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jueves, octubre 3, 2024
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¿Qué hacer?

Dicen que no hay fecha que no llegue ni plazo que no se cumpla; las próximas elecciones son prueba de ello. Algunos consideraban que el gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador sería muy largo, sin embargo, el reloj no deja de avanzar y dentro de 11 meses finalizarán las conferencias de prensa matutinas. Para otros, el cuasisexenio lopezobradorista ha sido un suspiro y anhelan seguir en el poder.

Aunque hay que reconocer que el proyecto de López Obrador va más allá de las “mañaneras” y -según algunas voces- va más allá de su propio gobierno. Porque, por más que el tabasqueño asegure que se retirará del quehacer público, sus propias palabras lo contradicen: Andrés Manuel quiere ser la mano que mece la cuna y consolidar una especie de Maximato moderno. Habrá que ver si no le aplican la misma que el Tata Cárdenas en los 40. 

Por fortuna, la coordinadora nacional de la defensa de la transformación ha dejado entrever algunas pequeñas -pero muy simbólicas- diferencias. Por ejemplo, durante la gira proselitista… perdón, quise decir durante su gira de trabajo en California, decidió entablar una conversación directa, franca, ¡y en inglés! Así es, con un natural y marcado acento, Sheinbaum Pardo optó por conducir su reunión en el idioma de Shakespeare. Bien dicen que “al lugar que fueres, haz lo que vieres”.

Y es que, si la no-candidata quiere conquistar al sector del electorado que no simpatiza con el actual mandatario, debe de ir mostrando su propia ruta poco a poco; eso sí, sin alejarse mucho del árbol que le da sombra.

Por un lado, tenemos a las dos damas que “no son candidatas presidenciales”, y, por otro, tendremos a un caballero. Ya sea Marcelo, cada vez más improbable. O Samuel con su esposa Mariana (hasta creen que desaprovechará los alcances de la influencer,  cuando fue el factor determinante para hacerlo ganar en Nuevo León), quien, a pesar de haberse comprometido solemnemente a no separarse de su cargo como jefe del Ejecutivo nuevoleonés, aplicó la de “dijo mi mamá que siempre no”, y se aventurará como aspirante presidencial por el partido naranja. Impetuoso el amigo, veremos si en verdad las trae.

Ante los más de 20 mil cargos que habrán de elegirse durante los procesos electorales federal y estatales, nos queda la interrogante de qué hacer. Por eso, aquí les comparto algunas humildes sugerencias:

Lo fundamental es dimensionar el gran valor que tiene nuestra participación, pues, además de las campañas electorales, es necesario participar permanentemente en los asuntos de la agenda pública local y nacional.

Asimismo, es vital que aprovechemos la oportunidad que nos brindan las próximas elecciones para asumir una actitud proactiva, analizar lo más objetivamente posible, los perfiles, mensajes, proyectos de trabajo y (muy importante) los resultados de quienes pretenden ocupar un cargo público, para luego salir a votar convencidos de que estamos optando por la que consideramos la mejor opción para representarnos en la toma de decisiones públicas; para, finalmente, contagiar ese ánimo a la mayor cantidad de conciudadanos.

En mi caso, pretendo echarme pa’ adelante, asumir mi responsabilidad y ponerme a disposición de la voluntad ciudadana desde mi trinchera, como siempre con la firme convicción de servir y no servirse. Sólo así, con convicción, valores y participación, habremos de consolidar un municipio, un estado y un país que ofrezca oportunidades realmente honrosas para todos.

En conclusión: 2024… ¿Qué hacer? Impulsar el espíritu ciudadano para elegir y exigir a un gobierno que ofrezca buenos resultados para todos.

Post scriptum:  “La ambición jamás se detiene, ni siquiera en la cima de la grandeza”, Napoleón I (Bonaparte). 

  

Atentamente,

Francisco Ruiz, escritor, catedrático, doctor en Derecho Electoral y asociado del Instituto Nacional de Administración Pública (INAP).

Correo: strategia.y.poder@gmail.com 

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