Estado de Derecho.
Se vale dejar de pensar en lo electoral de 2024, y sí, en cambio, involucrar a todos los sectores en un plan nacional que permita a Acapulco, a todas las comunidades afectadas y a sus residentes, retomar el rumbo.
Como fuere, nada será igual…
P.D.* No nos queda más remedio que confiar en las instituciones y tratar de ayudar a Guerrero. Si puede, haga sus donaciones.
Óscar Hernández Espinoza es egresado de la Facultad de Derecho por la UABC y es profesor de Cultura de la Legalidad y de Formación Cívica y Ética en Tijuana.
Correo: profeohe@hotmail.com
